Conectar con uno mismo pintando emociones
Pinturas de todos los colores, cartón, yeso, madera, alambre, papel.. A través del arte del dibujo, la pintura, la creación de obras, escritura, etc., se pueden expresar los sentimientos, pintarlos, darles forma en una escultura o plasmarlos en una frase escrita y de esta manera desahogarnos y conocer más nuestro mundo interno. En esta nota, Cecilia Bianchi, Claudia Carobolante y Sandra Delgado cuentan cómo la pintura emocional les brinda salud.
Isabel Fernández|LVSJ
Muchas veces nos cuesta mucho sacar lo que sentimos, nos "guardamos" las emociones y lo que no sabemos es que por mucho que las reprimamos, el cuerpo las sigue experimentando lo que nos puede llevar a enfermarnos. Por eso es importante y saludable saber expresar las emociones sean buenas o malas.
A través del arte del dibujo, la pintura, la creación de obras, escritura, etc., se pueden expresar los sentimientos, pintarlos, darles forma en una escultura o plasmarlos en una frase escrita y de esta manera desahogarnos y conocer más nuestro mundo interno.
Pinturas de todos los colores, cartón, yeso, madera, alambre, papel y otros elementos esperan sobre la mesa del taller de terapia y pintura emocional, que se dicta en "Casa Arriba", en el que Claudia Carobolante, Sandra Delgado y Cecilia Bianchi encuentran un refugio y una herramienta que les ayuda a dejar fluir sus emociones y armonizar su vida después de pasar por circunstancias especiales o problemas de salud.
"Esta es una herramienta complementaria a una terapia psicológica, medicamentos, alimentación o ejercicio físico. Desde el arte se armoniza la parte espiritual, emocional, es un 'medicamento' sin efectos colaterales. Los brazos son como una extensión del alma y sin darnos cuenta estamos pintando lo que sentimos", coincidieron en afirmar en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.

"Cuando enfermé de cáncer el arte fue mi salvación, mi refugio", dijo Cecilia quien en un cuadro plasmó sus sentimientos con respecto a la mujer
"Mi salvación, mi refugio"
Cecilia es docente de arte y en el taller, además de realizar pinturas, es la encargada de guiar a las alumnas en esta forma de expresión emocional. El arte fue muy importante siempre en su vida especialmente cuando el cáncer impactó en su cuerpo y espíritu. Según ella afirma: fue su "salvación"
"Toda mi vida hice arte desde muy pequeña y cuando enfermé de cáncer el arte fue mi salvación, mi refugio, me permití hacer más cosas, que antes no me permitía. Ahí fue un cambio de chip, me di cuenta que el quererlo controlar todo, creer que todo lo podía y la rigidez que tenía me hacían daño", contó.
Recordó que cuando regresó al aula, pasadas las quimios, "no era más la misma porque había entendido que, así como el arte me había ayudado a sanar, a armonizarme; mi misión era volcar todo ese aprendizaje a los alumnos y todas las personas que necesiten tomar esta herramienta para expresar las emociones".
"Me permite ver lo que debo ver"
Claudia pasó por un mal trago en la vida y a pintura la ayudó muchísimo a encontrarse con su esencia. "Con esto encontré la posibilidad de expresarme -aseguró-. La pintura emocional desbloquea, permite encontrarse a uno mismo y estar seguro de uno mismo. Ver las cosas desde distintas perspectivas".
"Además de descargar la angustia, la tristeza o el estrés que tenga, la pintura emocional me permite ver lo que debo ver, porque toda situación difícil llega para enseñar algo y esto ayuda a poder ver lo que era necesario ver", dijo.
Afirmó que en los momentos de tormenta los colores y el dibujo la ayudaron a encontrar armonía. "Recuerdo que en uno de esos momentos dibujé un chakra -un centro de energía inmensurable situado en el cuerpo humano- y después empecé a pintar con las manos, tenía necesidad de sacar toda esa angustia, el dibujo quedó como un borrón pero ahí pude descargar todo lo que sentía".
"Después dejé secar todo y le di una mano de pintura blanca y volví a dibujar un chakra y elegí el de la vida. Ahora lo tengo colgado en el comedor, como un recuerdo", manifestó.
Claudia es docente y llevó al aula esta terapia que transmite a sus alumnos. "Es muy bueno porque se puede aplicar en todos los ámbitos de la vida", destacó.
Todos los colores
y texturas para dejar que las emociones fluyan a través del arte
"Un 'medicamento' sin efectos colaterales"
Para Sandra, desde el punto de vista de la salud, la pintura emocional "es muy buena, armoniza y es un 'medicamento' que no tiene efectos colaterales, pero es adictivo porque siempre se quiere hacer más".
"Es una forma de expresarme a través del arte de manera no consciente, no somos conscientes sobre qué sentimientos expresamos en el momento, después quizá si lo sabemos cuándo nos analizamos. En este taller pude encontrarme a mí misma como mujer, a mi arquetipo como mujer", aseguró.
Arte en libertad
El arte es la excusa para reunirnos y la herramienta para poder expresar las emociones, destacó Cecilia. "En este caso no hay una técnica, ni una base, es libre, las emociones salen espontáneamente y se expresan en el lienzo, la escultura o el trabajo que se esté realizando", explicó.
Por ejemplo pueden elegir hacer una cartapesta "pero lo importante que en esa cartapesta puedan ver el amasar, el tomar contacto con el material, el saber por qué necesitan poner esa textura, pero no desde el aspecto estético. Elige colocar la textura porque las ideas le pesan a la persona, siente que todo tira para abajo, por eso depende de las personas hay algunos materiales que se ofrecen más que otros en el taller".
Recordó que los colores "tienen un significado colectivo y universal, por ejemplo el color rojo se asocia al amor pero cuando se habla con algunas personas que tienen algún recuerdo con ese color que quizá es trágico, como muerte o pérdida. Entonces también los colores tienen un significado personal, de acuerdo a la experiencia de cada uno, la pintura es resonancia, vibración".