Sociedad
Claudia Méndez: “La inspección abrió mi mente y corazón y me permitió conocer otras realidades”
Claudia Méndez, inspectora de Educación Técnica, habló sobre sus 15 años en este rol y sus desafíos en un contexto cada vez más cambiante.
Por Stefanía Musso | LVSJ
En el segundo piso de la sede de Gobierno de Córdoba donde funciona en nuestra ciudad el Ministerio de Educación de la Provincia, hay un escritorio con carpetas y biblióratos azules amontonados. Detrás de ellas, suena constantemente un teléfono celular.
En medio de todo ello, está la inspectora de Educación Técnica Zona X perteneciente a la Dirección General de Educación Técnica y Formación Profesional del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, Claudia Méndez trabajando a destajo para que todo marche y funcione en las de 29 ofertas técnicas del departamento San Justo que ella inspecciona.
Empatía, acompañamiento, apoyo. También rigurosidad, cumplimiento de las tareas, de las normas y lograr que toda la comunidad educativa funcione son los valores y obligaciones de Méndez desde hace 15 años frente a la comunidad educativa.
En este 30 de septiembre, Día de la Inspectora de Escuelas, Claudia Méndez habló con LA VOZ DE SAN JUSTO del orgullo que le da su trabajo, el que elige día a día y de la importancia de valorar a los estudiantes para que den todo de sí.
El rol
Con 15 años en el ámbito de la inspección escolar pero en su caso dedicado a las escuelas técnicas, Claudia comentó que ser inspectora es “acompañar a las escuelas, las comunidades educativas, las familias, los docentes y por sobretodo a los estudiantes. Resumo mi rol con la palabra acompañamiento. Es un rol complejo en estos tiempos porque exige mucha escucha y empatía de ponerse en el lugar del otro todo el tiempo”.
“El que se acerca a mí, viene con una necesidad de solucionar un problema. Colaborar en la resolución es hacerlo de la manera más empática, pacífica y tolerante que se pueda”.
“Estamos en tiempos pos pandemia y todos quieren resolver sus inconvenientes de inmediato. Hay una necesidad de tomarse el tiempo de solucionar los problemas como se debe”, agregó Méndez.
La mujer, que nunca detiene su recorrido afirmó que “cuando voy a las escuelas, ingreso a las aulas y me tomo un momento para hablar con ellos porque creo que habilitándoles la palabra es desde donde no puede aprender para mejorar. Son ellos los que tienen la palabra adecuada”.
“Cuando se valoran las capacidades de los chicos, hay un estudiante que nos va a deslumbrar”.
Para estar más cerca de los chicos y comunicarse con ellos, Méndez cuenta con una página de Facebook y un sitio en Instagram. “Ellos me pidieron una vía de comunicación para contarme qué les pasa en la escuela, Me adapte con las redes sociales y por ese modo, los escucho, los atiendo y les demuestro la confianza en sus capacidades”.
En cuanto a los desafíos que enfrenta, Méndez enumeró que “hay problemas que tienen que ver con la convivencia dentro y fuera de la escuela y que influye en el ámbito escolar. Pero eso no solo se refiere a los estudiantes; también incluye a personal de limpieza, a las familias, a los educadores.
“En muchos pueblos, la única oferta educativa es la escuela técnica y por eso, tenemos que estar presentes”, confió.
La educación técnica
Desde hace un tiempo, la educación técnica ocupa un lugar relevante en la oferta educativa. “Tanto las escuelas técnicas como las ProA o los PIT tienen un nexo muy importante con el entorno socio productivo de cada localidad porque no solo preparan para la vida sino también para el ámbito del trabajo. En estas escuelas hacemos pasantías que abran las puertas al trabajo real y muchos pasantes quedan efectivos en esos lugares. Ese es el gran reconocimiento”.
Para Méndez, “la educación se fue adaptando al cambio y fue necesario porque no podemos pensar en educar a un estudiante del siglo 21 como un siglo atrás. Hay que estar capacitados en nuevas tecnologías y ellas ingresaron ya a la vida educativa porque es necesario formarlas en ellos por eso, hoy las escuelas técnicas cuentan con los recursos necesarios para dar
Sobre las ProA, las cuales marcan un precedente en su tipo en todo el país y más nuestra ciudad que fue cuna de la primera de ellas, Méndez manifestó: “Son escuelas que apuestan a la innovación educativa con edificios de primera generación y forma a los estudiantes en biotecnología o desarrollo de software que son parte de la demanda que tiene la sociedad hoy”.
Elegir y ejercer con pasión
Méndez comenzó su carrera como maestra de grado en su pueblo, Balnearia. Luego, surgió la oportunidad de ser profesora de todas las escuelas de su lugar, pero cuando se casó, se mudó a La Paquita con su familia y allí comenzó su ejercicio como docente.
Luego, surgió la posibilidad del cargo como directora de la Ipea N°240 “Manuel Carrizo”: “Me animé a rendir para el cargo para ver si podía ocupar ese lugar y puede hacerlo por ocho años haya que surgió la posibilidad de la inspección.
La docente rindió como inspectora suplente siendo madre reciente de su tercera hija. “Tenía que viajar de La Paquita a San Francisco y desde aquí, a todo el departamento San Justo”.
Cuando asumí en el 2008, lo hice con una actitud de servicio. Al igual cuando fui directora de escuela en La Paquita, profesora y docente de grado en Balnearia. Lo que me motiva a seguir adelante es el amor y la confianza de lao estudiantes.
Yo voy donde me necesitan que esté porque quiero que cada escuela dé y haga lo mejor para sus estudiantes pero que ellos también sean los mejores
“Sueño que todos los chicos y chicas tengan una educación de calidad y que sean escuchados. La inspección abrió mi mente y corazón y me permitió conocer otras realidades”, finalizó Méndez.