De San Francisco a correo secreto de Perón e ideólogo del Menem presidente

Se formó como periodista en LA VOZ DE SAN JUSTO. Incursionó en política y fue convocado por Perón para trabajar en Puerta de Hierro. Siempre militando para el peronismo, ocupó diferentes funciones legislativas e ideó la recordada campaña "Síganme" de Menem. La historia de Carlos "Chango" Funes.
Por Manuel Montali | LVSJ
Carlos Delcio "Chango" Funes, a lo largo de su vida, pareció ser de esos raros especímenes que hacen todo bien. Cualquier cosa que uno le pusiera entre manos le servía para destacarse. No es poca cosa, teniendo en cuenta que su magra formación la había recibido casi como un refugiado político en el campo, con secundario incompleto.
Había nacido el 14 de diciembre de 1940 en zona rural del departamento San Justo, provincia de Córdoba. Fue inscripto y pasó su infancia en Colonia San Bartolomé.
Por sus venas corría sangre de criollos y portugueses. Fue el cuarto de siete hermanos. Sus padres, Rafael (comisario del pueblo) e Isolina, habían sido militantes del peronismo local. Con su padre destituido de su puesto, y perseguidos, en tiempos de Revolución Libertadora, se trasladaron a bordo de un carro tirado a caballo a San Martín de las Escobas, departamento San Martín, provincia de Santa Fe, donde trabajaron como tamberos.
Carlos, tal como quedó registrado en su perfil en el Senado, recordaba haber sido bueno para parar ladrillos en los cortaderos, cuidar y alimentar cerdos, repartir soda y gaseosas a domicilio, confeccionar planillas con el peso de la hacienda en remates-ferias, ordeñar a mano, desempeñarse como operario en una fábrica de queso, realizar tareas de albañilería y otras faenas rurales. También se destacaba en el fútbol (jugaba a nivel semiprofesional en la primera división de la Liga del Oeste Santafesino).
Pese a no terminar el colegio secundario, era un gran lector, y escribía ensayos, cuentos y poesías. Además, se le daba bien la mecanografía.
Se mudó a San Francisco a los 19 años e ingresó a LA VOZ DE SAN JUSTO, cumpliendo distintas tareas como corrector y cronista, hasta llegar a ser secretario de redacción. Para entonces ya incursionaba también en el mundo publicitario y como asesor de prensa del municipio, tareas que serían el semillero de su actividad futura.
Tenía otros hobbies, como el teatro y sobre todo el ajedrez. Llegó a ser campeón juvenil de la Federación de Ajedrez de la provincia de Córdoba representando a San Francisco.
Como si todas estas personalidades no alcanzaran para una sola vida de pocos años, también componía y cantaba. Se cuenta que, cuando ya había comenzado a incursionar en política, rechazó contratos que podrían haberle deparado una carrera profesional. No obstante, algunos de sus temas serían famosos al ser interpretados por otros artistas, como nada más y nada menos que Alberto Cortez ("Miguitas de ternura", "Un pedacito de cielo", "Una vueltita más" y otras).
No dejó ni de cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, en 1961, en el Regimiento l4 de Caballería con sede en Villaguay, Entre Ríos, donde obtuvo Baja de Honor y Medalla "Pro Patria".
Por herencia familiar, estaba fascinado con la figura de Juan Domingo Perón. Estudiaba y escribía artículos sobre él.
Formó pareja con la sanfrancisqueña Nelly Menegón, hija de inmigrantes italianos, con quien tendría cuatro hijos: Fernando, Pablo, Luciana y Mercedes. La fecha que habían elegido para casarse, en 1964, era la más representativa del calendario justicialista: 17 de octubre.
A finales de ese mismo año se mudaron a Buenos Aires. No perdió nunca el vínculo con San Francisco e incluso se cuenta como benefactor de instituciones como el Pequeño Cottolengo Don Orione y el Colegio Superior San Martín, para el cual ayudó en 1973 en la gestión del edificio propio.
De Puerta de Hierro a "Síganme"
Ya en la capital, colaboró con diferentes medios gráficos, radiales y televisivos, así como en comunicación empresarial y pública. Comenzó a militar también más de lleno en las filas del justicialismo, sumando relaciones de todo ámbito.
Su hijo Pablo recordó a LA VOZ que, ya en la década de 1970, durante la dictadura de Agustín Lanusse y su proyecto de "Gran Acuerdo Nacional" (rechazado por el peronismo por entender que continuaba condicionando su participación política), "Chango" estaba compartiendo una mesa de bar en cercanías del Luna Park. "Apelando en parte a sus conocimientos ajedrecísticos, manifestó lo que él consideraba que debiera hacer Perón para salir del 'jaque' en el que Lanusse prácticamente lo había puesto". En esa misma mesa estaba Carlos Acuña, cantor de tangos que solía viajar a ver al "General" en su exilio de Puerta de Hierro, Madrid (España). El artista, que en esas visitas iba exclusivamente a cantar y no a hablar de política, dijo que haría una excepción, y le pidió a Funes que expusiera sus ideas por escrito para llevárselas a Perón en persona.
"Chango", de 31 años, fue entonces convocado por el mandatario y se convertiría en uno de los redactores del "Plan de los diez puntos", la respuesta del exmandatario a Lanusse para allanar su regreso a Argentina. Además, terminó asumiendo como responsable encubierto del correo privado del General, con tan buen desempeño que pasó desapercibido hasta por los servicios de inteligencia que nunca dejaban de digitar su actividad.
Fue en su estadía en Madrid que, cumpliendo el pedido de Perón de máxima discreción, se alojó en casa de Alberto Cortez, a quien no conocía, dando inicio a la relación artística entre ambos.
Siguió vinculado al "General" en su retorno y su asunción como presidente por tercera ocasión. Fue secretario general de la intervención de la provincia de Córdoba tras la destitución de Ricardo Obregón Cano. Según consignó en su libro "Perón y la guerra sucia", la última misión que le encomendó el "General" en vida fue hacer un acercamiento con la cúpula de "Montoneros" tras la histórica expulsión de la Plaza de Mayo en el acto por el "Día del Trabajo" de 1974.
El "Chango" fue deportista, artista, periodista, publicista y legislador, entre muchas otras actividades en las que se destacó. Aquí, conversando con Perón en su exilio en Madrid.
Tras su fallecimiento dos meses después, Funes renunció a la intervención en Córdoba y retomó tareas de prensa y difusión hasta el golpe de Estado de 1976.
Si bien no pesaba sobre él ninguna acusación de corrupción o mal desempeño en la función pública, su vínculo con Perón y su actividad dentro del justicialismo le valieron ser demorado e interrogado por el Ejército. Como repitiendo la historia de perseguido político de sus padres, decidió radicarse como ellos en provincia de Santa Fe, en Rosario, donde se desempeñó en medios de comunicación y publicidad.
Recién volvería a la arena política desde 1983. Integró la línea interna que se conoció como "Convocatoria Peronista", bajo la consigna "Renovación es volver a Perón". Y continuó cumpliendo diferentes roles hasta trabajar en la campaña presidencial de Carlos Menem, siendo el ideólogo del slogan "Síganme" y de los afiches publicitarios.
Muy cercano a Carlos Reutemann, colaboró también en su campaña para la gobernación santafesina de 1991, y fue diputado nacional entre 1993 y 1997. En 1999 fue elegido como diputado provincial, banca que abandonó en febrero de 2001 para reemplazar en el Senado nacional al fallecido Arturo Di Pietro. Asumió en la Cámara alta acompañado por la algarabía de un grupo de militantes entre los que se encontraba el hoy célebre bombista "Tula" (sí, el mismo que recibió el premio "The best" en representación de toda la hinchada argentina post Mundial 2022).
Falleció a los 60 años, el 29 de julio de 2001, víctima de un cáncer. En el Senado fue despedido con un minuto de silencio y una serie de discursos de los legisladores de todas las bancadas, donde se resaltaron sus cualidades políticas y humanas.
El velatorio se realizó en el Salón Azul del mismo Senado de la Nación.
Sus cenizas fueron esparcidas en el río Paraná, cerca de Rosario.
El legado del "Chango"
Carlos Delcio Funes, multifacético, dejó tres libros, canciones, poemas y varias campañas publicitarias para el recuerdo.
Dejó también su preocupación por la suerte inmediata de su Patria. Su hijo Pablo contó que "como buen ajedrecista que era tuvo una lectura anticipatoria de aquel escenario acontecido en diciembre de 2001".
Sus hijos no recibieron un patrimonio cuantioso. De hecho, su hija Mercedes recordó en diálogo con este medio que Carlos nunca escrituró una casa y, en la faz material, solo le heredaron un viejo automóvil Fiat Siena. "Su legado fue absolutamente moral, espiritual y de amor", aseguró la reconocida actriz. No es la única de los Funes que encausa en la actuación alguna de las muchas pasiones del padre, puesto que el resto de sus hijos también se han destacado en ramas como la poesía y el teatro.
Funes es autor de este libro en el que reseña su relación con el "General" y la coyuntura nacional en la década del '70.
"Su grupo de colegas y él creían fervientemente en el peronismo como una causa de unificación nacional y de oportunidades para todos. Era parte de un peronismo que hoy dejó de existir, porque el país cambió. No creo que esté representado por el kirchnerismo ni tampoco por el macrismo o cualquier partido que se la dé de popular pero con políticas neoliberales. El peronismo de papá era una utopía necesaria que le hizo muy bien al país", resume su hija.
Para ellos, como para quienes conocieron al "Chango", su vida se simboliza en una canción que él compuso y que luego popularizó Alberto Cortez. La gente, en las calles, busca miguitas de ternura. Al que le sobren, que las comparta.