Detienen al presunto asesino del jubilado de barrio Acapulco
Sería un joven de 20 años. Fue detenido esta mañana de domingo, a las 6:30, en su casa ubicada en barrio San Cayetano.
Un joven de 20 años fue detenido como presunto asesino de Óscar Romero, el jubilado de 71 años que fue encontrado sin vida ayer sábado en la vivienda donde residía frente a la plaza de barrio Acapulco-Veracruz, en la localidad de Josefina.
La detención se produjo esta mañana de domingo, a las 6:30, en una vivienda ubicada en Brigadier Bustos de barrio San Cayetano, según informó la policía.
El presunto asesino sería Rodrigo Javier Albarracín, quien se encuentra a disposición de la Fiscalía de Frontera, a cargo del fiscal Nicolás Stegmayer.
Romero vivía en calle 18 al 314 en donde se dedicaba a la cría de animales de granja como gallinas y conejos; además vendía cigarrillos de marcas importadas.
El hecho ocurrió ayer sábado en el supuesto marco de un asalto, a las 6 de la madrugada, aunque el cuerpo fue descubierto casi tres horas más tarde, cuando el dueño de la casa que Romero alquilaba desde hace cinco años, vio la puerta abierta y eso le llamó la atención.
En las primeras horas de sucedido el suceso, fuentes cercanas al despacho del fiscal Stegmayer, habría señaló que la médica policial que revisó el cadáver "no halló signos de violencia" y que para ella la causa del deceso "sería muerte natural". Pero el fiscal ordenó la autopsia del cuerpo.
Pero en el transcurso de la jornada, la investigación dio un giro y por las pruebas encontradas finalizó con la detención de Albarracín. El procedimiento fue realizado por la Agencia de Investigaciones Criminales de Frontera y el grupo ETER de Córdoba y el allanamiento y detención ordenado por el Juzgado de Control de San Francisco
"Se cansó de que le
robaran"
Los familiares desde el primer momento descreyeron la versión de una posible muerte natural, sino que sostuvieron que a Romero lo asesinaron cuando entraron a robar a su casa.
Su nieta Jésica, ayer aseguró: "Entraron a robar y lo mataron. Era un hombre que vivía solo, se la rebuscaba con su trabajo, no molestaba a nadie, se cansaron de entrar a robar a su casa y ahora, lo encontraron a él y lo mataron".
"Ahora con la pandemia no podía salir, estaba siempre aquí adentro, lo encontraron y lo mataron", siguió. "Siempre le robaban pero ahora lo mataron", agregó.
Por su parte, Luis Buffa, dueño de la casa que alquilaba Romero, fue quien descubrió la puerta abierta de la vivienda. "Un vecino me avisó que se escuchaban ruidos en la casa. Como medida preventiva llamé en dos ocasiones a la comisaría de Frontera pero no obtuve respuesta, es todo lo que pude hacer", relató Buffa.
Y describió a su inquilino como "una muy buena persona. Vivía solo, se dedicaba a criar gallinas, conejos... comentaba que vendía cigarrillos de esos que entran de Paraguay", indicó Buffa.