Policiales
Córdoba: un policía acusado de haber tomado fotos de sus compañeras en el baño podría ser exonerado
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/03/jefatura_central_de_policia_de_cordoba.png)
Los hechos habrían ocurrido en la Jefatura. Hay tres denuncias internas. Por ahora, el caso es investigado como una contravención. El Polo de la Mujer analiza el caso. En la cartera de Seguridad advierten que podría ser echado e ir preso.
Un nuevo escándalo sacude a la Policía de Córdoba. Recientemente salió a la luz un proceso de investigación interna que se mantenía bajo estricta reserva desde fines de julio, cuando una agente denunció haber sido víctima de un presunto ataque sexual dentro de la propia Jefatura de Policía.
La mujer relató que un compañero habría tomado fotografías mientras ella se encontraba en el baño del área de Medicina Laboral, ubicada en el subsuelo del edificio central de avenida Colón al 1250, en la Capital.
La primera denuncia se radicó el 28 de julio, pero la fuerza no difundió públicamente lo ocurrido ni el procedimiento interno que se inició de inmediato.
Según confirmó a este medio la directora general de Control e Investigación de las Fuerzas de Seguridad, Guadalupe Trillo, el caso se manejó “en estricta reserva para evitar la revictimización de la denunciante”.
Pero en ese mismo momento, el suboficial señalado fue identificado y cesanteado de manera inmediata, según informaron fuentes oficiales.
Sin embargo, con el avance de las actuaciones internas, el órgano de control recogió otras dos denuncias de igual tenor, elevando a tres el número total de casos.
Todas fueron expuestas también ante el Polo de la Mujer, donde actualmente se centraliza la investigación.
Contravención o delito: lo que definirá la suerte del policía
De acuerdo con fuentes oficiales, las tres denunciantes son mujeres policías que se desempeñan en la misma dependencia.
Una de ellas relató que, al ingresar al baño del área de Medicina Laboral, “vio una mano que asomaba por un hueco en la pared con un celular que la estaba fotografiando”.
Tras dar aviso inmediato, se inició un operativo interno que permitió identificar al sospechoso, un integrante de la fuerza en actividad.
Durante un allanamiento, se le secuestró el teléfono celular, en el cual se habrían hallado decenas de imágenes y videos tomados en los sanitarios de la Jefatura.
Hasta ahora, el acusado permanece en libertad y sin imputación formal, aunque se dictaron medidas perimetrales para proteger a las víctimas.
El caso está siendo atendido por la Unidad Judicial del Polo de la Mujer, especializada en hechos de violencia y abuso sexual. No obstante, altas fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron que la situación podría cambiar en las próximas horas.
Se espera que el expediente pase al Ministerio Público Fiscal, lo que implicaría un cambio de calificación legal.
Por ahora, el caso se trata como una contravención, pero todo indica que podría configurarse un delito contra la integridad sexual y la privacidad.
Si la causa avanza en el fuero penal, el policía involucrado podría quedar imputado y detenido.
Paralelamente, en el ámbito administrativo, su exoneración de la fuerza aparece como una medida inminente.
Proceso de investigación interno acorde al protocolo
Desde el organismo de control interno, Trillo sostuvo que el proceso “se ajusta a un protocolo estricto que busca preservar a las víctimas”.
La funcionaria explicó que su dependencia, compuesta íntegramente por personal civil, actúa bajo los lineamientos establecidos tras la creación del área luego del crimen de Blas Correas.
“Desde el primer momento se dispuso la situación pasiva del presunto autor y se actuó en conjunto con los mandos policiales, que colaboraron de manera inmediata. El objetivo fue identificarlo y poner todos los elementos a disposición de la Justicia”, indicaron fuentes involucradas al procedimiento interno.
En la cartera de Seguridad coincidieron en que el hecho “es gravísimo” y reconocieron que existe “un profundo malestar” dentro de la fuerza, especialmente entre las mujeres policías.
“Por más que fue puesto en pasiva, se investiga como contravención, y esta figura es benévola con el atacante”, advirtieron los propios uniformados.
Cómo fueron los hechos
El área de Medicina Laboral funciona en el subsuelo de la Jefatura de Policía, en un área ubicada en el subsuelo, a la que se llega tras sortear el ingreso principal del edificio.
Allí, según la investigación, el acusado habría aprovechado un pequeño hueco en la estructura del baño para apuntar con su celular a sus compañeras mientras utilizaban los sanitarios.
La situación generó una profunda conmoción interna. “Las mujeres de la fuerza están muy afectadas. No solo por lo que pasó, sino por el tratamiento que tuvo el caso”, señaló una fuente cercana a la investigación.
El acusado fue puesto en situación pasiva y separado de toda actividad operativa. Mientras tanto, el Polo de la Mujer continúa tomando testimonios y ampliando pruebas.
En paralelo, el organismo de control interno mantiene contacto con el Ministerio Público Fiscal para garantizar que la causa avance “con todo el peso de la ley”.