Continúan las protestas en España tras la detención del rapero Hásel

Pablo Rivadulla Duró está acusado de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. Su caso reavivó el debate en aquel país sobre la libertad de expresión.
Pablo Rivadulla Duró está acusado de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. Su caso reavivó el debate en aquel país sobre la libertad de expresión.
Otra jornada de protestas y desmanes callejeros se registró hoy en España, por tercer día consecutivo, especialmente en la ciudad de Barcelona, después de la detención del rapero Pablo Hasél, acusado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona de ese país.
Los manifestantes comenzaron a concentrarse en la céntrica plaza de Tetúan, en Barcelona, donde una banda de músicos y raperos interpretó varias canciones exigiendo la liberación de Hasél.
Allí, los seguidores del rapero encarcelado entonaron al unísono el grito de "Libertad, Pablo Hasél" y "Cataluña, antifascista", según reportaron medios de prensa españoles.
"Es mucho más que Pablo Hasél, es la chica a la que le quitaron un ojo", explicó uno de los manifestantes que tomó el micrófono y que protestó en contra del accionar policial durante los dos días anteriores de protestas callejeras.
El martes por la noche, una joven de 19 años perdió un ojo tras haber recibido el impacto de una bala de goma disparada por policías en el rostro.
Nueva condena
Este jueves, la Audiencia de Lleida confirmó otra condena de dos años y medio para el rapero por amenazar a un testigo de un juicio contra unos guardias urbanos en esa ciudad española.
El tribunal confirmó la sentencia que condenó a Hasél por los delitos de obstrucción a la Justicia, amenazas y maltrato de obra, según se informó.
Quienes llevaron a cabo las protestas también criticaron la cobertura de los medios españoles sobre el caso Hasél: "Prensa española, manipuladora", expresaron.
Luego algunos seguidores del rapero se encaminaron hacia el Departamento del Interior de la Generalitat de Cataluña, que estaba blindada por vallas instaladas por la Policía.
Un grupo de manifestantes se acercó al vallado, pero agentes antimotines lanzaron bombas de gases para disolver la concentración, lo que provocó que decenas de personas se alejasen de los alrededores del Departamento del Interior.
Hacia la noche en Barcelona seguidores del rapero, cuyo verdadero nombre es Pablo Rivadulla Duró, de 32 años, quemaron contenedores y apedrearon automóviles estacionados.
En ese contexto, un integrante de la Policía de la Generalidad- Mozos de Escuadra resultó herido en la cabeza.
Según medios de prensa locales, al menos seis fueron detenidas por desórdenes públicos, todas ellas por arrojar objetos y por otros actos vandálicos.
La detención del rapero reavivó en España el debate sobre la libertad de expresión y el excesivo castigo de los denominados delitos de opinión.