Análisis
Censo municipal: una alternativa

Oliva realizará este domingo la etapa presencial del Censo Municipal 2025, una iniciativa que busca relevar datos clave para la planificación local. El operativo ya tuvo una instancia virtual y apunta a consolidarse como herramienta periódica de diagnóstico territorial.
En la ciudad de Oliva, cabecera del departamento Tercero Arriba se concretará este domingo la instancia presencial del Censo Municipal 2025, un proyecto que fue presentado como “fundamental” para esa población, puesto que procura reunir “información sociodemográfica esencial para la planificación urbana, social y económica del municipio”.
Hasta el pasado sábado, los vecinos de Oliva pudieron cumplir con el censo en la modalidad virtual, completando un formulario online que estuvo habilitado durante 15 días. La verificación in situ de la información obtenida se llevará a cabo este domingo, Los funcionarios municipales a cargo precisaron que el Censo Municipal abordará una amplia gama de indicadores para obtener una radiografía completa de la comunidad de Oliva: crecimiento poblacional, educación, empleo, ingreso, vivienda y servicios, salud y hábitos, movilidad urbana, población migrante, ambiente y zoonosis.
Es un hecho interesante que una ciudad cordobesa encare este proyecto, que, según se afirma, se llevará a cabo cada 7 años y servirá como actualización de los datos de los censos nacionales. Así, el municipio reunirá información local actualizada, lo que permite tomar decisiones con evidencia concreta en materias sensibles como hábitat, empleo informal, acceso a servicios, condiciones de salud, movilidad urbana, envejecimiento poblacional y varias otras temáticas que no siempre se reflejan con claridad en los datos nacionales.
Asimismo, un censo municipal podría servir también para consultar a los vecinos sobre prioridades en materia de obras públicas, transporte y servicios varios. De este modo, la acción municipal podría disponer prioridades y orientarse con más exactitud hacia las demandas de los vecinos, acciones que estarían sustentadas en un diagnóstico territorial bastante certero. Por lo mismo, la participación vecinal en un censo sería un modo concreto de fortalecimiento del lazo que debe existir entre la ciudadanía y el gobierno local.
No cabe duda de que corren tiempos difíciles en materia socioeconómica y que el costo de un operativo censal debe ser analizado con detenimiento para que no erosione las arcas municipales. En este marco, la posibilidad de que la consulta censal se pueda llevar delante de manera virtual favorecería su realización. Además, para delinear cuestionarios y establecer plataformas, bien se podrían suscribir convenios con instituciones educativas. En este punto, existen numerosos positivos antecedentes de acuerdos con la Facultad Regional de la UTN.
Si bien esta columna es el fruto solo de una especulación periodística que requerirá de estudios concretos en caso de que se decida su posible ejecución. No obstante, el caso de Oliva demuestra que, con decisión política y planificación adecuada, se puede encarar un ambicioso proyecto sostenible en el tiempo para profundizar en el conocimiento de la realidad propia, incluso con recursos limitados. Además, se habilita la posibilidad de ejercitar ciudadanía y así construir una ciudad mejor. Porque un censo no implica solo contar personas. También es una alternativa que permite contar con las personas para atisbar el futuro en común.