Después de 36 años de docencia, Pablo Sánchez se jubiló entre aplausos

 Luego de una extensa y reconocida trayectoria en la docencia, el profesor Pablo Sánchez inicia una nueva etapa al concretarse su jubilación, marcando el cierre de un ciclo profundamente ligado al Colegio Superior San Martín, institución a la que dedicó gran parte de su vida profesional y de la que también fue alumno.

La despedida tuvo un momento especial en los últimos días de clases, cuando alumnos y colegas le brindaron un reconocimiento cargado de afecto. Desde la comunidad educativa destacaron su compromiso y el legado que deja a generaciones de estudiantes. “Celebramos la dedicación, la trayectoria y el legado invaluable que nuestro querido profesor Pablo Sánchez deja a la institución”, expresaron.

El mensaje institucional subrayó especialmente su pasión por la Lengua y la Literatura, una vocación que supo transmitir en el aula. “Nos enseñó que las palabras no son solo un conjunto de reglas gramaticales, sino herramientas poderosas para expresar ideas, despertar la curiosidad y comprender el mundo que nos rodea”, señalaron. Además, resaltaron que gracias a su esfuerzo muchos estudiantes aprendieron a amar la lectura, a analizar textos con profundidad y a encontrar su propia voz a través de la escritura.

Una trayectoria marcada por la vocación

En diálogo con este LA VOZ DE SAN JUSTO, Sánchez repasó su recorrido docente y explicó que, si bien el cierre de su carrera se da en el San Martín, su historia en la educación comenzó antes y en distintos espacios de la ciudad.

Sus primeros pasos fueron como preceptor en el Ipet 50° “Emilio F. Olmos” y en el Ipea N° 222 "Agrónomo Américo Almes Milani". Más adelante, concentró durante unos diez años su actividad en el Ipem N° 145 “Dr. Francisco Ravetti”. Después, “por cuestiones de movilidad, cerraron divisiones y me reubicaron, y ahí empecé en el San Martín”, repasó. También tuvo un breve paso por la Escuela Normal “Dr. Nicolás Avellaneda”, de aproximadamente un año y medio, hasta finalmente concentrar la mayor parte de sus horas en el Colegio San Martín.

En total, su trayectoria suma 36 años y medio en la docencia, de los cuales 28 estuvieron ligados al Colegio San Martín, institución en la que se desempeñó tanto en el nivel secundario como en el nivel superior, como profesor de Lengua y Literatura.

Volver a la escuela donde fue alumno

Para Sánchez, el vínculo con el San Martín excede largamente su rol como docente. “San Martín está vinculado a mí desde mucho antes de ser docente, porque yo fui alumno de San Martín. Egresé de ahí y después volví otra vez como profe”, contó, destacando el significado personal que tuvo desarrollar su carrera en la misma institución que lo formó.

Sobre su vocación, señaló que el gusto por la Lengua y la Literatura estuvo presente desde siempre, aunque el amor por la docencia se fue construyendo con la práctica. “Yo empecé a estudiar el profesorado porque me interesaba la Lengua y la Literatura, sabía que toda la vida me quería dedicar a eso, pero no sabía si me iba a gustar la docencia”, relató. “Eso se descubrió sobre la marcha. Apenas empecé a trabajar adentro de un aula, me di cuenta que era lo que me gustaba hacer y que jamás me iba a aburrir de hacer eso”, agregó.

El reconocimiento y la despedida

Con respecto del aplauso y el reconocimiento recibido, Sánchez confesó que fue una sorpresa anticipada. Si bien el trámite jubilatorio ya está resuelto, formalmente presentará su renuncia en febrero. “Fue como un adelanto de la despedida, porque era el último día que venían los chicos a clase”, comentó.

Lejos de centrarse en lo personal, destacó el valor del afecto recibido: “Siempre es lindo recibir muestras de reconocimiento por lo que uno hace”. En ese sentido, definió a la comunidad educativa como un espacio profundamente cercano: “La comunidad de San Martín es prácticamente como una familia más, son muchísimos años de compartir cosas”.

Desde la institución, el mensaje de despedida concluyó con palabras que resumen el sentimiento colectivo: agradecieron tanto las lecciones impartidas en los libros como las enseñanzas de vida, y remarcaron que su legado seguirá presente en la memoria y en los logros de sus estudiantes. “Siempre será parte de nuestra escuela”, expresaron.

Con el cierre de esta etapa, Pablo Sánchez deja las aulas, pero su huella permanece en cada lectura compartida, en cada texto analizado y en cada estudiante que aprendió a mirar las palabras como una herramienta para comprender y transformar el mundo.