Vóley
Cuando volver es ganar: Anto Bossio y el Federal con El Tala
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Tras superar una grave lesión de ligamentos cruzados, la joven central sanfrancisqueña se prepara para disputar el Torneo Federal con el club que la formó. Un regreso cargado de esfuerzo, cabeza y sentido de pertenencia.
Hay regresos que valen más que cualquier resultado. Para Antonella Bossio, el próximo Torneo Federal representa mucho más que una competencia nacional: es la revancha personal después de una dura lesión y la posibilidad de volver a jugar en lo más alto con el club de sus amores, El Tala.
Con 19 años, Anto es producto genuino de la cantera del club. Empezó a jugar al vóley a los 11, casi por casualidad. “Llegué siguiendo a mi prima. Antes había hecho de todo: natación, ballet, varios deportes. Probé y me gustó”, recuerda. Desde entonces, transitó todas las divisiones en El Tala y debutó en Primera siendo todavía muy joven, a los 15 años.
Como ocurre habitualmente en el vóley, tuvo experiencias fuera de San Francisco a través de pases transitorios para disputar ligas nacionales. “Jugué una con San Isidro y otra con Las Varillas. En San Isidro crecí un montón, aprendí mucho porque eran chicas que ya tenían mucha experiencia”, cuenta. Pero fue justamente en una de esas ligas donde llegó el golpe más duro de su carrera.
En el último amistoso previo al viaje, Antonella sufrió la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla. “Fue todo muy rápido. Se me fue la rodilla y enseguida me hice una resonancia para saber qué tenía. Era justo antes de viajar, así que fue un bajón enorme”, relata. La lesión implicaba una recuperación larga, con meses fuera de la cancha y un desafío que iba más allá de lo físico.
“La primera semana es la más dolorosa, pero después lo más difícil es la cabeza”, confiesa. Acostumbrada a entrenar y competir, el parate forzado se volvió un desafío cotidiano. “Yo no puedo estar sin jugar al vóley. Me apoyé mucho en el psicólogo, miraba partidos, trataba de mantenerme conectada. En ese momento también estaba estudiando, así que eso me ayudó”.
Contra los plazos habituales, logró acortar los tiempos de recuperación y volvió a entrenar a los seis meses. En septiembre regresó progresivamente a las prácticas y hoy se siente plena. “Gracias a Dios no tengo dolor. Fue mucho trabajo mental para volver a confiar, pero hoy me siento bien”.
Ese proceso encuentra ahora su premio: disputar la Liga Federal con El Tala, del 3 al 12 de febrero en San Juan. “Ya jugué ligas, pero hacerlo con el club es otro sentimiento. Me enorgullece poder jugar un torneo nacional con esta camiseta”, afirma. El plantel se prepara con dobles turnos, amistosos y entrenamientos intensos incluso durante las fiestas.
“El grupo es muy unido, muy compañero. Hay chicas jóvenes y otras que volvieron al club. Somos competitivas, pero siempre para jugar contra el rival”, describe. También destaca el acompañamiento del cuerpo técnico, al que define como cercano y atento al día a día de las jugadoras.
Para Antonella Bossio, el Federal será mucho más que un torneo: será la confirmación de que el esfuerzo valió la pena. Una revancha personal, atravesada por la lesión, la cabeza y el amor por el club que siempre fue su casa.
