Danyela Chavez: testimonio en primera persona sobre la trata y la fortaleza de seguir adelante

UNA TARDE DE 1050 dialogó con Danyela Chavez, oriunda de nuestra ciudad, quien tuvo una historia de vida muy dura. Desde pequeña fue duramente golpeada, ejerció la prostitución, fue separada de su hijo. Ella fue víctima de la trata y pudo recuperar su libertad, su vida.
La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y el sexo. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. En 2013, la Asamblea General de la ONU, sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial y se designó al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata.
Danyela Chavez tuvo una historia de vida muy dura. Desde pequeña fue duramente golpeada, ejerció la prostitución, fue separada de su hijo. Ella fue víctima de la trata y pudo recuperar su libertad, su vida.
"Yo gracias a Dios conocí a un gran compañero. Me escapé y no tenía dónde ir, qué ponerme. Estaba en Villa Mercedes, San Luis, y me escapé. Un domingo, después de un fin de semana de mucha violencia, decido llegar a la ruta y pedí que me llevaran. Un camionero me ayudó. Fueron dos días que pasé con el señor que se portó muy bien, no me pidió nada a cambio y su vida corría riesgo también", dijo Danyela Chavez en dialogo con AM 1050.
Danyela Chavez tuvo una historia de vida muy fuerte. "Trabajaba a partir de las 12 de la noche. A las nueve y media me llevaban a un paraje, trabajaba con camioneros. Ellos nos estaban vigilando. A lo largo de Villa Mercedes había 300 mujeres trabajando", comentó.
Por suerte, y en un momento de coraje, pudo salir adelante. "Cuando me escapé me la jugué, no pensé los riesgos. El camionero me deja en Río Cuarto. Tenía 18 años y tenía miedo de que me vieran, que informen. Hago dedo hasta San Francisco y cuando volví no tenía dónde estar", explicó Chavez.
Pero con su libertad no comenzaba la buena vida, ella regresó a su ciudad natal sin nada. "Por un plato de comida yo estaba, no me importaba lo que daba a cambio. A los 21 años me casé, padecí las peores violencias con él. Por golpes perdí a mi hija. Cuando falleció mi bebé pensé que no iba a poder salir", expresó Danyela.
A pesar de tanto dolor otro "ángel de la guarda" tocó su puerta. "Cuando me quedo sin nada, me reencontré con un conocido Rubén que siempre me ofreció lugar. Le dije que no tenía dónde estar, no tenía ni bombachas. Me recibió en Villa María en su casa y me dio bienestar para mi y para mis hijos", afirmó.
Ella se levanta día a día con un propósito: su familia. "No solo fue la trata de personas, sino también la violencia, la pérdida de mi hija, conocer el abuso que sufrió mi hijo. Y acá estoy por mis dos hijos que me esperan todos los días; ellos saben todo, en casa no ocultamos nada", dijo.
Danyela volvió hace seis años atrás a transitar por Villa Merecedes. "Volví a pasar hace seis años en el lugar y estaba todo cerrado. Me acuerdo el nombre del que me tenía y pregunté por él. Me topé con la desilusión de que seguía llevando chicas a la trata a grandes funcionarios de San Luis. No quise volver al mismo lado que me pasó todo lo peor, pude investigar, los lugares no están más. Fue muy fuerte volver", aseguró.
Pero no pudo hacer nada, no se animó a denunciar. "Qué vas a denunciar si la policía cubría todo eso. Me acuerdo de los nombres y los lugares, pero es muy difícil. El Estado abandona mucho a las chicas. Hay mujeres que quieren estar en sus casas con sus hijos y tener un trabajo digno y no les queda otra que pararse en una esquina para darle un plato de comida a sus niños", agregó Chavez.
Sin embargo y tras esa fuerte historia de vida Danyela se levanta todos los días con una enseñanza nueva, y con más fuerzas que nunca. "Lo que me va a sacar adelante, además del cariño de mi familia, es estudiar y nadie me va a callar", concluyó.
ESCUCHÁ LA NOTA