Cuando Fabricio mira hacia arriba: cazador de estrellas

"Fotografiar estrellas es muy lindo, nosotros no nos damos cuenta, pero la cantidad de estrellas fugaces que hay cuando te sentás con la cámara en el campo es enorme (...) ves el cielo de otra forma", asegura este joven fotógrafo de nuestra ciudad.
Por Manuel Ruiz
Controlar la luz. Hacer pasar la luz por una serie de parámetros y objetos para que eso se haga una foto.
Velocidad, apertura, diafragma, obturador, foco, ángulo, pulso, oportunidad, creatividad. Observación. Son solo algunos de los vectores que hay tener en cuenta para hacer una foto. Para que eso que se ve, o que está ahí en frente nuestro, se vea como nosotros queremos. Sino bueno, saque en automático.
A Fabricio Llanes, un fotógrafo sanfrancisqueño de 25 años que cursa el 5 año de la Licenciatura en Comunicación Social en el Centro Universitario San Francisco (Cusf), eso del manejo de la luz para hacer fotos lo maravilló cuando miró alrededor. Cuando observó que en la naturaleza que nos rodea como personas había una belleza enorme que merecía ser captada, pero que sin embargo, acá en la ciudad, no estaba siendo captada. O no como a él le gustaba.
A Fabricio le gustaba mirar para arriba, cuando el sol caía. Y la luz de las estrellas más chiquitas brillaba más que el naranja penetrante del alumbrado público.
En 2013 se equipó. Compró su primera cámara y un trípode, lo primeramente necesario para sacarle fotos a las estrellas, a la noche, a la negrura espesa del universo, que sabía que no era tan oscuro. Que brillaba precioso más allá de que el ojo humano quisiera o no.
-¿Por qué la fotografía?, ¿por qué hacer fotos?
Porque me gusta mucho el ámbito de la naturaleza y quería plasmarlo de alguna forma, y creo que a través de la fotografía se puede plasmar. Tratar de buscar algo lindo en San Francisco y la región, que parece una zona que visiblemente no es llamativa, tratar de hacerlo llamativo y visible me motivó, y aún me motiva, por eso.
-¿Ese es el eje de tu trabajo? ¿Es mostrar, contar fotográficamente lo que se ve desde San Francisco?
Contar fotográficamente San Francisco es una parte de lo que me gusta hacer, lo que realmente prefiero es sacarle fotos a las cosas que se ven imposibles para el ojo humano. Las fotos "macro", las estrellas, hacer la foto y ver cómo es el objeto en realidad, más detallado. Eso es más difícil técnicamente de lograr también.
Buscar las luces
Para lograr las fotos que quiere lograr, Llanes, le da al lugar desde donde fotografía, la locación, una importancia trascendental, realmente trascendental, porque como decíamos antes, el cielo que vemos desde bulevar 25 de Mayo, no es el cielo que se ve desde un camino perdido, entre Colonia Malbertina y Devoto, a 20 kilómetros de la ciudad. Para hacer lo que hace, Llanes necesita ponerse frente a frente, a la espesura incontenible del universo. Envolverse en esa oscuridad y desde ahí, buscar las luces.
"Me equipé especialmente para hacer fotos a las estrellas, y no tenía idea cómo era, me iba para el campo y sacaba y sacaba. La primera foto de estrellas que saqué me salió bien, eso fue muy importante, después tuve seguidillas de imágenes que no me gustaron lógicamente, y entonces tuve que aprender cuestiones más específicas de astronomía, de cartografía de los cielos, para que las fotos sean de la parte del cielo que a mí me gusta. La periferia de la ciudad está llena de cosas para retratar. El trayecto del campo a la ciudad, o viceversa, tiene una belleza impresionante, se puede buscar y encontrar belleza ahí, donde parece que no haya nada lindo para ver. Saliendo a pocos kilómetros de San Francisco, tenés campo y tenés mucha oscuridad y ya lo que ves en el cielo de noche es completamente distinto a lo que vemos desde la ciudad. Falta agua, montañas, pero hay otras cosas", confiesa.
-¿Cómo es el proceso de captura?
Trato de ir a explorar a la tarde y buscar lugares. Hay lugares muy buenos, y si no ir de una, explorar de noche, en moto, auto o bici. Ir solo es bastante estresante porque te puede llegar a dar miedo, se te pincha una rueda y te quedás varado lejos de la ciudad, por eso trato de ir con amigos. Cuando salgo a sacar, con mis amigos, busco un lugar, llego, instalo los equipos, ellos se quedan charlando, pasando el rato, y yo me voy a hacer fotos. Después, es el tiempo, yo puedo estar una o dos horas solo haciendo fotos. La gestación es lenta, depende en realidad de lo que yo quiero obtener, no es lo mismo sacarle una sola foto a la galaxia o hacer el "startrace", en donde hacés el recorrido que hacen las estrellas, y que la exposición dura horas. Ahí entra la paciencia, la tuya y la de tus amigos. Pero en realidad no se quejan, porque estás en un lugar tranquilo, en el campo, y en mi caso, lo mezclo con la fotografía. Es algo distinto y que está bueno para hacer.
"Fotografiar estrellas es muy lindo, nosotros no nos damos cuenta, pero la cantidad de estrellas fugaces que hay cuando te sentás con la cámara en el campo es enorme (...) ves el cielo de otra forma", asegura Llanes.
Para abajo también
El trabajo de Llanes (@fabirciollanes en Instagram, o Fabricio Llanes en Facebook) tiene mucho de la naturaleza, esa del campo a 20 kilómetros de acá; esa que se mezcla con edificios emblemáticos de la ciudad y esa que pasa ahí, al lado suyo, en el patio de su casa.
Para eso cambia las lentes gran angulares y elije los macro, esos que permiten un acercamiento al detalle a los objetos y, valga la redundancia, mostrar una imagen hiperdetallada de algo que solo veíamos en forma general: una mosca es una mosca, pero, ¿cómo son los ojos de una mosca? Con los lentes macro lo podemos saber. Y al hacerlo, al fotografiar en macro, logra algo bien similar a lo que pasa cuando Llanes mira para arriba y gatilla: muestra algo que no habíamos visto; que no nos habíamos sentado a ver; que no nos habíamos frenado para observar.
"Las fotos macro no pega mucho con la fotografía nocturna, pero es una forma de fotografías que te permite ver las cosas de otra manera. Todas las que he hecho las hice en el patio de casa. Tengo una planta, una rosa china, donde se ha formado un ecosistema grandísimo. Está lleno de bichos. Depredadores, depredados. Ves en detalles de otro mundo, el de los insectos, que por lo diminuto que es para nuestro ojo, no vemos y es maravilloso, porque viven en su mundo, con sus modos, sus formas, su rutina".
-¿Algo similar te pasa cuando sacás fotos de noche?
Sí. Fotografiar estrellas es muy lindo, nosotros no nos damos cuenta, pero la cantidad de estrellas fugaces que hay cuando te sentás con la cámara en el campo es enorme, es una sensación linda y ves el cielo de otra forma, es muy hermoso. Es gratificante.
"No estamos acostumbrados a mirar para arriba"
En la fotografía de Llanes hay un vector que tiene una preponderancia central: la paciencia, esa del cazador de imágenes que sabe que quiere cazar algo determinado, no lo primero que se cruce para comer. Hay en esa búsqueda determinada de la belleza, paciencia, hay oportunidad, hay capacidad, pero sigue habiendo lo que hubo al principio para Fabricio: hay una obnubilación casi infantil por la belleza que pasa más allá de eso que tenemos al frente y entonces hay una necesidad de mostrar eso con la belleza necesaria para que dentro de las mil fotos al días que podemos llegar a ver en épocas de superpoblación de imágenes en las redes sociales, eso te haga parar, frenar y salir a mirar lo que mira Fabricio.
"No estamos acostumbrados a mirar para arriba. Arriba se nos escapa de las manos, porque si te ponés a pensar qué hay arriba no entendés, es muy vasto el universo y no lo tratamos de comprender. Es muy grande, no tiene fin, no te cansás", dice Llanes mientras sigue arqueando el cuello para atrás y poniendo los ojos ahí, donde no se ve.