Cirugía bariátrica: ¿quiénes pueden operarse y qué técnicas son las más utilizadas?

La cirugía bariátrica (CB) consiste en un conjunto de procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad y se convierte en una alternativa terapéutica eficaz cuanto el tratamiento convencional no llega a los resultados esperados.
No todos tienen la
indicación de realizarse la cirugía ya que depende del grado de
obesidad que sufra el paciente. Además la persona que sea
intervenida debe realizar antes de la operación una dieta para
lograr una pérdida de peso la pérdida de peso que facilite el acto
quirúrgico y luego un tratamiento nutricional que permita mantener
los nutrientes adecuados.
Luego de la cirugía es fundamental que la persona adopte hábitos saludables de alimentación y realice actividad física para mantener el peso adecuado y no volver a caer en la obesidad. ¿Cuándo se indica la cirugía?, ¿Existen distintos tipos?, ¿Cómo se hace la evaluación nutricional?.
El cirujano general Luciano Canavese (MP-40541), Miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y la licenciada en Nutrición, María Paula Marsón (MP3414) del equipo trandisciplinario de Cirugía de la Obesidad de la Clínica Regional del Este de nuestra ciudad explicaron en qué consiste la intervención y cómo es el tratamiento nutricional que se indica.
El doctor Canavese remarcó que para esta cirugía "existen indicaciones médicas y también regulaciones por ley. Las indicaciones médicas a nivel mundial dicen que todo paciente con un índice de masa corporal mayor de 35 y una comorbilidad, o sea una enfermedad asociada, tendría indicación de cirugía bariátrica, o un índice de masa corporal mayor de 40 sin necesidad de sufrir una enfermedad asociada".
Por otro lado añadió que la Ley 26396 de Prevención y control de los trastornos alimentarios. Obesidad, bulimia y anorexia nerviosa "establece que toda obra social debería cubrir el procedimiento a todo paciente con índice de masa corporal mayor de 40".
Asimismo Canavese afirmó que en la actualidad "hay muchos trabajos que establecen que pacientes con índice de masa corporal de 30 a 35, con más de tres enfermedades asociadas, diabetes, dislipemia que aumenta el colesterol o triglicéridos en sangre e hipertensión arterial tendrían indicación de cirugía".
Los niveles de obesidad se clasifican de acuerdo al índice de masa corporal (IMC). Canavese detalló que un "IMC de 19 a 25 es normal, de 25 a 30 sobrepeso, de 30 a 35 obesidad de primer grado, de 35 a 40 obesidad de segundo grado, de 40 a 50 obesidad de tercer grado o mórbida y más de 50 obesidad super mórbida".
"La indicación de la cirugía bariátrica no solo depende del índice de masa corporal sino que además el paciente tiene que contar con un apto clínico, psicológico y nutricional, no solamente por tener el índice de masa corporal más alto de 40 todo paciente debería operarse", afirmó el médico.
Tipos de cirugía
El doctor Canavese recordó que se realizan "dos tipos de cirugía: la gastrectomía en manga (sleeve) y el by pass gástrico. Se puede optar según el paciente y las enfermedades asociadas".
Explicó que las cirugías "se dividen en restrictivas y mixtas. De las restrictivas la manga gástrica es el ejemplo más utilizado donde se construye un estómago nuevo tubular donde antes tenía una forma previa de bolsa, en cuanto a las mixtas se encuentra el by pass gástrico que es un puente entre un nuevo estomago (más chico) al intestino salteando parte de estómago e intestino".
En cuanto al riesgo, aseguró que tiene "el mismo que toda cirugía, el tipo de obesidad que presente el paciente será lo que determinará el riesgo de la cirugía. No es lo mismo un paciente que se hace una cirugía simple restrictiva con un indice de masa corporal de 40 que un paciente que se hace la misma cirugía y tiene un índice de masa corporal de 60".
El Dr. Luciano Canavese y la licenciada María Paula Marsón explicaron todo lo que hay que saber sobre la cirugía bariátrica.
La preparación y la evaluación nutricional
La evaluación, la preparación y el seguimiento médico-nutricional del paciente son decisivos para el éxito de la cirugía, por eso es fundamental contar con un equipo interdisciplinario entrenado en el manejo bariátrico pre y posquirúrgico, con una propuesta de tratamiento.
Al respecto el doctor Canavese explicó que la evaluación preoperatoria "debe focalizarse en los siguientes aspectos: historia médica exhaustiva, historia psicosocial, examen físico, test de laboratorio y exámenes complementarios apropiados para valorar el riesgo quirúrgico".
"En todos los pacientes deberían ser evaluadas las causas de la obesidad y las enfermedades vinculadas a ella, especialmente aquellos factores que pudieran atentar contra la conveniencia de la cirugía", dijo.
Se deben tener en cuenta los "antecedentes familiares de obesidad, consumo de medicamentos que produzcan aumento de peso, malos hábitos alimentarios y sedentarismo".
Dieta antes y después de la cirugía
Por su parte, la licenciada en Nutrición, María Paula Marsón remarcó que la evaluación nutricional del paciente "permite obtener un diagnóstico de su situación actual y de su evolución en el tiempo después de la cirugía bariátrica. Se realiza un tratamiento nutricional prequirúrgico y otro después de la intervención".
La licenciada aseguró que existe consenso acerca de que "la pérdida de peso preoperatoria está asociada a una disminución del tamaño hepático y de la grasa intraabdominal, lo que facilita el acto quirúrgico, al mejorar la exposición de los campos operatorios, acortar el tiempo quirúrgico y disminuir la pérdida sanguínea, así como reduce el riesgo de complicaciones a corto plazo".
"Si bien existe controversia en cuanto a que la pérdida de peso preoperatoria esté relacionada con los resultados del descenso de peso posquirúrgico en el mediano y largo plazo, de todos modos se recomienda por los numerosos beneficios mencionados", añadió.
¿De cuánto debe ser el descenso de peso?
Aunque no se definió un valor para la pérdida de peso prequirúrgica, Marsón afirmó que los mejores resultados "se obtienen con descensos de al menos un 8 % del peso inicial y de entre un 5 % y un 10 % del exceso de peso. En casos de obesidad central muy severa y súper obesidad, deberá evaluarse la necesidad de un mayor descenso de peso previo a la cirugía".
Agregó que se sugiere que el descenso de peso "se produzca de 6 a 12 semanas antes de la operación. El objetivo del plan alimentario previo no es únicamente facilitar el acto quirúrgico, sino también comenzar a modificar el estilo de vida del paciente. La alimentación recomendada "es la de un plan alimentario hipocalórico, con un aporte proteico elevado, y a medida que se aproxime la fecha de la cirugía, implementar una dieta con un contenido calórico no mayor a 800 Kcal/día".
La licenciada Marsón explicó que el tiempo de preparación para la cirugía "es variable y depende de la situación clínico-nutricional-psicológica del paciente, su grado de compromiso y adherencia a los cambios de hábitos propuestos".
Dieta después de la cirugía
Después de la cirugía también debe existir un tratamiento nutricional que según la licenciada Marsón tiene dos objetivos: "asegurar un adecuado aporte energético y nutricional para la recuperación posquirúrgica y la preservación de masa magra durante la mayor pérdida de peso, y minimizar el reflujo y la saciedad precoz, maximizando la pérdida de peso".
Aseguró que el objetivo nutricional "es que el paciente consuma una dieta balanceada que: incluya porciones adecuadas de todos los grupos de alimentos; limite el consumo de azúcares agregados, dulces concentrados, frituras, gaseosas, cafeína y alcohol; cubra las necesidades mínimas diarias de hidratos de carbono (100-130 g/día) y grasas (20 g/día) y asegure una ingesta mínima de entre 60 g y 80 g/día de proteínas, ó 1,1 g/kg de peso ideal (según IMC de 25) por día".
"La dieta se divide en distintas etapas en las que se incorporan alimentos líquidos y sólidos. En todas las etapas se motiva al paciente a realizar actividad física para preservar la masa muscular y aumentar el gasto metabólico", remarcó.
Por qué algunas personas vuelven a engordar
"Si bien existen cambios anatómicos y factores dependientes de la técnica quirúrgica que pueden explicar la reganancia de peso, el hecho de que un paciente que ha reducido exitosamente su exceso de peso lo recupere tiene su origen, principalmente, en los aspectos conductuales y psicológicos", aseguró la licenciada Marsón.
Explicó que se identificaron "seis factores etiológicos:
• Falta de adherencia alimentaria: hábitos de comedor de dulces y/o picoteador, falta de ejercicio físico y una mayor ingesta calórica. El control sobre la ingesta de alimentos y el control de hábitos alimentarios son predictores independientes del mantenimiento de peso.
• Problemas de salud mental: Los trastornos ansiosos motivados por eventos de estrés, como duelos, divorcios, pérdida de trabajo, y las enfermedades psiquiátricas, como la depresión o la adicción al alcohol, son causa frecuente de la pérdida de control y autocuidado que experimentan los pacientes que reganan peso.
• Falta de actividad física.
• Poca adherencia a los controles y al seguimiento a largo plazo".