Caso Chocolate: las pruebas que complican al peluquero
Mañana se resolvería si Gómez es excarcelado o sigue preso.
Mañana la jueza de Ejecución Penal María Teresa Garay que subroga al exjuez de Control Guillermo Rabino, decidirá si libera o dicta la prisión preventiva del único detenido por el caso Chocolate.
La magistrada responderá al pedido de libertad de Germán Matías Gómez (36) -detenido en la cárcel desde el 14 de enero- presentado por su abogado Sergio Corón Montiel.
En su declaración, Gómez negó haber despellejado al perro aquel 2 de enero. Está imputado por el supuesto delito de violación de domicilio e infractor a la ley 14.346 (Ley Sarmiento), que establece una pena de un mínimo de 15 días a un año de cárcel. Por lo que lleva detenido más de la pena mínima establecida por la ley.
Está sospechado de ser el autor de la brutal agresión al cachorro de 3 meses que fue despellejado vivo y el pasado 10 de enero, luego de una agonía de 8 días, murió.
El fiscal Oscar Gieco fue quien llevó adelante la investigación.
LA VOZ DE SAN JUSTO pudo acceder a parte del expediente que contiene las pruebas que obrarían en contra de Gómez.
En el expediente se detalla el lugar en donde se encontraba Chocolate antes de ser despellejado vivo el 2 de enero, "es un patio de pequeñas dimensiones, colinda con el departamento en donde vive Gómez, una de las paredes tiene 2 metros de altura y termina con rejas -describe el informe-. El patio trasero tiene una pared de 2,50 metros de altura, la pared del costado este tiene 2,20 metros de altura y la pared que colinda con el departamento del presunto agresor, una altura de 1,80 metros", por lo que para los investigadores "es el lugar de más fácil acceso sin ser observado desde el exterior". Estas medidas fueron acreditadas luego de un informe efectuado tras un trabajo de planimetría elaborado por técnicos en el lugar.
El fiscal Gieco llevó adelante la investigación que incluyó allanamientos y la toma de varios testimonios que comprometieron a Gómez por el ataque al perro
"El perro lloró con dolor por espacio de una hora"
En un párrafo del expediente, una vecina del complejo de departamentos de Antártida Argentina al 600, en barrio La Milka, donde ocurrió el ataque, indicó que "encontrándose en el patio de su vivienda a las 17.30 del día lunes 2 de enero, comenzó a escuchar que un cachorro lloraba prolongadamente, que el can lloró y gritó con dolor por espacio de una hora". La mujer en su testimonio agregó que a esa hora, Gómez se encontraba en el patio de su departamento, por lo que para la investigación sería imposible que el imputado no haya podido escuchar el llanto del animal.
La misma testigo dijo que Gómez se encontraba solo ya que no escuchó a otra persona en el lugar, cortando el césped de su patio. En tanto, en el expediente figura que el hombre negó haber estado esa tarde y a esa hora en el patio de su departamento.
La testigo añadió que una vez que finalizó de cortar el
césped en la parte posterior del departamento, el peluquero continúo haciéndolo
en el frente. "Cuando Gómez dejó de cortar el césped en la parte interna de la
casa, el animal ya no lloraba ni gemía", sostuvo.
Para la investigación, cuando el cachorro comenzó a llorar, el peluquero comenzó a cortar el césped, eso "tal vez lo hizo para ocultar con el ruido de la cortadora los gritos de dolor del animal", se cita en el informe.
Otro de los testigos que se citan en el expediente señala que Gómez le habría expresado que nunca escuchó los llantos del perro, "pero sí dijo escuchar los ladridos de la madre del cachorro la que se encontraba en la parte delantera de la vivienda y separada de su cría; la perra se desesperó al escuchar los gritos del cachorro y rasguñó la puerta con la intención de entrar, se pueden apreciar los rastros que dejó este animal en su desesperación por ingresar".
La propietaria de la perra y los cachorros, por su parte,
declaró que estos se encontraban en el patio del departamento de un familiar el
que había viajado hacia Buenos Aires. Los perros se encontraban allí desde el
20 de noviembre.
Recordemos que durante un allanamiento en el departamento de Gómez, la policía secuestró una navaja, psicofármacos y una bordeadora.
No ladraron los perros de los vecinos
Otra de las cuestiones que la investigación tuvo en cuenta
tiene que ver con que los vecinos del departamento poseen perros en sus patios
los que en ningún momento ladraron, esto habría sido corroborado por uno de los
policías que trabajó en el caso el cual ascendió al techo de los departamentos
y pudo observar cómo los canes que había en los patios ladraban y se alertaban
ante presencia de personas extrañas.
Otro de los testigos interrogados por la fiscalía da cuenta que encontró a Chocolate caído en el patio justo en el lugar que colinda con la casa del imputado. "Estaba como si hubiese sido arrojado desde el exterior hacia el patio en donde se encontraba tras haber sufrido la agresión".
Otra testigo expresó que días antes del hecho, Gómez se
habría comunicado telefónicamente con ella manifestándole que en el patio del
departamento de su vecina había perros y se habría quejado por los llantos de
éstos, mientras que por otro lado, en el expediente figura que el imputado dijo
desconocer que había perros y que nunca había escuchado nada.
La investigación en su conclusión hace referencia a que los vecinos del sector poseen perros, por ello "es imposible que una persona extraña haya podido ingresar al patio del departamento, más teniendo en cuenta la altura de las tapias, todas de más de dos metros, la única que mide 1,80 metros es la que da hacia el departamento que ocupaba Gómez".
Se sospecha que quien pudo haber ingresado al patio sin ser
visto es el imputado ya que en el interior del patio (del departamento de
Gómez) se habría encontrado un sillón con un almohadón apoyado en la pared que
da hacia el patio en donde se encontraba el cachorro agredido. "Se presume que
lo utilizó para ingresar al patio, retirar el animal, cometer la agresión y
luego lo habría arrojado al patio del departamento".
En el expediente se cita además el testimonio de un especialista que descartó que lo ocurrido fuese producto del ataque de otros perros o que Chocolate hubiese sido arrollado por un vehículo. Señala que "el corte fue efectuado con un elemento filoso, de cuchilla plana y sin dientes".