Policiales
Córdoba: fue detenido el policía que fotografiaba a compañeras en un baño de la Jefatura
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Germán Peralta, un efectivo que trabajaba en el área de Medicina Laboral, fue acusado por el fiscal Franco Pilnik de lesiones graves agravadas por violencia de género.
Continúa el escándalo en la Jefatura de la Policía de Córdoba tras la detención de un efectivo acusado de haber fotografiado a escondidas a decenas de compañeras mientras utilizaban el baño del área de Medicina Laboral, un sector sensible encargado de realizar los aptos psicológicos del personal.
El policía, identificado como Germán Peralta, trabajaba en el área central de Medicina Laboral y fue puesto bajo custodia luego de que la investigación revelara la existencia de un vasto archivo fotográfico y de video comprometedor en su celular.
La imputación: violencia de género y daño psicológico
El caso está siendo instruido por el fiscal Franco Pilnik, quien avanza en una imputación grave y contundente contra el uniformado. Según trascendió, el fiscal acusa a Peralta de lesiones graves agravadas por violencia de género y violación de domicilio. La figura de las lesiones graves se sustenta en el daño psicológico profundo infligido a las víctimas.
Los reportes indican que la cantidad de mujeres policías afectadas asciende a decenas, generando una onda de conmoción y repudio dentro de la fuerza.
El "modus operandi": una mano y un celular
Las denuncias comenzaron a radicarse a fines de agosto, luego de que las propias policías detectaran un patrón inquietante en el área de Medicina Laboral. El método de acoso era invasivo y furtivo: las víctimas notaron la presencia de una mano con un celular que era introducida en los cubículos de los baños para fotografiarlas.
Una de las afectadas, cuya identidad se mantiene en reserva, relató que el impacto psicológico ha sido tan severo que se encuentra con carpeta psiquiátrica hace más de dos meses. \"Estaba en el baño y de pronto vi una mano con un celular. No sé quién me estaba espiando\", fue su crudo testimonio.
La investigación se concentró rápidamente en el Polo de la Mujer, revelando que el cabo Peralta era quien presuntamente tenía en su poder las pruebas de su accionar.
