Crecer con los pies en la tierra

Proyecto Crecer vive semanas decisivas en el Torneo Absoluto de la Liga Regional San Francisco. El conjunto sanfrancisqueño está segundo en la Zona 3, con seis puntos, detrás de Almafuerte —que lidera con nueve— y por delante de Chipión, que aún no ha sumado. Si logra un buen resultado frente a Almafuerte, partido que podría disputarse el lunes, el equipo quedará prácticamente clasificado a la siguiente fase y cerrará una temporada que refleja el crecimiento sostenido de un proyecto que combina formación, identidad y competencia.

Bruno Bellotti, una de las figuras del plantel, habla con serenidad, pero también con entusiasmo. Llegó al club tras su paso por Deportivo Josefina, en la Liga Rafaelina, y asegura que su decisión tuvo que ver con algo más que lo deportivo. “Hablé con Omar Bosio y me interesó mucho el proyecto. Me atrajo el grupo, la forma de trabajar y la posibilidad de competir en un torneo exigente. Desde el primer día sentí que era el lugar indicado”, cuenta.

El jugador destaca la fortaleza colectiva del grupo, un rasgo que se nota dentro y fuera de la cancha. “Desde que arrancamos el año se formó un grupo muy lindo. Hay mucha unión, compañerismo y compromiso. Todos empujamos para el mismo lado: los jugadores, el cuerpo técnico, la gente que colabora. Ese ambiente nos ayudó a mantenernos fuertes en los momentos difíciles y a disfrutar de los buenos resultados”, afirma.

Con experiencia en diferentes ligas, Bruno valora el nivel del Torneo Absoluto y lo compara con el de la Liga Rafaelina. “La Liga Rafaelina siempre fue muy competitiva, con equipos que trabajan bien y con jugadores de jerarquía. Pero este Absoluto está a la altura. En la zona centro y norte se juega fuerte, con intensidad y buen nivel técnico. En general, el campeonato es parejo y eso lo hace atractivo”, explica.

Una de las particularidades del equipo es que uno de los goleadores juega de lateral derecho. “Nico tiene muchas cualidades ofensivas. Es incansable. Llega al área rival todo el tiempo, gana de arriba en la pelota parada y tiene mucho gol. Varios de mis tantos llegaron tras centros suyos. Tiene un despliegue impresionante”, reconoce Bruno entre risas.

Sobre su recorrido personal, recuerda con cariño sus años en Sportivo Belgrano, donde se formó futbolísticamente. “Fue el club que me dio todo. Estuve muchos años ahí, desde que salí del Baby. En 2016 no estuve, pero después volví hasta 2018. Le tengo un cariño enorme”, cuenta. También destaca su paso por Sociedad Sportiva Devoto, donde se encontró con una estructura sólida. “Es un club muy ordenado, con una idea clara y un nivel que podría tranquilamente competir en un Regional o en un Federal A. Muy profesional dentro y fuera de la cancha”, señala.

La charla deriva hacia el arraigo del fútbol en los pueblos de la región. Bruno asegura que hay una diferencia cultural respecto a lo que ocurre en la ciudad. “En los pueblos se vive con mucha pasión. Son hinchas del club de toda la vida. Vas a canchas donde la gente alienta sin parar, te empuja y hace sentir la localía. En Almafuerte, por ejemplo, la otra vez estábamos ganando y la gente se tiraba de las tribunas para alentar más fuerte. Eso te demuestra lo que genera el fútbol en esos lugares”, relata.

En cambio, en San Francisco la dinámica es distinta. “Acá está Sportivo en el Federal A, y eso hace que muchos se vuelquen a ese equipo. Los otros clubes quedan un poco opacados al lado, pero en los pueblos es distinto: el club es el centro de todo”, reflexiona.

En ese contexto, Crecer intenta construir una identidad propia. Más allá de ser reconocido por su semillero y su trabajo formativo, el club quiere ser protagonista también en la competencia local. “El objetivo que nos pusimos al principio del año fue clasificar al Absoluto y quedar entre los tres mejores de los equipos", asegura.

Bruno remarca que el grupo no se desvía del camino: “Vamos partido a partido, con humildad. Sabemos que no hay rivales fáciles y que el torneo es largo, pero estamos preparados. Tenemos un cuerpo técnico que trabaja muy bien, que nos exige y que nos hace creer en lo que hacemos”.

Proyecto Crecer combina juventud, experiencia y un estilo que lo identifica. No hay estridencias ni promesas grandilocuentes: hay trabajo, constancia y la convicción de que el crecimiento llega cuando las cosas se hacen bien. “Nos enfocamos en mejorar día a día. Si seguimos así, los resultados van a llegar solos”, cierra Bruno.

Con los pies firmes en el presente y la cabeza en lo que viene, el equipo busca escribir un nuevo capítulo en su historia. En silencio, pero con fuerza, Crecer sigue avanzando, fiel a su nombre y a su espíritu.