Desde compras comunitarias hasta ferias del usado, los “rebusques" contra la inflación
Ante situaciones económicas conflictivas resurgen mecanismos de la economía popular para llegar a fin de mes. Espacios dedicados a la venta ferial y compras en conjunto crecen al ritmo que impone la inflación. Los productos buscados por las familias son de los más variados.
Cuando el bolsillo aprieta, los consumidores empiezan a explotar distintos recursos para hacer valer hasta el último centavo del sufrido salario.
En medio de una creciente escalada de precios, que impacta en cada visita al supermercado, se llevan adelante estrategias que no son nuevas, pero surgieron con fuerza en los últimos meses, al estallar la crisis.
Una entidad social de nuestra ciudad tomó acción ante esta situación y coordinó compras comunitarias de frutas y verduras con precios convenientes. También las denominadas ventas de garaje o ferias americanas de productos usados se convierten en una buena opción para hacer compras en tiempos de crisis.
Ayer, la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro realizó una feria de muebles, vajilla, libros, electrodomésticos, adornos, ropa, calzado, herramientas, juguetes, entre otros artículos usados pero en buen estado de conservación, y fue un éxito en cuanto a convocatoria. El objetivo de esa comunidad católica era hacerse de recursos que luego destinará para financiar la ampliación de la capilla Nuestra Señora de Lourdes, de barrio La Milka. El de las cientos de personas que concurrieron era hallar ropa y accesorios en buenas condiciones a un precio bastante accesible. Todos ganan
Un paseo de compras en el que todos ganan (Fotos: Marcelo Suppo / La Voz de San Justo)
Desde muy temprano en la mañana, era palpable el interés de una gran cantidad de personas que visitaron el salón parroquial de barrio Sarmiento donde se llevaba a cabo la venta de garaje.
Ante la suba de precios, las ferias de garaje parecen tomar más fuerza en San Francisco. La organizada por una parroquia convocó a cientos de personas este domingo
"Podemos comprar un poco de todo"
Fernanda, una vecina del barrio y voluntaria de la parroquia, se mostró muy satisfecha con los elementos que consiguieron para poner en venta. "Las cosas donadas son muy lindas y tienen excelentes precios. En esto no solo recibimos la solidaridad de personas que se desprenden de sus cosas y las donan sino que también esto nos permite recibir a muchos que vienen buscando algo que puedan llevarse a buen precio y con eso reunimos el dinero que necesitamos para financiar la obra en la capilla de Lourdes. Todo fue súper económico para que todos puedan llevarse algo".
Verónica, una vecina de Frontera, se mostró muy entusiasmada con la oportunidad. "Esto está muy bueno. Me llevé un televisor, carteras y un bolso para hacer las compras. Para los que no nos alcanza la plata, acá hay precios accesibles y podemos comprar un poco de todo", comentó a LA VOZ DE SAN JUSTO.
La inflación sube, los precios se disparan y el salario no alcanza. La venta de garaje realizada ayer por una Iglesia atrajo a muchos vecinos por los precios accesibles
Adriana, vecina de barrio Roca, felicitó "la predisposición" de los organizadores de este emprendimiento y además explicó que "estas ferias son para ver las oportunidades. En mi caso, seguramente me llevaré algunas carteras. Suelo visitar con frecuencia estas ferias y muchas veces termino armando bolsones con lo que compro y luego también ayudo a otros que lo necesitan".
Los hombres tampoco quisieron perderse la feria. Según explicó Dante, un vecino de barrio Parque, quien estaba en compañía de su esposa y su cuñada, "esta es una iniciativa muy buena y es seguro que algo nos vamos a llevar. Mi esposa y mi cuñada ya compraron algo de bijouterie, carteras de cuero y zapatos. Además, es bueno venir para poder ayudar".
Se podían conseguir productos usados en buen estado y a precios accesibles
Juntarse para achicar el gasto
Desde Somos Viento, espacio cultural con sede en Juan de Garay 3297, se impulsan las compras comunitarias con el objetivo de fomentar las acciones conjuntas, la solidaridad y el aporte en comunidad.
Se organizan para que salga más barato y ayudarse entre todos. Averiguan precios, sacan cuentas, toman pedidos y hacen compras grandes.
De esta manera, mediante compras quincenales de frutas y verduras, unas 20 familias destinan 400 pesos con los cuales se compran los vegetales que luego son distribuidos entre los miembros del grupo.
María Depetris, colaboradora de Somos Viento, destacó en diálogo con este diario que "se fue formando un grupo con el objetivo de construir el concepto de lo comunitario. Acá no solo influye lo económico, porque detrás hay todo un trabajo que vamos haciendo para fortalecer el concepto de lo comunitario como sistema de vida".
Además de las compras, comentó que "algunos que tienen huerta aportan verduras y eso luego se comparte o se compra a esos compañeros".
Esta experiencia comenzó a tomar forma a mediados del año pasado cuando un grupo de personas decidió poner manos a la obra y encarar acciones pensando en resaltar el valor de la solidaridad. "Teníamos la experiencia de familias que trabajan de esa manera hasta que alguien del espacio habló con una persona y nos reunimos para ver si podíamos organizarnos, hasta que comenzamos con esta iniciativa", recordó Depetris .
Las compras comunitarias se materializan a partir del accionar de un verdulero que recibe el pedido del grupo y les provee las frutas y verduras que son compradas en Santa Fe.
La compra de los productos es decidida entre todos los integrantes del grupo. "Una vez que tenemos el dinero, se hace el pedido y el día que se va a retirar al menos un representante de cada familia tiene que estar presente. Los elementos comprados se dividen por la misma cantidad entre todos y en caso de que alguien no quiera algo, lo puede cambiar con otro del grupo".