Cruces de ruta peligrosos
En un país con la infraestructura vial obsoleta como el nuestro, es inevitable que existan intersecciones de rutas a nivel. Pero algunos son verdaderas trampas por su diseño intrincado y confuso, lo que pone en peligro a quien por primera vez lo enfrenta. La seguridad en las carreteras de esta geografía dista mucho de ser la ideal, por lo que se impone una tarea intensa de prevención.
La crónica policial dio cuenta días atrás de un importante
accidente en el cruce de las rutas 13 y 66, en jurisdicción de la localidad
santafesina de Carlos Pellegrini. Allí chocaron por causas que se tratan de
establecer un camión y una camioneta, con el saldo de una persona gravemente
herida. Según se ha consignado, es el segundo choque que ocurre en esa
intersección en dos días y se atribuyen ambos episodios a fallas humanas y no a
la falta de visibilidad.
Este hecho hizo recordar de inmediato el trágico suceso acaecido en el cruce de las rutas 19 y 3, en inmediaciones de La Francia, entre un micro de larga distancia y un camión que tuvo un lamentable saldo de tres personas fallecidas, aunque en este caso el choque se pudo deber a la falta de visibilidad por la niebla. Ha vuelto de este modo una antigua preocupación que, en algunos casos, fue saldada con obras de infraestructura y en otros todavía persiste como rémora riesgosa: los cruces de ruta a nivel sin señalización adecuada que existen en varios sectores de esta amplia región del país.
Una intersección de rutas requiere de la máxima prudencia de los conductores. La atribución a fallas humanas en algunos accidentes puesto que la visibilidad es buena se torna pertinente en varios casos. La falta de educación vial y la imprudencia se aúnan para generar este tipo de situaciones dolorosas. Sin embargo, algunos diseños de cruces son un quebradero de cabeza para los conductores. Salvo quienes transitan a diario por ellos, la incertidumbre alcanza picos máximos cuando un vehículo se acerca y quien lo guía no acierta a comprender cuál es el camino que debe tomar. A veces, un conductor preocupado por no tener en claro la dirección que debe seguir, pierde noción de la peligrosidad del cruce.
De todos modos, es verdad que la responsabilidad de conductores y hasta peatones es evidente en algunos casos. Pero esto no elimina la necesidad de advertir sobre la potencial ocurrencia de siniestros graves con resultados trágicos debido a la confusión que generan los diseños de algunos cruces de ruta y a la falta de señales que avisen de su existencia y de su peligrosidad.
En un país con la infraestructura vial obsoleta como el nuestro, es inevitable que existan intersecciones de rutas a nivel. Pero algunos son verdaderas trampas por su diseño intrincado y confuso, lo que pone en peligro a quien por primera vez lo enfrenta. La recurrencia de accidentes ocurridos en los últimos meses obliga a la acción de los organismos de vialidad. Convendría la realización de un relevamiento exhaustivo de cada uno de los cruces de ruta en la región para tomar nota de sus falencias y revertirlas en el corto plazo. La seguridad en las carreteras de esta geografía dista mucho de ser la ideal, por lo que se impone una tarea intensa de prevención.