Ciberestafas: “Los bancos tienen un deber de seguridad para con el consumidor”
La abogada María Celeste Peretti, especialista en Defensa del Consumidor, explicó cómo opera la responsabilidad ante las ciberestafas bancarias. "El banco es responsable y tiene un deber de seguridad", afirmó.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
Nadie está a salvo de caer en manos de los ciberestafadores. Las trampas son cada vez más sofisticadas, y a veces, pasan incluso desapercibidas cuando nos llegan vía SMS, correo electrónico o en forma de llamada. Por ello, debemos activar todas las alertas que nos indican los profesionales en ciberseguridad.
Hackeos, phishing, ransomware y hasta el famoso "cuento del tío" son muchas de las modalidades implementadas por los cibercriminales para estafar y robar a sus víctimas. Aunque pensemos que por tener ciertos conocimientos técnicos o sentido común seremos capaces de cuidarnos, todos podemos caer en este tipo de trampas.
Lo importante es que una vez que esto ocurre debemos buscar ayuda a través de la denuncia a la Justicia y un correcto asesoramiento jurídico para intentar revertir esta situación en la que la persona ha sido injustamente involucrada.
La abogada María Celeste Peretti es especialista en Defensa del Consumidor y a diario recibe una gran cantidad de consultas de parte de personas de todas las edades que han sido víctimas de estos hechos delictivos.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, la letrada describió cómo se llevan a cabo diversas modalidades delictivas utilizando el mecanismo de las estafas virtuales mientras que dio consejos a tener en cuenta en el caso de que seamos víctimas de este tipo de ilícitos. También analizó cómo opera la responsabilidad ante las ciberestafas bancarias.
-¿Qué lectura realiza de esta especie de bombardeo de estafas virtuales que tienen como víctimas a personas que tienen cuentas bancarias?
Desde el surgimiento de la pandemia, a principios de 2020, nos encontramos con que las entidades bancarias cerraron sus puertas, propio del confinamiento. Eso llevó a que los usuarios de servicios bancarios nos volcáramos a diferentes plataformas virtuales y un mayor uso de las redes sociales para evacuar consultas bancarias. La pandemia se convirtió en un verdadero nicho para delincuentes informáticos que, a través de estas maniobras de 'phising' o suplantación de identidad haciéndose pasar por empleados del banco o funcionarios de reparticiones públicas se comunican con los clientes y logran obtener sus claves bancarias y así ingresar al homebanking logrando captar préstamos preaprobados que son transferidos a terceras cuentas o bien el vaciamiento de cajas de ahorro, en pesos y en dólares.
-Lo llamativo del caso es que estas estafas se van haciendo cada vez más sofisticadas...
Así es, van cambiando las modalidades pese a que ya se advirtió que no se tienen que dar claves personales, pero no se está muy bien advertido de otras cuestiones. A mí me sorprende porque recibo consultas a diario por este tipo de estafas y debo decir que voy aprendiendo con mis clientes sobre las nuevas modalidades de estafas. Una de ellas, de carácter muy llamativa, lo marca el 'SIM Swapping' o cambio de chip donde si bien el cliente no brinda ningún tipo de dato personal, el ciberdelincuente se comunica con la compañía de servicio de telefonía celular de la persona a estafar, con una identidad falsa y le manifiesta que quiere comprar un nuevo chip. Como la compañía telefónica no corrobora la identidad de su supuesto cliente, le otorga el chip y luego de colocarlo se bloquea el anterior lo que les permite ingresar al homebanking de la víctima y piden recupero de contraseña. De inmediato les llega un SMS al teléfono y de esa manera ingresan a las cuentas y proceden al vaciamiento de las mismas.
-En este caso, ¿tiene alguna responsabilidad el cliente?
Absolutamente ninguna. Hace poco se estuvo viralizando un video sobre una alerta por duplicaciones de páginas web y una vez que se ingresa se coloca el usuario y contraseña se empieza a concretar la estafa porque una tercera persona logra ingresar a la cuenta bancaria con los datos del titular sin que esta persona se pueda dar cuenta. Cada día surgen nuevas modalidades de ciberdelitos a las cuales estamos todos expuestos.
"El banco es responsable. Tiene que garantizar el deber de seguridad", dijo Peretti. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)
-Teniendo en cuenta que el mecanismo virtual de depósito fue diseñado por el banco, ¿qué nivel de responsabilidad tiene la entidad bancaria ante la comisión de estos ciberdelitos?
Cuando comenzaron estos casos de ciberestafas la gente acudía a hacer la denuncia penal y tratar de dar con los ciberdelincuentes aunque es muy difícil identificarlos porque forman parte de redes delictivas diseminadas en todo el mundo. Quienes estamos en el ejercicio del derecho del consumidor tratamos de armar el entramado para determinar qué responsabilidad tiene el banco ante estos supuestos y en este caso nos atenemos a lo que dice la Ley de Defensa del Consumidor y demás normativas vinculadas al deber de seguridad que tienen los bancos. Como usuarios de servicios bancarios nos une una relación de consumo con el banco y por ello rige el estatuto del consumidor y como tal los bancos tienen un deber de seguridad que consiste en que la banca on line es riesgosa por lo que si los bancos ofrecen estos servicios deben brindar la misma seguridad como si estuviéramos operando en un cajero humano.
-¿Pero esto se cumple?
De hecho, observamos muchos incumplimientos. En el caso de los préstamos preaprobados que fue el mayor caudal de problemas que se generó en la pandemia, los bancos estaban otorgando dinero sin siquiera contar con una firma hológrafa del cliente y lo siguió haciendo cuando había un montón de denuncias por estafas electrónicas. Ellos deben garantizar este deber de seguridad, aunque otorgaban estos préstamos sin ningún tipo de firma y además se registraban movimientos sospechosos porque en muchos casos se daba en personas que ni siquiera tenían un perfil crediticio acorde para solicitar un préstamo. A esto se suma la falta de tecnología en los bancos para identificar ingresos sospechosos o actividades inhabituales, transferencias realizadas a terceras cuentas con las cuales el cliente nunca antes había operado, el alta del usuario para realizar la transferencia a un usuario no agendado con anterioridad, etc.
-Desde el punto de vista legal, ¿tienen los bancos alguna obligación para responder ante el perjuicio que termina sufriendo el cliente con esta estafa?
Desde el año 2020 comenzamos con reclamos extrajudiciales y luego acudimos a la Justicia. Estamos teniendo las primeras sentencias favorables en materia de estafas electrónicas y de responsabilidad del banco basados en estos argumentos de incumplimiento al deber de seguridad a normativas del Banco Central de la República Argentina que dicta distintas comunicaciones para que los bancos cumplan con medidas de seguridad para mitigar los ciberdelitos y demás cuestiones relacionadas. Observamos los incumplimientos a estas normativas como también a la Ley de Defensa del Consumidor y al Código Civil y Comercial, vamos armando la estrategia de esa manera para demostrar a la Justicia que el banco es responsable. Por suerte estamos teniendo las primeras respuestas positivas, aunque este es un camino que recién empieza en estos fallos.
-¿Qué expectativas tienen con respecto a este camino?
Para nosotros es auspicioso porque estamos obteniendo buenas respuestas de la Justicia en estas primeras resoluciones que están dictando.
-¿Son muchas las causas que recibe sobre estas situaciones?
Sí, son muchas. A esto se suma mi intervención como abogada en el caso de Nicolás Urquía (un vecino que demandó a la sucursal local del banco BBVA Argentina S.A. por un caso de estafa; le sacaron un crédito vía online de 380 mil pesos a su nombre y una vez depositado el dinero en su homebanking se lo robaron) que fue el hecho pionero en la ciudad por este reclamo. Recibimos constantes consultas y tuvimos una primera etapa enviando una carta documento a la entidad bancaria y luego de agotada esa vía iniciamos una demanda ante la Justicia. En nuestro caso tenemos muchas causas en la ciudad y también en la provincia.
-Usted recién hizo referencia a Nicolás Urquía, un caso que en su momento tuvo mucha repercusión. ¿Cómo está hoy la causa?
Tuvimos una sentencia favorable en primera instancia y luego también tuvimos una sentencia de segunda instancia donde se confirmó la responsabilidad (de la entidad bancaria) pero morigeró el daño moral y punitivo.
-¿Esto representa una esperanza para otras víctimas?
Sí, totalmente. Soy una fiel creyente de eso y toda mi energía está puesta en demostrar ante la Justicia la responsabilidad de los bancos. Cada caso es particular porque no todas las estafas son iguales y siempre evaluamos cada episodio en particular para poder determinar el grado de responsabilidad que pueda tener la entidad bancaria. Cuando vemos que hay un incumplimiento a la prestación de los niveles de seguridad o bien a otros incumplimientos contractuales con el cliente, lo hacemos saber. En la mayoría de los casos los clientes no saben cómo ocurrió el robo en sus cuentas bancarias y en este caso es el banco el que se encuentra en una posición más favorable para comprender la maniobra porque tienen la infraestructura tecnológica además de tener en cuenta que todo sucedió en una banca on line o un cajero automático en un sistema provisto por la entidad bancaria. Los bancos tienen esta obligación como depositarios de este dinero, no pueden deslindarse de la responsabilidad diciendo que fue una tercera persona la que intervino en el delito o porque el cliente brindó sus claves personales. Los bancos utilizan defensas y hay que tener en cuenta que el cliente no da las claves por un descuido sino porque cae en una estafa bancaria.
-En algunos bancos se observa que se adoptan ciertas medidas de seguridad adicionales sobre todo vinculadas a la transferencia de fondos. ¿Son eficaces estas medidas?
Me parece bien que se adopten medidas adicionales, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de estafas que hay. Es bueno que comiencen a tomar cartas en esta problemática, pero por el momento creo que no son suficientes las medidas de seguridad que se están implementando, sin embargo son medidas que ayudan. Hay que tener en cuenta que como consumidores somos todos vulnerables y además nos enfrentamos a una relación de desequilibrio con las entidades bancarias que tienen una estructura económica, financiera y tecnológica muy superior a la que podemos tener cualquiera de nosotros. A eso se suma una mayor vulnerabilidad para personas mayores que son clientes que obligatoriamente están bancarizados, en tanto desconocen muchas veces cómo operar con este mecanismo y suelen caer muy seguido en estos delitos.
-¿Qué consejo le daría a alguien que todavía no fue perjudicado por estas maniobras delictivas?
Noto mucha frustración entre algunas personas afectadas por estos delitos porque conocen que no deben dar sus claves, pero sin embargo los delincuentes terminan accediendo a las cuentas de otras maneras. Como consejo útil es poder informarnos constantemente sobre cuáles son las nuevas modalidades delictivas que se utilizan para que la gente tome conocimiento. Debemos tener mucho cuidado con la utilización de las redes sociales para la compra venta de algún producto porque es allí donde se producen muchas estafas. Cuando empiezan a notar cosas raras con la operatoria desconfíen, no toquen la banca on line, no hagan transferencias, no hagan nada y de inmediato hagan la denuncia a la unidad judicial para que se inicie de inmediato una investigación. No vayan a los cajeros automáticos porque se lo pidió alguien mediante un llamado telefónico.