Caso Viut: enseñanzas de una sentencia

La ciudadanía está ávida de Justicia y eficacia en la lucha contra el delito. Contra todos los delitos. Es mucho más grave cuando magistrados judiciales son protagonistas de estos ilícitos repugnantes para el espíritu republicano y que dañan seriamente las instituciones.
La noticia ha repercutido en todo el país. En esta edición de LA VOZ DE SAN JUSTO se informa exhaustivamente acerca de la condena de 5 años de prisión que recibió el ahora ex fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Córdoba, al hallarlo responsable de los delitos de concusión agravada y tráfico de influencias.
Los detalles de la sentencia, que también recibieron colaboradores del fiscal y otras personas que participaron de los ilícitos, se califica como histórica. Por primera vez, un fiscal federal de nuestra provincia es condenado por haber sido hallado de delitos vinculados con prácticas corruptas. El hecho, por sí mismo, puede dar paso a una nueva etapa en la que se sancione con todo el peso de la ley a los funcionarios que cometen maniobras ilícitas.
En un marco dominado por la incertidumbre económica y el desvarío político, el fallo de la Cámara Federal cordobesa reivindica en parte a un poder del Estado. La imagen predominantemente negativa de la Justicia aparece en cualquier sondeo de opinión. Es que, a pesar de que son tantos los temas que afligen a los argentinos, la lucha contra la corrupción figura desde siempre entre los reclamos prioritarios de la población.
La ciudadanía está ávida de Justicia y eficacia en la lucha contra el delito. Contra todos los delitos. Se incluyen por ello los que son cometidos abusando del poder que otorga un cargo oficial. Y es mucho más grave cuando magistrados judiciales son protagonistas de estos ilícitos repugnantes para el espíritu republicano y que dañan seriamente las instituciones.
Merece destacarse la valentía de un empresario de una pequeña localidad del departamento San Justo que no dudó en denunciar las maniobras que ayer fueron sancionadas por la Justicia Federal en Córdoba. Esto nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de que la ciudadanía se involucre en la lucha contra el flagelo de la corrupción. El pago de dádivas para evadir la ley es una demostración palpable de la crisis moral está en la base de todas las crisis que padece el país. De una buena vez debe comprenderse que es tan corrupto el que pide una coima como el que la paga. Por eso, no basta reclamar justicia y exigir controles. Debe, definitivamente, tomarse conciencia de lo que significa ejercer la ciudadanía y tener el coraje que, en todos los contextos putrefactos que nos rodean, habilite para asumir la convicción del recto obrar.
Al tiempo que resulta doloroso para la República que se hayan dictado condenas debido a conductas reprochables e ilegales de un fiscal federal y de algunos colaboradores, lo ocurrido ayer en la Cámara Federal de Córdoba se transforma en un soplo de aire fresco que podría servir para despejar el escepticismo, deja una enseñanza invalorable a la ciudadanía y abre la puerta a la expectativa de que, definitivamente y sin importar la posición que ocupen en la estructura social, los que violan la ley reciban el castigo que corresponde.