Virginia Traverso, dueña de Deli
Deli, la tesis que terminó en un almacén natural
“Quería un proyecto que me apasione y que contribuya a la sociedad", aseguró Virgina Traverso. El almacén natural Deli ofrece gran cantidad y variedad de productos saludables y la mejor heladera de productos frescos de la ciudad.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
Tener una idea y llevarla a cabo es un reto enorme en estos tiempos que corren. A los desafíos, miedos y limitaciones personales hay que sumarle los contextos mundiales y nacionales que de alguna manera inciden en nuestras vidas.
Hace tres años, Virginia Traverso abrió las puertas del almacén natural Deli, -ubicado en Echeverría 325-, un emprendimiento que fue el tema de su tesis final para recibirse de Licenciada en Administración de Empresas.
“Mi profesor del seminario final nos sugirió hacer un emprendimiento que no existirá en San Francisco para explorar nuevos mercados. A mí siempre me gustó el tema de la comida saludable y el deporte. Además, mi marido es médico y siempre estamos relacionados con el tema del cuidado de la salud”, contó Virginia.
La emprendedora explicó que si bien existían en la ciudad comercios relacionados con estos rubros como dietéticas o supermercados, en la mayoría de ellos faltaban productos. También, había muchas personas que tienen ciertas enfermedades que deben consumir ciertos tipos de productos y que acá no estaban. “Como consumidora me pasaba que debía pedir cosas por internet porque acá no las traían o no podía consumirlas porque llevaban cadena de frío y no me garantizaban que llegara bien tras el envío”, aseguró.
Frente a esta situación y sumado otros factores, Virginia no dudó en ponerse en marcha y armar su propio emprendimiento aprovechando su tesina. “Quería un proyecto que me apasione y que contribuya a la sociedad”, afirmó.
Tras recibirse y obtener su título, la sanfrancisqueña comenzó a indagar en cómo poner en práctica lo que había proyectado en sus estudios. “En febrero de 2020 me fui de vacaciones a la Costa argentina y allí encontré un negocio que me encantó desde lo edilicio hasta cómo trataban a los productos. Volví del viaje con la idea de lo que quería hacer y me puse a trabajar en el local para poder instalar mi propio negocio”, indicó.
La pandemia, una oportunidad
Pero la pandemia del covid 19 frenó un poco el proyecto. “Nunca me imaginé atravesar esta situación y en la marcha fuimos sorteando las distintas dificultades que nos fueron apareciendo”, dijo Virginia.
Tras suspensión de actividades y las restricciones de circular, la comerciante fue intentando realizar las remodelaciones del edificio y coordinando con los distintos proveedores para abrir el local.
“Me acuerdo cuando se reabrieron las actividades, me fui el primer día con mi carpeta para inscribirme en la municipalidad. Mientras esperaba, una empleada me preguntó si estaba segura de querer abrir porque la mayoría de la gente daban de baja al comercio para cerrar definitivamente”, apuntó la emprendedora.
“Fueron momentos muy difíciles porque había mucha incertidumbre de lo que iba a pasar y nosotros habíamos invertido nuestros ahorros en este proyecto”, comentó. Y agregó: “Pero de toda crisis siempre se puede sacar el lado bueno y tener una oportunidad. Durante el confinamiento, el cuidado de la salud y una alimentación saludable fueron temas que se instalaron durante la pandemia entre la gente y nosotros aprovechamos ese envión proponiendo una propuesta diferente en la ciudad. Abrimos el local el 6 de agosto de 2020, ya llevamos tres años estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado”, señaló Virginia.
El cliente, un aliado
Con respecto a la oferta de productos que ofrece el negocio es muy amplia y fueron incorporando nuevas alternativas a través de estos tres años.
“Cuando empezamos teníamos los productos que yo consumía y aquellos que son típicos en una dietética como frutos secos, cereales, distintas harinas, granolas, pastas integrales, entre otras cosas”, indicó la comerciante. Pero en este tema resaltó lo que ella considera su punto fuerte en su local: “Acá el cliente, es un aliado. Nosotros estamos pendiente de lo que ellos nos piden y tratamos de conseguir los proveedores para asegurar su comercialización. Nos interesa que la gente que llega al negocio se vaya conforme y que consiga lo que está buscando”, afirmó la comerciante.
Entre los elegidos se pueden destacar el sector de frescos y congelados que ofrece una gran variedad de productos de diferentes orígenes. “Te doy un ejemplo – aportó la dueña- acá hay muchos niños y personas mayores que son celíacos o son alérgicos a la proteína de la leche de vaca. Para ellos hay diferentes productos panificados elaborados con diferentes harinas y otros de leches de origen natural que pueden consumirse perfectamente en estos casos”.
“Tenemos desde la leche hasta postres, quesos de distintos tipos, helados y yogures. Lo mejor es que el cliente puede auto servirse y leer las etiquetas para saber si son productos aptos para ellos”, sostuvo.
También resaltó que no va a poner a la venta productos que sean dañinos o promocionen “recetas mágicas” para algún problema de salud. “Yo sé que esos productos que aparecen en redes sociales podría ser muy beneficioso por las ventas que tienen, pero moral y éticamente iría en contra al espíritu y esencia de nuestra almacén natural”, afirmó.
Un gran equipo
Una de las ventajas de “Deli” es que es auto servicie y las personas pueden circular mirando los productos como en un supermercado. “A nuestros clientes le gusta leer las etiquetas y saber de qué componentes están elaborados cada productos. También estamos nosotros que brindamos atención al cliente cuando necesitan alguna información y contamos con una nutricionista que nos asesora en caso de alguna consulta muy específica”, indicó la emprendedora.
Dentro de ese equipo, Virginia destacó que se encuentra su mamá y que es de gran ayuda para el funcionamiento del local. “No puede elegir mejor coequiper para este este proyecto. Me siento apoyada y siempre está atenta a lo que nos pide la gente y eso nos permitió crecer y brindar el servicio que nosotros queremos”, finalizó.
¿Por qué Deli?
Virginia contó a LA VOZ DE SAN JUSTO que ese nombre es una reducción de la palabra delicioso. “Siempre cuando se habla de cuestiones saludables pocas veces se piensa o se lo relaciona con cosas ricas. Nuestro local quiere romper con ese mito y demuestra que comer sano y cuidando la salud también hay un montón de alternativas y propuestas deliciosas”.
Sino estás convencido… date una vuelta por Deli y te vas a sacar todas las dudas.
Almacén Natural Deli está ubicado en Echeverría 325, teléfono 3564-662277, en IG: deli.tienda.natural