Con otra mentalidad: Federico Bay ante su segunda Doble San Francisco–Miramar

Federico Bay vive los días previos a la Doble San Francisco–Miramar con una mezcla de ansiedad, foco y una sensación clara: esta edición la encara distinto. Él mismo lo reconoce sin rodeos: “Esta edición de la Doble la encaro con más experiencia y más horas arriba de la bici comparado con el año pasado. Yo corrí una sola edición. La encaro de otra manera, con otra cabeza”. Y esa frase, que parece simple, resume un proceso largo, físico y mental, que lo fue acompañando durante todo el año.

Su formación en el triatlón siempre estuvo presente, pero la decisión de este año fue otra: “Yo vengo del Tria, este año me planteé como objetivo mejorar la bicicleta”, explica. El cambio no fue pequeño. Llegó con más carreras que nunca, con participación en el Campeonato Cordobés y con el desgaste –y aprendizaje– que solo las rutas largas te dejan. Incluso un obstáculo grande lo obligó a adaptarse: “A principios de año tuve un accidente que me lesionó el hombro, pero corrí bastantes carreras de ruta y agarré más experiencia”.
En esa búsqueda de crecimiento aparece uno de los puntos que más insiste: la dificultad de moverse dentro del pelotón. “Voy a tratar de mejorar la del año anterior y tratar de moverme con los muchachos del pelotón, que es bastante complicado ir ahí porque van bastante fuerte”, reconoce.

Cuando piensa en lo que se va a encontrar el fin de semana, vuelve a la imagen que le quedó marcada de la edición pasada: “Espero un ritmo bastante fuerte en la rodada y la intensidad que siempre tuvo esta carrera. La verdad que el año pasado me dejó recontra sorprendido con lo fuerte que van los de élite”. Desde ese recuerdo se arma una estrategia simple: “Tratar de acomodarme dentro del pelotón e ir lo más adelante posible. Viendo las oportunidades que se van dando en la carrera: la fuga. Tratar de ir, de achicar espacios si se forman varios pelotones. Tratar de estar lo más adelante posible para obtener un buen resultado”.

Su preparación fue tan extensa como exigente: “Los aspectos clave de preparación para esta carrera son las horas arriba de la bici y el tema nutricional”. Y ahí vuelve a valorar el trabajo cercano: “Quiero destacar la función de mi entrenador Aníbal Gaviglio, que la verdad se puso la diez: me armó un plan de nutrición y un plan de entrenamientos bastante extenso y muy bien adaptado a lo que es el ciclismo”.

Él mismo dimensiona lo que implicaron esas semanas de carga: “Había semanas en las que tenía más de 20 horas arriba de la bici, que es durísimo. Días con 4 o 5 horas de bici. Y más complicado llevarlo con el tema nutricional. Tratar de buscar una suplementación buena arriba y abajo de la bici”. Todo ese proceso lo acompañó durante el año completo: “El tiempo que me demandó preparar esta carrera fue pensando todo el año”. También menciona otro apoyo fundamental: “Quiero destacar el plan Formar de Agroideas que me brindó gimnasio, a los profes Flor, Joaquín y Matías. Ellos me vienen acompañando hace dos años en mi preparación”.

Y entonces aparece el costado humano, el que no siempre se dice pero pesa: “Mentalmente estoy un poco cansado, porque tantas horas en la bici te desgastan y ahora solo queda aguantar”.

Cuando se trata de objetivos, la respuesta es honesta: “El objetivo concreto es siempre terminar la carrera, es muy dura y ya terminarla es un gran logro”. Pero como él mismo reconoce, la experiencia te cambia: “Ya al correr una se vuelve ambicioso. La idea sería terminar un poco más adelante que el año pasado. Me gustaría estar en el top 20 o en el top 10, pero lo veo muy difícil porque vienen ciclistas muy buenos de todo el país”. Sin embargo, confía en su preparación: “Vengo bastante bien en el tema físico, me preparé bastante bien”.

Así llega Federico a su segunda Doble: con cansancio, con determinación y con un año completo de trabajo empujándolo hacia adelante. Todo con una idea clara en la cabeza: correrla distinto, correrla mejor.