Sociedad
Consejo del obispo a políticos: “Es más sencillo ganar poder que usar de él para transformar un país”
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A pocas semanas de las elecciones legislativas, Sergio Buenanueva instó a los candidatos a reflexionar sobre la virtud de la humildad.
El obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, publicó en sus redes sociales una carta abierta dirigida —sin nombrarlos directamente— a los políticos y candidatos que competirán en las elecciones legislativas del 26 de octubre.
El texto, titulado “Consejo de lectura para políticos”, comienza con una frase que marcó el sentido del mensaje: “Si algún hombre o mujer de la política me pidiera un consejo de lectura para este tiempo intenso que vivimos, entre las muchas posibilidades, le aconsejaría lo que Santo Tomás de Aquino enseña sobre la virtud de la humildad”.
A partir de esa introducción, Buenanueva propone “despejar un malentendido” frecuente en el lenguaje cotidiano: “En nuestro hablar popular, ‘humilde’ es sinónimo de carenciado. Santo Tomás aclara: en ese sentido, la humildad no es una virtud”. Y añade, con la misma lógica tomista, que “el que se desmerece a sí mismo tampoco es virtuoso”.
Para el obispo, la humildad es una virtud fundamental en la vida espiritual y política, porque “nos hace conscientes de nuestros límites y defectos, refrena la soberbia de creernos más de lo que somos y nos ubica positivamente ante el bien arduo que nos atrae tanto como nos intimida”.
En su publicación, Buenanueva citó textualmente un pasaje de la Suma Teológica (II-IIae, q.161 a.1), donde Santo Tomás sostiene que la búsqueda de un bien arduo —como la justicia— requiere la combinación de dos virtudes:
“Una de ellas ha de atemperar y refrenar el ánimo, para que no aspire desmedidamente a las cosas excelsas, lo cual pertenece a la humildad; y la otra ha de fortalecer el ánimo contra la desesperación y empujarlo a desear las cosas grandes conforme a la recta razón, y es lo que hace la magnanimidad”.
Con ese marco filosófico, el obispo trazó un paralelismo con el presente político argentino. Recordó que “el domingo 26 de octubre los ciudadanos daremos nuestro veredicto inapelable” y advirtió que, al día siguiente, comenzará “un tiempo de construcción” en el que ganadores y perdedores deberán mostrar humildad.
“A unos y otros, el Congreso les abrirá sus recintos para darnos leyes justas. Unos y otros necesitarán humildad para reconocer que es más sencillo ganar poder que usar de él para transformar realmente un país”, escribió.
Buenanueva también aludió al clima de desencanto social y llamó a una reconstrucción paciente: “Humildad para reconstruir con paciencia su convivencia, sus instituciones y también su economía”, señaló, en referencia tanto a los dirigentes como a los ciudadanos.
El obispo concluyó su mensaje con un tono esperanzador, pero sin perder realismo: “Todos tendremos que echar mano de la virtud de la humildad, porque tendremos que seguir intentando mejorar la vida de todos con paciente perseverancia. Dios nos auxilia, pero no hace lo que nosotros tenemos que hacer”.