Básquet
De Villa San Martín a Racing: el desafío de volver a creer

San Isidro ya dio muestras de carácter en estos playoffs y ahora necesita repetir la hazaña. Con la serie 0-2 ante Racing de Chivilcoy, el equipo está obligado a ganar en casa para seguir con vida y alimentar el sueño del ascenso a la Liga Nacional.
San Isidro se encuentra ante uno de los desafíos más importantes de la temporada: está disputando la gran final de la Liga Argentina frente a Racing de Chivilcoy, con el ascenso a la Liga Nacional en juego. Hasta el momento, la serie está 2 a 0 a favor de la “Academia” bonaerense, que llega a San Francisco con “match point” y la posibilidad concreta de barrer la serie.
En el primer juego, Racing fue ampliamente superior de principio a fin y se impuso por 88 a 68. El segundo partido fue distinto: San Isidro mostró una mejor versión, compitió de igual a igual, incluso por momentos fue más, pero terminó cayendo por 73 a 65. Un resultado que no reflejó lo que pasó en la cancha, donde el equipo de Sebastián Porta mereció más.
Lo cierto es que no es la primera vez que el “Santo” arranca cuesta arriba en una serie de playoffs. En el primer cruce del Torneo Clausura de la Conferencia Norte, cayó ante Independiente de Tucumán en suelo norteño, y luego estuvo obligado a ganar los dos partidos en San Francisco para avanzar. En ese momento, la serie era al mejor de tres, y San Isidro cumplió.
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Ya en cuartos de final, la serie pasó a ser al mejor de cinco. El rival fue Villa San Martín de Resistencia, Chaco. Allí también arrancó con el pie izquierdo: dos derrotas en tierras chaqueñas que lo obligaron a un esfuerzo extra en casa. Ganó el tercer partido con autoridad y luego barrió en el cuarto, con una gran actuación colectiva que forzó el quinto juego. En Chaco, los “Halcones” sacaron a relucir carácter, se impusieron por 63 a 61 y avanzaron a semifinales mostrando chapa de candidato.
Pero en semifinales se encontró con un rival durísimo: Sportivo Suardi. El equipo santafesino, que luego perdió la final del Clausura justamente con Racing de Chivilcoy, barrió la serie 3 a 0. Ganó el primer punto por 93 a 80 en el “Gigante de la Avenida”, repitió en el segundo con un 79 a 71 sólido, y cerró la llave en San Francisco con un ajustado 82 a 80. En ese último juego, San Isidro fue superior durante largos pasajes, pero no supo cerrarlo.
Por eso, ahora la historia vuelve a repetirse: el equipo de Porta está 0-2 abajo. Pero la historia también ofrece dos caminos ya recorridos. Uno, el de Villa San Martín, donde el equipo dio vuelta la serie con coraje y juego. El otro, el de Suardi, donde fue superado y eliminado sin atenuantes.
La diferencia es que esta vez no hay margen de error. Este lunes, desde las 21, en el estadio “Antonio Manno”, San Isidro debe ganar sí o sí para seguir con vida. Si pierde, Racing se consagra campeón de la Liga Argentina y asciende a la Liga Nacional, barriendo la serie y dejando al “Santo” con las manos vacías.
Los antecedentes marcan que el equipo puede. Que cuando juega en casa, y con el aliento de su gente, rinde. Que es capaz de remontar una serie desfavorable. Pero también que no puede permitirse errores. El lunes será clave. No será un partido más. Será una final, con todas las letras.
Y está claro que no serán los mismos partidos que se jugaron en Chivilcoy. En San Francisco, San Isidro tiene que hacer pesar la localía, mostrarse sólido desde el arranque, jugar con intensidad, con convicción y con el empuje de su gente. Solo así podrá estirar la serie al cuarto juego, que se jugaría el miércoles también en el “Manno”. Y, si todo sale bien, buscar un quinto partido decisivo en Chivilcoy.
Todo o nada. Ese es el escenario. Este lunes no solo se juega San Isidro. También se juega el orgullo de una ciudad que sueña con volver al lugar que le corresponde en el básquet nacional.