Con la vista al cielo: un recorrido por las otras iglesias

Varios templos no católicos conviven en nuestra ciudad. Además de su religión, estos edificios donde habita la fe se destacan por los rasgos de una arquitectura sagrada. Recorrimos algunos de ellos para conocerlos por fuera y por dentro.
Por Ivana Acosta
Los edificios religiosos en la ciudad dicen mucho, algunos no tienen cruces, ni estatuas, pero irradian de igual manera espiritualidad.
Los credos tienen eso, mística y revelación. Tres entidades religiosas abrieron sus puertas a LA VOZ DE SAN JUSTO para conocer la importancia que tienen sus edificaciones y lo que sucede allí adentro.
Algunos edificios pasan desapercibidos y otros, sorprenden con su extensión y arquitectura; tienen vida durante todo el día y hasta en la noche. No son lugares comunes, son centros de reunión y comunión más allá del nombre y de la congregación para la que nacieron.
¿Qué los diferencia? ¿Quiénes son los que asisten? La religión es un misterio, pero las congregaciones de los Testigos de Jehová, Iglesia de los Santos de los Últimos Días (mormones) y Nueva Vida (cristianos evangélicos) empiezan a desandar ese camino que como destino común tiene a Dios.
Los testigos de Jehová, Rubén
Piumetti y Cristian Serra, contaron que el Salón del Reino fue construido
gracias al trabajo de los voluntarios
Testigos de Jehová: son uno en el mundo
Los Ancianos - como se denomina a los dirigentes de la cofradía -, Rubén Piumetti y Cristian Serra, esperan en la puerta del Salón del Reino de calle Jonas Salk 541, en barrio Catedral, uno de los centros de reunión de los Testigos de Jehová, que además es el más nuevo. "Tardó aproximadamente 45 días en construirse y fue sólo con trabajo voluntario tanto de hombres como mujeres", comentan mientras ingresaos al recinto.
Alrededor no hay mucho, no difiere de un auditorio como en cualquier otro lugar. No hay cruces, ni imágenes, tampoco vírgenes o algún santo: "Entendemos que existe María como la madre de Jesús que lo engendró por medio del Espíritu Santo. Fue una excelente persona y ejemplo porque la eligió Dios, pero no hay adoración hacia ella y lo mismo para con los santos, porque Dios dijo que sólo a él le debemos adoración, es un Dios celoso - dice la biblia - que quiere dedicación exclusiva".
Entrar al Salón del Reino es emotivo porque esta comunidad abre gentilmente las puertas al lugar sagrado donde se encuentran para reforzar cual es la mejor forma de seguir las enseñanzas que el Señor dejó en la Biblia.
Las preguntas son muchas, porque todo lo que nos es ajeno a nuestra idiosincrasia siempre es particular y visto con ojos de asombro. En Internet se puede acceder y conocer cómo será cada reunión en todo el mundo ya que se hace lo mismo en todas partes en una misma semana: "Acá nos preparamos y después vamos a la calle a predicar las buenas nuevas del reino, que es lo que dijo Jesús porque así damos a conocer su voluntad en el mundo".
Aunque la tarea es ardua, diaria y permanente, está puertas afuera. ¿El objetivo? Ser uno de los 144.000 elegidos de Dios para integrar su Reino el día que Él venga a restaurar la paz a la Tierra, sin sufrimientos ni maldad.
En Nueva Vida las luces de la iglesia evangélica nunca se apagan y aunque allí concentran sus actividades despliegan una gran labor en otras instituciones
Una "igle" siempre abierta
En Gutiérrez 2255, en barrio Roca, se erige un edificio vidriado que irradia luminosidad más allá de si hay sol o está nublado, si es de día o de noche. Aunque el lugar es relativamente nuevo, los miembros de la Iglesia Cristiana Evangélica "Nueva Vida" no lo son, ya que se asentaron en San Francisco hace unos 35 años. A medida que fue creciendo la congregación también lo hizo el espacio hasta alcanzar las dimensiones actuales, de hecho, hoy abriga a 500 miembros aproximadamente.
El pastor a cargo, Gerardo Ferace, nos acompaña a recorrer esa casa de Dios para que podamos conocer un poco más de la fe cristiana evangélica. El hombre explicó que, aunque hay varias ramificaciones y cada iglesia de este tipo, cada una mantiene su identidad y formas, todas comparten la misma doctrina cardinal.
"Tenemos nuestra raíz en las enseñanzas de Cristo y estamos identificados con el movimiento de la Reforma Protestante, del siglo XVI. En esta comunidad hay gente que confesó su fe en Jesucristo como su señor y salvador y participa no solo de los servicios sino de las actividades de la iglesia o sus ministerios", expresó Ferace.
La base de su fe está en la palabra de Dios, el tema central es el mensaje de Jesucristo. Por eso éste y otros templos cristianos tienen como particularidad la ausencia de imágenes u objetos, en coincidencia, con la tradición judeocristiana: "Cuando Dios le dijo al pueblo los mandamientos prohibió la inclinación a las imágenes, e indicó que solo se adoraría a Dios".
Aunque se realiza una reunión central los domingos, el énfasis de la iglesia está en las actividades que también se realizan fuera de esas cuatro paredes. "Hay más de 30 grupos de estudios bíblicos que son células donde la gente se reúne a orar, estudiar la Biblia o compartir sus necesidades. Tenemos programas para la enseñanza de la palabra que acompaña a las personas desde los 3 años hasta la universidad y vamos a los hospitales, cárceles, asesoramos y acompañamos a quienes sufren de adicciones", describió.
En Gutiérrez 2255, en barrio Roca, la Iglesia Cristiana Evangélica "Nueva Vida"
Ferace indicó que, si bien el edificio es importante, el fuerte está en las personas y actividades de quienes la conforman. En cada reunión ese lugar se llena de alegría por Dios, por eso cuenta con un amplio auditorio donde no hay imágenes o esculturas, pero sí se lee y siente la fortaleza que encuentran en Jesús y Dios. Sus servicios dominicales tienen espacios de oración y cancioneros.
Por otro lado, en las adyacencias existen aulas donde trabajan por grupos. Por ejemplo "los viernes a la noche los chicos de hasta 18 años comparten actividades donde abordan temáticas desde la religión que atienden a los adolescentes", mientras que los sábados los que superan los 18 hacen lo mismo. "Por eso, a la hora que se pase por donde está la iglesia, incluso de noche siempre va a ver luz", aclaró el pastor.
Popularmente conocidos como mormones, los miembros de esta comunidad no piden mucho a cambio, sólo tiempo para ser escuchados, dicen los obispos
Dos capillas, una fe
La última parada está en Av. 9 de septiembre y Falucho, en barrio 9 Septiembre, donde habita la congregación mormona. Un amplio terreno se abre ante nuestros ojos y una edificación imponente. Adentro nos esperan los obispos Javier Bustos y Darío Vivas que están a cargo de las capillas locales de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD).
Entrar en ese recinto invade el cuerpo de respeto y espiritualidad cuanto menos, al igual que en los otros. Se puede apreciar en la generosidad de los obispos la alegría de que su credo se conozca un poco más: "Este salón para nosotros es sagrado, porque acá se hace la reunión sacramental del otorgamiento del cuerpo y la sangre de Jesucristo. En la Santa Cena reparte a la gente el pan (en relación al sacrificio físico de Jesús) y la sangre (el interior) ahí hacemos un convenio renovado en esforzarnos para ser como Cristo".
En los grandes conglomerados urbanos, los templos se distinguen por la presencia de un ángel en las pirámides, Moroni, que apunta a Jerusalén.
En la ciudad, no hay templos, sino capillas las cuales se distinguen por sus terminaciones piramidales, la amplitud del terreno y también por sus miembros que no se quedan entre cuatro paredes, sino que tienen misioneros en todo el mundo dando a conocer la palabra de Dios.
Puertas adentro, comentaron los obispos hay actividades durante toda la semana y los domingos hay una reunión central. "En este, que es el salón principal se realiza la última reunión donde la familia está toda junta, antes nos dividimos en grupos. No hay un clero profesional a cargo, sino que todas las semanas se designa a alguien para que de mensajes específicos de aliento a la familia y lo hacen desde un púlpito", sostuvieron los anfitriones.
Al igual que con los Testigos de Jehová, responden a una estructura internacional, donde cada domingo se conoce y puede ver también en internet cómo se llevará a cabo la reunión de igual forma en cada templo y capilla.
El templo mormón de Av. 9 de septiembre y Falucho
Alrededor no hay imágenes ni cruces, aunque sí se ven cuadros alusivos a la travesía de Jesús en la Tierra en los pasillos del edificio: "Nosotros creemos en la trinidad Dios padre, hijo y espíritu santo. Consideramos que todo el que se esfuerza por ser como Cristo puede ser considerado como santo, pero no hacemos alabanzas. No tenemos imágenes de la Virgen María sabemos que fue especial y tuvo al salvador del mundo, pero nunca le rezamos a nadie que no sea Dios".
Los obispos subrayaron que su iglesia no fue fundada sino "restaurada" tras las revelaciones de Dios y Jesucristo al profeta Joseph Smith en 1800 en los Estados Unidos: "Él cuestionaba porque todas las iglesias decían formas distintas cosas para hacer lo que dijo Cristo. Leyendo las escrituras supo la respuesta y pidió sabiduría al Señor". Con esto se terminó un tiempo de "apostacía" donde "los cielos dejaron de hablar" cuando los apóstoles fueron perseguidos por su prédica: "Ya no había conexión con la Tierra. La iglesia organizada por Dios se perdió y las enseñanzas, aunque sin líder quedaron acá. Eso terminó cuando Dios le habló a Joseph Smith, ahí se abrieron los cielos porque él recibió las llaves para restaurar el Reino de Dios en la Tierra".
La casa de la comunidad mormona, por dentro
A los miembros de esta comunidad religiosa se los conoce como mormones, aunque no es su denominación oficial: "Viene del Libro del Mormón un libro escrito en las Américas mientras la Biblia lo hacía en el viejo mundo, contiene la historia de los profetas que vivieron acá".
Al terminar el recorrido solo queda una idea en el aire. Abrirle las puertas a estas personas siempre será buena idea, independientemente que se crea o no en Dios, porque en estos tiempos las buenas nuevas siempre son bienvenidas.