Día Mundial de la Audición
Cuidar la audición: realizarán una campaña preventiva en el Hospital
Desde el 4 al 8 de marzo, médicos del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Iturraspe realizarán controles para detectar problemas de audición en niños y adultos. La iniciativa se suma al Día mundial de la Audición cuyo lema este año es ¡Que el cuidado del oído y la audición sea una realidad para todo el mundo!.
Por Isabel Fernández|LVSJ
La pesquisa auditiva neonatal permite detectar problemas de audición, anticipa el diagnóstico y posibilita el tratamiento oportuno para que los niños alcancen una mejor calidad de vida.
El servicio de Otorrinolaringología del Hospital “J. B. Iturraspe”, se suma al Día Mundial de la Audición que se celebra cada 3 de marzo con el objetivo de crear conciencia sobre la pérdida auditiva, promoviendo el cuidado de la audición y el oído.
Por eso desde el 4 al 8 de marzo llevarán adelante una campaña preventiva que consistirá en la atención para la detección de problemas auditivos que se realizará los días lunes, martes, jueves y viernes de 7.30 a 10.
Este año la iniciativa propone un cambio de mentalidad. ¡Que el cuidado del oído y la audición sea una realidad para todo el mundo!.
Córdoba cuenta con el Programa Provincial de Detección Temprana Auditiva para la intervención en Hipoacusias Infantiles. La iniciativa busca garantizar el derecho de todo recién nacido a que se le estudie su capacidad auditiva y se brinda tratamiento en forma oportuna en caso de estar afectada.
“Por esta razón, el diagnóstico de pérdida de audición debe realizarse durante los primeros días de vida, brindando al niño la oportunidad de desarrollarse plenamente”, aseguraron a la LA VOZ DE SAN JUSTO los médicos otorrinolaringólos Dardo Odetti y Gustavo Biancotti.
Al contar con maternidad, el servicio de Otorrinolaringología y de Fonaudiología del Hospital Iturraspe trabaja como centro de diagnóstico y confirmación de la pérdida auditiva. “Si es necesario, los niños son derivados a centros de mayor complejidad a fin de realizar el estudio, no solo de la valoración del umbral auditivo de forma fehaciente, sino también de la búsqueda de la causa de la hipoacusia mediante la interacción de múltiples especialidades, especialmente genética y la realización de estudios moleculares. También la selección del equipamiento audioprotésico adecuado para la pérdida de audición, como son los audífonos, implantes auditivos de conducción ósea e implantes cocleares”, explicó Odetti.
Biancotti aclaró que la búsqueda de trastornos auditivos “no termina hasta después de los tres años de vida, porque hay pérdidas de audición que pueden aparecer luego del nacimiento. Lo que se busca con esta evaluación es que los niños se pesquisen en forma temprana para un desarrollo adecuado del lenguaje, que es adquirido a través de la audición”.
¿Qué es la audición?
La audición es la percepción de ondas sonoras que primero pasan por la oreja para luego llegar a los conductos auditivos externos y chocar con el tímpano, que vibra con ellas y estimula las células sensoriales de la audición, lo cual nos ayuda a percibir todos los sonidos del ambiente, entre ellos el más importante que es el lenguaje, que nos permite comunicarnos.
El servicio de ORL del Hospital Iturraspe atiende a niños y adultos que son diagnosticados y se encuentran en seguimiento con pérdida de la audición o hipoacusia.
“Actualmente en el nosocomio se realizan los procesos que van desde la detección y confirmación de la pérdida auditiva, el tratamiento de las mismas y en el caso de necesitar algún tipo de dispositivo de ayuda más compleja que un audífono, como implantes cocleares o de conducción ósea, son derivados a centros de mayor complejidad”, dijo el doctor Odetti.
Un síntoma tardío de una afección auditiva puede ser el retraso del lenguaje. Al referirse a las causas de pérdida de la audición, Biancotti afirmó que entre “el 60% y 70% de las causas son genéticas. De ese grupo, la mayoría se da por un mecanismo de transmisión recesivo, es decir que en la familia lo más frecuente es que no tengan antecedentes de hipoacusia. No sucede lo mismo con los mecanismos de transmisión dominante, que sí tienen antecedentes familiares, en general son de aparición tardía y se ven en la adultez”.
En tanto Odetti agregó que muchas patologías atendidas en el servicio, “son adquiridas y prevenibles. Algunas enfermedades en los recién nacidos prematuros, como la meningitis, hiperbilirrubinemia o la hipoxia pueden causar pérdida de la audición. Para que esto no suceda, son muchos los factores que se deben tener en cuenta: controles maternos, el cuidado neonatal y el calendario de vacunación completo. En aquellos niños que tienen factores de riesgo que favorezcan la aparición de una hipoacusia el seguimiento debe ser riguroso”.
“El resultado de la colocación de los implantes cocleares depende de muchos factores, siendo el principal la detección temprana, cuanto menos tiempo de privación sensorial padezca el niño, mejor pronóstico tendrá. Luego hay otros factores que tienen que ver con la causa, una malformación o puede asociarse a otros factores, sobre todos neurológicos”, explicó.
Hay pérdidas de audición genética o hereditarias que se dan por causas sindrómicas, es decir la pérdida de audición no es pura sino que está asociada a otra razón. Biancotti detalló que lo que sucede con estas patologías sindrómicas, que son las menos frecuentes, “es que cuando es diagnosticada, el médico tratante deriva al niño al servicio de ORL para que se valore la audición como parte de ese síndrome y el resultado y la evolución depende de con que se asocia la pérdida de la audición”.
Retardo del lenguaje y molestias por ruidos fuertes
El servicio también atiende niños a quienes por alguna razón no se les ha detectado la pérdida de audición y comienza a notarse en el ingreso escolar. Odetti comentó que el motivo más frecuente de consulta “es el retardo del lenguaje, lo cual se puede prevenir con los seguimientos del niño sano, ya que no solo se realiza la valoración del desarrollo motriz, del crecimiento físico, cognitivo, afectivo y social, sino también del lenguaje”.
“En los últimos años, los jóvenes han comenzado a consultar por lo general por tinnitis o acúfenos (zumbidos) o molestias de ruidos fuertes. Esto muchas veces se debe a la exposición de ruidos fuertes o al uso de auriculares. Esa pérdida de audición, llamada trauma acústico o hipoacusia inducida por el ruido, es una afección de las frecuencias agudas. Lo más probable es que cuando se realiza la valoración del umbral auditivo con una audiometría, se observa o detecta que ya tiene su hipoacusia, la cual, cuando se produce, es irreversible y progresiva si sigue con la exposición al ruido”, finalizó.