Compañía y amistad, el valioso regalo de estudiantes para los chicos de la Residencia
Actualmente residen en la institución siete varones, de entre 8 y 17 años, que cuyos derechos han sido vulnerados y sufren situaciones familiares bastante difíciles.
Aunque las necesidades económicas son muchas, los chicos de la Residencia Infanto Juvenil de varones recibieron ayer un gesto de solidaridad muy valioso: la amistad y la compañía de estudiantes de distintos colegios secundarios que por unas horas dedicaron su tiempo a compartir la merienda, juegos, espectáculos y charlas.
Actualmente residen en la institución siete varones, de entre 8 y 17 años, que cuyos derechos han sido vulnerados y sufren situaciones familiares bastante difíciles.
La iniciativa surgió de un proyecto solidario de las escuelas Eempa Nº 1062 "Gral. Don José de San Martín", de Frontera, y Proa de San Francisco, al que se sumaron también establecimientos educativos como el Pablo VI, Isficana, Ipem Nº 222 "Agr. Américo Almes Milani", Ipem Nº 145 "Dr. Francisco Ravetti" y el Ipet Nº 264 "Teodoro Astegiano".
Todos juntos compartieron una tarde agradable que incluyó la merienda con torta, gaseosas, mates, espectáculos, la actuación de dos murgas, la comparsa Sol y Luna y varios números musicales de distintos estilos.
María José Apendino, responsable de gestión de la Residencia Infanto Juvenil de varones, afirmó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que el objetivo de la actividad fue el de resaltar los valores: "Llegaron jóvenes estudiantes de distintas escuelas para donar su tiempo, amistad, cariño y compartir con los niños y jóvenes de la residencia". "Muchas veces la gente viene a la residencia preguntando qué necesitamos y la mayoría de las veces la gente cree que es lo material, ropa, zapatillas o alimentos. Hoy estamos en una sociedad en la que es tan difícil donar amor, cariño, amistad y eso también es muy valioso", remarcó.
Apendino sostuvo que los chicos de la residencia hoy están todos escolarizados y que el objetivo también es que hagan actividades normales para los chicos de su edad. "Tenemos un equipo técnico que brinda contención de sus emociones. Por eso agrademos mucho la posibilidad que nos brindan muchos lugares que nos abren las puertas ya que los chicos practican natación, paddle, equinoterapia, entre otras cosas", remarcó.
Las tortas, los mates y las gaseosas
fueron parte de una tarde gris pero llena de felicidad.
Por otro lado, la responsable de la institución invitó a las familias y a la comunidad a acercarse a la residencia y acompañar a los chicos: "La residencia es una institución y aunque se intenta que sea como un hogar, los chicos necesitan tener contacto con las familias. Aunque tenemos varias que se acercan, nuestro objetivo es que haya más familias que los inviten un domingo a compartir un almuerzo o la merienda, no hace falta que sea a todos, sino tal vez con uno o con dos, eso es muy valioso".
Pensar en el otro
Por su parte, el profesor Gonzalo Giuliano, quien participó de la jornada, destacó: "La iniciativa surgió totalmente de los alumnos y estoy orgulloso de eso, porque no son gente que van solamente tras lo académico sino también tras lo humano, que piensan en los demás".
"Esto muy importante para los chicos de esta institución, que tienen problemáticas severas, es una forma que socialicen un tiempo con distintos sectores de la ciudad, tomar un mate, ver una película o charlar -dijo-. Ellos también necesitan una mano y no solamente económica, de toda la sociedad".
Por último, Giulano agradeció la participación de los alumnos, de las instituciones y comercios que "nos ayudaron para poder llevar adelante este evento, ya que contribuyeron con torta, alimentos y todo lo necesario para una fiesta".