Sociedad
Con nueva gestión privada, el Hogar Diehl proyecta ampliar su capacidad

Fue privatizado por el municipio y ahora es gestionado por la residencia geriátrica El Milagro SRL. Su nuevo director, Gerardo Benavidez, firmó una concesión por 10 años y proyecta transformarlo en una institución referente en la región, con más camas, personal capacitado y una atención integral para los adultos mayores. “La sociedad necesita espacios dignos para envejecer”, dijo.
Después de 31 años bajo el cuidado de las hermanas de la congregación San Carlos Borromeo, el Hogar Diehl de Sienra —fundado en 1994 sobre tierras donadas por Josefina Diehl— inició el 1° de junio una nueva etapa. Mediante un convenio de concesión con el municipio, la residencia geriátrica privada El Milagro SRL asumió la gestión del histórico establecimiento camino a Plaza San Francisco.
El nuevo responsable es Gerardo Alberto Benavidez, médico geriatra con 25 años de trayectoria, quien también dirige otros centros de cuidado en Colonia San Bartolomé y Las Varillas. “Me llamaron en marzo para ofrecerme el lugar, ya que las hermanas habían decidido dejar la institución. Era un desafío importante y acepté con mucho compromiso”, explicó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
El convenio con la municipalidad que establece una gestión privada por un período de 10 años. Durante ese tiempo, la empresa deberá abonar un canon mensual al Estado local, además de hacerse cargo íntegramente de las inversiones necesarias, el mantenimiento edilicio y la contratación del personal. “Nosotros pagamos un canon, pero todo lo que es infraestructura, habilitaciones, personal y funcionamiento está bajo nuestra responsabilidad como institución privada”, detalló Benavidez.

El objetivo de Benavidez es claro: profesionalizar el hogar, ampliar su capacidad a 44 camas —hoy cuenta con 40—, y convertirlo en “una institución modelo en el interior cordobés”. Para lograrlo, ya inició un plan de mejoras edilicias e incorporación de personal, con un enfoque centrado en la dignidad y los derechos de los adultos mayores.
“Estamos invirtiendo fuerte. Ya destinamos más de 30 millones de pesos en obras, electricidad, pintura, todo lo necesario para tener habilitaciones provinciales y nacionales. Nuestro desafío no es solo mantener el hogar, sino elevarlo en calidad y atención”, remarcó.
Aunque ahora el hogar está bajo gestión privada, sigue siendo la única institución en San Francisco con convenio vigente con PAMI, lo que permite el acceso de adultos mayores con cobertura estatal. Benavidez destacó que eso es clave para la inclusión: “Acá adentro todos son iguales. Comen lo mismo, reciben la misma atención, y eso también es justicia social”.

“Hay mucha demanda: ya tenemos lista de espera”
La transición, según él, no fue complicada. Se mantuvo el 80% del personal y se incorporaron nuevos profesionales, totalizando un equipo de 25 personas. Su hija, la psicóloga Sofía Benavidez, coordina los equipos interdisciplinarios que incluyen terapia ocupacional, nutrición, actividades recreativas, entre otras. “Nuestra política es la profesionalización del cuidado. Eso implica formación, vocación y compromiso”, señaló.
La experiencia previa de Benavidez en procesos similares fue clave. En Las Varillas ya había transformado una residencia que dependía de la Iglesia en un hogar que él mismo define como “referente en la región”. Ahora quiere replicar ese modelo en San Francisco. Pero con una convicción adicional: dignificar la vejez.
“La gente a veces relega al adulto mayor, lo ve como una carga económica. Nosotros queremos mostrar que pueden vivir con dignidad, con cuidados, con respeto. Pensamos esto como una prolongación del hogar. Incluso ellos participan en decisiones: eligen colores, opinan sobre los cambios. Este es su espacio, no venimos a imponer nada, sino a convivir”, explicó.

Benavidez sabe que el contexto económico y sanitario del país presenta desafíos, especialmente con la incertidumbre que rodea a PAMI. Pero prefiere enfocarse en lo que sí puede hacer: garantizar calidad sin resignar derechos. “Siempre se puede ampliar, pero con calidad. No vamos a crecer a cualquier precio. No se trata de cantidad, sino de brindar un lugar digno”, aseguró.

Ya hay lista de espera para ingresar, y la demanda sigue creciendo. “Hay necesidad. Cada vez más familias buscan estos espacios. Y aunque lo ideal es que el adulto mayor esté en su casa, a veces no se puede. Por eso las residencias deben ser una alternativa válida y segura. Nosotros trabajamos para que lo sean”, afirmó.

Su visión del cuidado es integral: “No es solo dormir y comer. Es salud, recreación, actividades, compañía. También cuidamos al personal, que es la herramienta más valiosa. Queremos que se sientan parte, que crezcan con nosotros”.


“La profesionalización del cuidado es nuestro eje de trabajo”
Para el futuro, Benavidez no descarta expandir el hogar si las condiciones lo permiten. Pero insiste: primero calidad, luego cantidad. “Uno nunca piensa en su propia vejez, pero yo llevo 25 años en esto y me digo: si algún día me toca, quiero estar en un lugar así. Por eso este proyecto me emociona. Queremos que sea un hogar modelo, y darle tranquilidad a las familias de los abuelos que viven acá”.