Con barbijo y distanciados, pero más relajados en la cuarentena
Mucha gente se relajó con las medidas preventivas y sale a las calles, situación que advirtieron desde el municipio que no baja la guardia y sigue con los controles.
A pesar de que la flexibilización que esperaban muchos sectores no llegó, la sensación es que para muchos, la cuarentena parece haber terminado.
En San Francisco "existe un porcentaje de relajamiento", admitió el intendente García Aresca y lo atribuyó a "un mayor movimiento en las calles debido a la apertura de algunas actividades a medida que surgían nuevos decretos nacionales" que sumaron nuevos exceptuados al aislamiento obligatorio.
Basta con recorrer algunos sectores ara darse cuenta que las calles casi desiertas ya no son una postal de las últimas horas, en la cuarta semana de confinamiento.
Las filas de los supermercados, las farmacias y los locales de pago electrónico parecen interminables; también hay más autos transitando y algunos controles fijos ya no están. No obstante, los sanfrancisqueños siguen cumpliendo dos medidas muy importantes para prevenir el coronavirus: el distanciamiento social y el uso del barbijo al salir de sus hogares.
"Nadie está persiguiendo a nadie", aclaró el intendente para explicar que "como municipio y provincia hacemos un trabajo de control y prevención y los resultados están al ver que otros países se relajaron y las consecuencias fueron graves".
Los especialistas que asesoran a Alberto Fernández y a su Gabinete sostienen que la única vacuna que tenemos contra el coronavirus es quedarse en casa. Hasta ahora los datos han estado a favor de esa medida. El mapa mundial del comportamiento del virus en el mundo revela que en aquellos lugares donde el aislamiento no fue prioritario, los contagios y las muertes parecen incontrolables.
Admiten
cierto "relajamiento" de la cuarentena
Es obligatorio el distanciamiento social y usar "tapabocas", medidas que son cumplidas a rajatabla por los sanfrancisqueños, como herramientas contra la pandemia de Covid -19, que se suman al aislamiento que por cierto, también es obligatorio. Que el uso de un elemento de protección no haga que la gente se relaje con lo verdaderamente importante, que es quedarse en casa.