“Después lo hago”: el autoboicot que daña la vida

La procrastinación, es una enemiga invisible. "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", dice el conocido dicho, una sabia recomendación ya que postergar causa consecuencias en la salud física y mental.
Por Isabel Fernández|LVSJ
"No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", quién no escuchó ese conocido dicho de la boca de las abuelas. Una sabia recomendación que nos invita a ser activos en las tareas, -trabajo, estudios, emprendimientos, etc.-, evitando caer en la procrastinación, una enemiga invisible que daña y boicotea nuestra vida.
Consiste
en posponer o dejar para el futuro, de manera voluntaria, la
realización de actividades o compromisos personales que debieran ser
ejecutados en un momento determinado. "Después lo hago", "la
semana que viene empiezo" o "es más fuerte que yo" suelen ser
excusas que aparecen con este comportamiento relacionado con el
querer y la voluntad de actuar.
Todos procrastinamos alguna vez, hombres o mujeres. Incluso en películas o historietas hay personajes que caen en este hábito, como el recordado "Felipe" en las tiras de Mafalda del humorista gráfico Quino.
En esta época de pandemia de coronavirus, en la que el confinamiento obligó a retrasar actividades o a cambiar las formas de hacerlas, como estudiar o trabajar, es fundamental no caer en la postergación.
¿Que causa este hábito?, ¿Qué hacer para combatirlo?. Lalicenciada en Psicología, Lucila García (MP-9369) de la Clínica Regional del Este, afirmó que este comportamiento "esun aplazamiento voluntario, una forma de evitar aquello que molesta, a pesar de ser conscientes de las consecuencias que acarrea".
Muchas razones
Existen múltiples causas de la procrastinación. La licenciada García explicó que entre ellas se encuentra la baja autoestima, depresión o desinterés, falta de autoconfianza -creencia de no poder con algo o no tener la capacidad para tal efecto-, comportamientos de desorganización, tendencia al perfeccionismo o presentar grados de exigencia muy altos que impliquen el aplazamiento de decisiones y acciones.
"Las personas pueden procrastinar incluso por miedo a fracasar o enfrentar frustraciones -advirtió-. Así, evitan tomar contacto con aquello que no pueden controlar para no enfrentarse a sentimientos de angustia ante posibles desazones. En personalidades inseguras, ambivalentes, el temor a equivocarse o elegir algo y perder otra cosa, deriva en no poder hacer ni uno ni lo otro".
García agregó que también puede asociarse al famoso "es más fuerte que yo", "como una forma de autoboicot, lo que tendría un origen en la neurosis obsesiva. En el obsesivo suele haber una necesidad inconsciente de mantener el deseo insatisfecho; así, cada vez que se acerca a su deseo, lo anula o lo pospone, generándole malestar".
Lic. Lucila García
Consecuencias en la salud física y mental
Esta problemática lleva a pérdidas de tiempo y desgaste a nivel psíquico y físico en la persona que la padece. Puede traer consecuencias negativas en los ámbitos académicos, laborales, sociales, de salud, etc.
La licenciada García dijo que un ejemplo típico de esto "se da en el contexto escolar, cuando el alumno estudia para un examen y luego no va a rendir o bien estudia a último momento".
Aunque también puede extenderse a varios órdenes de la vida diaria como en la salud, "en estos tiempos de covid-19 muchas personas posponen sus controles médicos regulares por temor a contagiarse o padecer enfermedades".
"En el caso de las neurosis obsesivas, pueden aparecer síntomas ligados a la duda (que generan parálisis), rumiaciones, continuas verificaciones, compulsión a pensar (elipsis: siempre da vuelta sobre lo mismo).
Otras manifestaciones concomitantes que pueden emerger son la ansiedad, sentimientos de culpa y vivir en un estado de tensión o estrés constante, lo que puede acarrear insomnio u otras alteraciones neurofisiológicas", dijo la psicóloga.

Mantener la motivación
Vivimos tiempos especiales por la emergencia sanitaria originada por la pandemia de coronavirus. Muchas de nuestras actividades debieron ser obligadamente postergadas, por eso la psicóloga recomendó "encontrar nuevas maneras de mantener la motivación y reelaborar proyectos que estaban destinados a concretarse en el largo plazo, cuestión que también genera estados de angustia, ansiedad y frustración".
Pero no todo está perdido, hay una forma de cambiar este comportamiento. "La procrastinación tiene solución en tanto y en cuanto se detecten las motivaciones que provocan este modo conductual disfuncional y se intenten modificar con estrategias de afrontamiento más saludables", finalizó.
Claves para no procrastinar
• Plantearse metas u objetivos a corto plazo: breves, concretos, realizables, para que algo pueda ser más fácilmente alcanzado o terminado.
• Uso de ayuda memoria para organizarse en las actividades diarias: ir cumpliendo pequeñas metas propuestas traerá mayor satisfacción e incidirá en la conducta posterior como reforzador positivo.
• Aprender a discriminar (en el sentido de diferenciar): discriminar no es malo, de hecho, es saludable. Implica reconocer los límites y alcances de nuestras decisiones. Saber elegir y delegar. No cargarse con todo. Dejar de lado ciertas cosas, implica comprometerse con otras y seguir los pasos para conquistarlas satisfactoriamente.
• Buscar asistencia psicológica cuando estas conductas representen un trastorno importante para el desarrollo de las actividades de la vida diaria.