Cristina se reunió con legisladores oficialistas y disparó contra Bullrich

El encuentro se desarrolló a puertas cerradas, en medio del clima convulsionado de la última semana en que su figura volvió al centro del debate público. La vicepresidenta pronunció un discurso con varias definiciones políticas y embates contra la líder del PRO.
La vicepresidenta Cristina Fernández reunió hoy en el Congreso a la tropa oficialista del Senado y de la Cámara de Diputados, en lo que se leyó como un mensaje de unidad y respaldo del conjunto de las fuerzas políticas del Frente de Todos frente al recrudecimiento del conflicto con Juntos por el Cambio y el asedio judicial.
Fue en medio del clima convulsionado de la última semana en que su figura volvió al centro del debate público, a partir de lo que significó el pedido de condena a 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos en el alegato del fiscal federal Diego Luciani, en el marco de la causa Vialidad.
Del encuentro en el Salón Azul del Senado, donde la ex presidenta les habló a los legisladores durante poco más de 23 minutos, participaron representantes de las distintas tribus del peronismo y fuerzas aliadas del Frente de Todos: desde La Cámpora, pasando por los PJ provinciales, Frente Renovador, etcétera.
En todo el arco oficialista impera la convicción de que detrás del proceso judicial a la jefa del kirchnerismo, y del "accionar represivo" de la Policía de la Ciudad contra la militancia que espontáneamente y de forma masiva fue a llevarle su apoyo y solidaridad a su domicilio en Recoleta, hay un proceso de persecución política en curso que busca la estigmatización y la proscripción de las principales referencias del peronismo.
Un "palo" para Bullrich
En su mensaje, Cristina Kirchner embistió contra la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, a quien -sin nombrarla- tildó de "irracional" por no "importarle los costos" de la represión a la movilización social. También habló de "estigmatización" y revanchismo por los 12 años de gobierno popular, lo que a su criterio se vio reflejado en el pedido de condena de 12 años por parte de Luciani.
"Escuchar a alguien que tuvo responsabilidades institucionales y que las tiene desde la política, decir: ´no importa los costos que pueda tener el ejercicio de la seguridad´ Que es precisamente la misma persona que integraba el grupo que le hizo firmar al presidente (Fernando) De La Rúa el decreto de estado de sitio que terminó con 40 muertos y un gobierno inconcluso".
"Es más, la presidenta del partido sacó un tweet poco inteligente donde dice: ´12 años de gobierno, 12 años de condena´. Lo escribió y lo firmó. La verdad no sé si era la hora de la tarde y ya estaba medio... a esa hora", ironizó, en alusión a la creencia de una supuesta afinidad por la bebida alcohólica por parte de Bullrich.
Según la
vicepresidenta, el único objetivo es "estigmatizar" los 12 años de
Gobierno para que nadie se anime a repetir una gestión con ese sesgo político e
ideológico.
A su criterio, fueron "los 12 años más felices de las últimas décadas para todo el pueblo argentino" ya que "independientemente de cual fuera el color, la ideología o a quien hayan votado, los números son incontrastables" en cuanto al "nivel del salario, el nivel de las jubilaciones, el poder adquisitivo, el desarrollo industrial, el nivel de endeudamiento".
Por otra parte, sugirió que los volquetes de piedras fueron colocados cerca de los manifestantes de forma adrede para incitar a la violencia y luego culpabilizar al kirchnerismo. "Pero miles de personas se movilizaron y no hubo un desmán, nada, absolutamente nada. Porque además el peronismo es alegría, somos históricamente alegres", aseguró.
En la reunión que Cristina Kirchner encabezó fueron de la partida el titular del interbloque del Frente de Todos de la Cámara alta, el formoseño José Mayans, la presidenta de la bancada de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, el jefe del bloque oficialista de Diputados, el santafesino Germán Martínez.
También participaron, entre otros, la vicejefa del interbloque del Frente de Todos en el Senado, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, el senador neuquino Oscar Parrilli, el diputado porteño Eduardo Valdés, el sanjuanino José Luis Gioja y la diputada de La Cámpora y secretaria parlamentaria, Paula Penacca.
Un detalle curioso es que a los legisladores se les prohibió ingresar al Salón Azul con sus teléfonos celulares, que debieron depositar en una caja, para evitar cualquier tipo de filtraciones.
La convocatoria al encuentro se realizó bajó estricta reserva, al igual que ocurrió el lunes pasado cuando la vicepresidenta se reunión con referentes del movimiento de Derechos Humanos. El hermetismo volvió a ser la característica saliente de esta nueva manifestación de respaldo a la vicepresidenta.
"El clima en el FDT es de recomposición y unidad. Lo de Larreta del fin de semana unificó al peronismo", dijo una fuente del Senado a Clarín, en referencia a lo ocurrido el sábado en Recoleta frente al domicilio de la ex Presidenta, cuando la militancia kirchnerista se movilizó en repudió a las vallas colocadas por el jefe de Gobierno porteño.
Tras esta reunión, la acción se trasladó a la tradicional sede del Partido Justicialista, sobre la calle Matheu 130, en el barrio de Balvanera. Allí ya no estuvo físicamente Cristina Kirchner, pero ella fue el tema casi excluyente del cónclave que juntó a los líderes de todos los partidos políticos del Frente de Todos, junto a los referentes de las distintas vertientes del peronismo.