Darío Sztajnszrajber: “Es mucho más fácil vivir agrietado”
El filósofo y ensayista que alcanzó mayor repercusión con el programa Mentira la Verdad, se presentará con "Pensar la Juventud: Identidad, Tiempo y Poder", charla que tendrá lugar mañana a las 19, en el Superdomo.
Por Juamps Lídiam
"Docente de filosofía, pincharrata, conductor de Mentira la Verdad y autor de ¿Para qué sirve la filosofía?", así se presenta Darío Sztajnszrajber en su cuenta de Twitter, incluso aclara como se pronuncia su apellido: shtain-shraiber.
En entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, el filósofo se refiere a diversos temas y afirma: "Me siento más feliz en el medio de una serie de conflictos gracias a los cuales se desenmascara una supuesta paz social que encubre, en realidad y casi siempre, algún tipo de sometimiento".
Según Darío, la filosofía posibilita una interrupción, la de la lógica productivista y utilitaria con la que se impone la cotidianeidad en nuestras acciones. "Es una especie de freno que abre un paréntesis y nos da la capacidad de poder encarar la pregunta por el sentido sin estar arrojados a la locura de la eficiencia que plantea muchas veces lo cotidiano".
Ante ello la pregunta por el por qué tiene más un objetivo de "generar un extrañamiento frente a todo aquello que nos rodea, descolocándolo de sus lugares naturales. Se ejerce así un cuestionamiento al sentido común, que es aquel que permite que las cosas funcionen pero que al mismo no permite que uno vuelva permanentemente sobre el sentido último de las mayorías de las cosas que nos rodean".
"Hoy más que nunca la filosofía resulta necesaria para no dejarse atrapar por ese sentido común hegemónico que, por lo general, en nombre de la practicidad y eficiencia, termina siendo funcional a un tipo de sistema donde siempre ganan los mismos y donde queda afuera la mayoría", añade.
La filosofía puede tomar la mano del arte
Programas como Mentira la Verdad permiten sacar a la filosofía del claustro académico y popularizarla, despojarla del elitismo.
"La divulgación echa mano a diferentes registros o géneros para lograr el objetivo de la socialización del saber y uno de ellos es el arte, que siempre ayuda a allanar ese camino, porque no solo facilita los conceptos sino que también los coloca en el plano de la sensibilidad, y cuando uno abre su emoción los conceptos se entienden mejor", explica.
La felicidad en el conflicto
Hablar con Darío requiere precisión en los conceptos. Ante la pregunta de si para alcanzar lo más cercano a la felicidad es necesario no tener un estado de conciencia permanente, responde: "Todo depende de cómo se defina la felicidad, hay un ideal que se lo conecta como ausencia de conflicto o imperturbabilidad, y me parece que en ese sentido el que percibe ese tipo de felicidad obviamente tiene que no visualizar ciertas cosas, hacerse un poco el tonto con uno mismo, o engañarse, es una figura muy interesante la de la automentira".
"Las cosas cotidianas me sacan el sueño pero las grandes cuestiones existenciales son las que al final le dan sentido a la vida, a la búsqueda, y estoy un poco en esa tensión".
"Después hay otras maneras de entender la felicidad -prosigue-, para mí no es un estadio al que se llega sino un accionar permanente que problematiza y 'conflictua' la realidad. Me siento más feliz en el medio de una serie de conflictos gracias a los cuales se desenmascara una supuesta paz social que encubre, en realidad y casi siempre, algún tipo de sometimiento. En nombre de la felicidad se han instalado y naturalizado una serie de verdades que terminan siendo funcionales a algunos y en nombre de esa supuesta normalidad se termina imponiendo una lectura sobre las cosas"
La facilidad de las grietas
El filósofo, asimismo, plantea la necesidad de entender la realidad con más matices en el marco actual, donde predomina la falta de cuestionamiento. "Lo que conocemos por grieta en filosofía se le llama pensamiento binario. Ateo-creyente, Boca-River, feminismo-machismo son diferentes grietas que disuelven la posibilidad de un pensamiento crítico, porque este pensamiento nunca es bipolar, nunca va a postular una idea como algo cerrado, oponiéndose a otra".
"En la política básicamente es donde más se visualiza la grieta, ideológicamente ser de izquierda o de derecha, pero todo es mucho más difuso por suerte. La última grieta planteó un choripán/antichoripán, tiene la misma lógica, en este sentido nadie está en ninguno de los dos extremos. Igualmente, a muchos les vino bárbaro colocarse en uno de los dos lugares, termina siendo funcional para ambos. Pero no somos pocos los que buscamos entender con más matices la realidad social en la que vivimos".
Por ello mismo no duda en afirmar que "es mucho más fácil vivir agrietado, lo difícil es poder vérselas uno con sus propias contradicciones, con todos los matices que tiene cualquier temática. En la política básicamente es donde más se visualiza la grieta, ideológicamente ser de izquierda o de derecha, pero todo es mucho más difuso por suerte. La última grieta planteó un choripán/antichoripán, tiene la misma lógica, en este sentido nadie está en ninguno de los dos extremos. Igualmente a muchos les vino bárbaro colocarse en uno de los dos lugares, termina siendo funcional para ambos. Pero no somos pocos los que buscamos entender con más matices la realidad social en la que vivimos. Desde ningún fanatismo se puede construir cultura democrática, porque el fanatismo niega al otro".
La tensión entre lo mundano
y las cuestiones existenciales
A un filósofo, como a todos, les preocupan las cuestiones que podríamos llamar mundanas, "me quita el sueño que te corten el gas y te quedes sin estufa en invierno, quedarte dormido y llegar tarde al trabajo o que se enferme uno de tus hijos".
"La angustia o conmoción existencial que sentía al principio de mi carrera ahora la tengo más trabajada, gracias a ese trabajo le fui encontrando nuevas modulaciones. Las cosas cotidianas me sacan el sueño pero las grandes cuestiones existenciales son las que al final le dan sentido a la vida, a la búsqueda y estoy un poco en esa tensión", precisa.
"Emancipar a la juventud"
Respecto a la charla de mañana, Darío adelanta que se pondrá el foco en la idea de juventud vigente, "una idea que está como vaciada de su relación con su propio tiempo, se piensa la juventud siempre desde la adultez, vivimos una cultura adulto-céntrica que irrumpe e invade las otras etapas de la vida, proyectando su propia necesidad al resto de los tiempos tales. Una charla que busca de algún modo emancipar a la juventud de esos condicionamientos y tratar de comprender qué tipo de identidad construye, cómo se relaciona con el tiempo y qué relaciones de poder existen en su interior".
El conflicto con la adultez es el siguiente, "cree representar mejor que el resto de las etapas el modelo de lo humano", en este sentido "se da una interesante compulsa en donde el joven debe estar desmarcándose de los prejuicios y condicionamientos que operan sobre él".
Entrada gratuita
La entrada a la charla es gratuita, aunque los interesados en asistir deben retirar las entradas en la oficina de la Secretaría de Desarrollo Económico, Social y Educativo mañana miércoles, de 7 a 13, en calle Libertad 1168.