Arquitectura
Devoto: el Museo “Don Roberto” moderniza su acceso e incorpora un bar temático
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Las arquitectas Myriam Schultheis y Fátima Grangetto detallaron la transformación que atravesará el museo de autos de la familia Picco, un proyecto que moderniza el acceso, suma nuevos servicios y apunta a convertir el espacio en “un complejo muy interesante para todo el público”.
En la localidad de Devoto, sobre calle Córdoba 962, el Museo “Don Roberto” se prepara para vivir una intervención arquitectónica muy importante desde su inauguración en 2018. El espacio, reconocido por exhibir más de 45 autos antiguos de la emblemática marca del óvalo azul, que marcaron distintas etapas del automovilismo y simbolizan la pasión de la familia Picco, inicia una obra de ampliación y modernización que promete transformar la manera de recorrerlo y vivirlo.
Al frente del proyecto están las arquitectas devótenses Myriam Schultheis y Fátima Grangetto, quienes trabajan desde hace un tiempo en una propuesta que no solo ampliará la superficie útil del museo, sino que también lo convertirá en un hito cultural totalmente renovado.
Una necesidad que surgió desde adentro
“La idea llegó a partir de la familia Picco”, introduce Schultheis en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO. “Los tres hermanos, hijos de don Roberto, querían tener un espacio de recepción para la gente cuando visitara el museo. Hoy hay un lindo lugar, pero faltaba esa área de conexión que distribuya a las distintas zonas”.
El museo actual cuenta con un galpón principal donde se ubican los autos, acompañado por una pequeña recepción, baños y una oficina. Sin embargo, tal como explican las arquitectas, el espacio quedó chico frente al crecimiento constante del museo y la afluencia de visitantes. “Está todo muy comprimido”, sintetiza Grangetto.
A esto se suma una característica singular del predio: el museo ocupa dos galpones que forman una gran “L”, dejando en la esquina un terreno vacío. Ese espacio será ahora clave para unificar el recorrido arquitectónico. “En ese sitio baldío tenía que ponerse este ‘pivote’ de servicios que vinculara todo”, explica Schultheis.
El diagnóstico inicial y la visión de futuro
Cuando llegaron por primera vez, encontraron un edificio en buen estado, pero que podía mejorarse en algunos aspectos. “Es un galpón que tiene iluminación, baños y oficina, pero ellos querían algo más acorde al nivel del museo”, detallan. La ampliación proyectada incluye un hall de acceso, una sala de reuniones y conferencias para 50 personas, un nuevo núcleo sanitario y un bar temático inspirado en los Ford Garage estadounidenses.
Esta ampliación será funcional y también altamente experiencial. “Tratamos de darle un nivel de piso superior al existente para que, cuando uno se mueva por las zonas anexas, pueda visualizar la exposición de automóviles”, comenta Schultheis. La idea es que los autos, protagonistas del museo, puedan verse desde distintos ángulos y alturas.
Además, a pedido de la familia Picco, el equipo deberá más adelante realizar un reordenamiento curatorial: “Vamos a realizar un ordenamiento por años y modelos; es un trabajo que retomaremos más adelante”.
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Una intervención que también mira hacia afuera
La remodelación tendrá cómo uno de sus ejes la fachada, que será protagonista. Aunque los galpones existentes conservarán su estructura, se intervendrán para acompañar la nueva estética. “La fachada nueva en la esquina es una súper propuesta, y los galpones tienen que acompañarla”, detallan.
El galpón que da hacia la calle perpendicular a la ruta recibirá una intervención especial: “Queremos que desde la ruta ya se pueda visualizar la identificación del museo”. La esquina Córdoba–Alvear será el punto icónico, pero esta segunda fachada funcionará como un faro visual para quienes circulen por la zona.
El inicio de la obra es reciente: “Empezamos hace unos días con la obra; tenemos solo cimientos”, explican. No hay un plazo impuesto para las arquitectas, pero sí una condición importante: mantener continuidad en la obra, sin interrupciones. Aun así, las profesionales a cargo del proyecto estiman “unos diez o doce meses de trabajo aproximadamente”.
Materiales, diseño y un guiño en la estética
La nueva construcción combina mampostería tradicional para sus tabiques internos, mientras que su fachada será una mezcla cuidadosamente diseñada de hormigón visto y malla metálica perforada, que permitirá juegos de iluminación y colores asociados a la identidad del de la marca de automóviles.
Una pieza clave será una estructura curva en el ingreso, “habrá una curva azul de acceso en la fachada que hace referencia al óvalo de Ford”, explican, convirtiéndose en un gesto moderno y simbólico de bienvenida. La iluminación también juega un rol fundamental: “Las mallas metálicas perforadas estarán transluminadas, y la curva principal se va a destacar”.
Un bar temático con un auto retro suspendido
Entre los espacios más singulares está el bar temático, que incorporará un diseño inspirado en los tradicionales garages estadounidenses. “Va a tener un auto retro arriba de la barra”, detallan.
Este bar se dividirá entre un espacio cubierto y otro semicubierto, con una galería transparente que sumará luminosidad y amplitud y que formará un balcón hacía la ruta. Desde el propio bar, además, los visitantes podrán mirar la exposición desde una altura estratégica: “La diferencia de nivel es de un metro cuarenta, y desde ahí se ven los autos abajo”.
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Un aporte histórico y cultural para Devoto
Schultheis y Grangetto coinciden en que la obra tendrá un impacto profundo en la localidad. “Es una obra muy importante. La empresa ya es reconocida a nivel nacional, y los fanáticos de las marcas de autos siempre visitan estos lugares”.
Para Devoto, que no siempre cuenta con espacios de fuerte atracción turística, el museo ampliado funcionará como un polo de interés. Además, la nueva sala de conferencias y los servicios complementarios ampliarán las posibilidades de uso comunitario. “No tenemos una sala para 50 personas con bar y sanitarios en la localidad; esto puede servir para muchas otras actividades también”.
Los desafíos del diseño y una nueva era
Como en toda obra de gran escala, se fue transformando a medida que surgían nuevas ideas. “La parte espacial fue un ida y vuelta permanente. Empezamos pensando de un bar pequeño y terminamos armando un complejo interesante”, reconocen. La ampliación fue creciendo según las necesidades que fueron apareciendo, al punto de “ocupar casi todo el lote”.
Las arquitectas también destacan la apertura de los propietarios y su disposición a ajustar el proyecto. “Siempre estuvieron muy abiertos a lo que les proponíamos”.
La transformación del museo “Don Roberto” avanza, piedra sobre piedra, hacia un concepto más moderno, vivencial y arquitectónicamente integrado. La obra promete revalorizar un patrimonio local y consolidar al museo como un punto de referencia regional para los amantes de los autos y para quienes buscan experiencias culturales distintas.
Un proyecto que, como afirman las arquitectas, se construye con compromiso, creatividad y la convicción de que Devoto merece espacios a la altura de su identidad y su historia.
