Casas rodantes, una alternativa segura para salir de vacaciones

Ante la pandemia de coronavirus y el miedo al contagio, esta forma de vacacionar es una opción segura y económica que requiere al principio una inversión pero que luego se amortiza. Con espíritu aventurero, cada vez son más los que se animan a esta forma de disfrutar seguros.
Por Stefanía Musso | LVSJ
El Ministerio de Turismo y Deportes otorgó el sello Viajes Seguros a 60 municipios de 17 provincias de la Argentina, lo cual garantiza que ofrecen a sus visitantes seguridad sanitaria ante la pandemia de coronavirus (Covid-19), con el respaldo del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (Wttc, en inglés).
Sin embargo, muchas personas aún no están del todo convencidas de vacacionar este verano en cabañas y en hoteles donde estuvieron o estarán otras personas, a pesar de todos los cuidados que se tomen en estos lugares.
Por ese motivo, las casas rodantes se convirtieron en una opción segura al coronavirus, teniendo la posibilidad de tener su propio espacio privado, con todas las comodidades, sin necesidad de compartir lugares comunes. Una manera diferente de vacacionar que se ajusta los protocolos que se deben cumplir.
"Está bien guardada, con ganas de salir de viaje. No veo las horas de engancharla al auto y salir", dice Miguel Inalbon de Plaza San Francisco refiriéndose a su casa rodante.
Ésta tiene d 12 años y si bien los motivos de su adquisición fueron otros hoy con la crisis sanitaria suma otro beneficio. Miguel y su esposa Norma Dávila ya están jubilados y sus hijos son grandes, pero para este matrimonio su casilla es aliada perfecto para pasar la mayor cantidad de días frente al lago y disfrutando de los distintos paisaje que ofrece nuestro país.
"En estos tiempos hay que cuidarse mucho, las casas rodantes le dan a uno todas las comodidades que necesita".
Baño químico propio, cocina con hornalla y horno, heladera frigobar, cama cómoda, aire acondicionado, calefactor, y un toldo exterior para poner la mesa con las sillas y el mate. "Es lo más parecido al hogar pero frente al lago. Nosotros ya viajamos a otros lugares y nos alojamos en hoteles, pero el problema es que se acumula mucha gente en los espacios comunes. Con todas las comodidades que ofrece la casa rodante, uno puede mantener la distancia de la gente en el camping, porque se ubica lejos y no hay problema", afirmó Inalbon.
"En estos tiempos que estamos viviendo, la distancia social va a ser muy beneficioso para todos".
"Los lugares para ir con la casa rodante están muy bien preparados, con mucha higiene y seguridad. Es un ambiente familiar. Las casas rodantes también son seguras".
Inversión y ahorro
Teniendo en cuenta que prevén aumentos del 40% en los destinos de verano, Inalbon aseguró que la casa rodante es una inversión que luego se amortiza. "Es económico viajar con casa rodante porque quien viaja de esta manera, compra la comida en el supermercado. Cuando se va a un hotel, la comida suele estar incluida o bien los precios como los de la bebida son exagerados.
"Además, dormir es caro porque con la casa rodante, uno puede quedarse todos los días que desee y pagar una suma ínfima -hace un año, Miguel pagó 300 pesos el día junto a su esposa- y no así en un hotel".
"En el camping también podés estar cómodamente vestido, como si uno estuviera en casa".
Sobre el mantenimiento de la casilla, Inalbon fue sincero: "Lo único que hay que hacer, es lavarla cuando se regresa de las vacaciones".
Los Inalbon, fanáticos de esta forma de vacacionar.
Una nueva forma de disfrutar
"Siempre fuimos de viajar con mis hijos y mi esposa. Cuando ellos eran chicos, elegíamos vacacionar en casas de familia, pero teníamos que alquilar con muchos días de anticipación. Fue entonces que decidimos que la casa rodante era la opción".
Con los hijos ya mayores, en 2008 Miguel se topó con una casa rodante y no dudó en comprarla. "La vi y dije, esta casa rodante yo la compro. Y así decidimos con mi mujer empezar a vacacionar".
El primer destino de la pareja fue Santa Rosa de Calamuchita. "Siempre nos alojábamos en Santa María de Punilla y Cosquín pero fuimos a un camping. Nos sentíamos raros porque era como estar en otro mundo, hacer otro tipo de vida diferente".
"La gente fue muy amable, nos ayudaron a acomodar la casilla; a relacionarnos con las personas; hicimos muchos amigos y fue hermoso. A mí la vida de camping me encanta".
"Lo más valioso son los amigos que nos llevamos
de cada viaje, desde Buenos Aires hasta Huinca Renancó. Son pueblos que se
arman en el camping y hay mucha camaradería", concluyó el viajero.Ariel Bono, de El Parque Rodante.
Muchas consultas
Para Ariel Bono, propietario de El Parque Rodante, indicó que fueron muchas las consultas y que aumentaron en el último tiempo impulsado por el coronavirus. "En este momento hay un poco de demora en la entrega porque las fábricas están saturadas", aseguró el comerciante.
"Hay gente que la compra para invertir sus ahorros por miedo que se desvalorice el dinero y otros, lo hacen por el alto costo que tiene el alquiler de las cabañas, solo para dormir y es lo mismo que estar en una casa rodante", explicó el vendedor.
Bono aseguró que las casas rodantes parecen verdaderas casas y se hacen a pedido, según la necesidad del cliente. "Tienen cocinas que funcionan con gas a garrafa, frigobar, baño con taque de agua con bomba sumergible o automática y las camas, pueden ser cuchetas, matrimoniales o lo que busque el cliente. Tienen bauleras, muebles y todo el confort. También tienen aire acondicionado o calefacción y para exterior, algunas se le suma ducha para higienizarse ante de subir a la casa y toldos, para armar una especie de porche a la entrada".
"Tienen instalación eléctrica que la gente puede usar un generador o conectarse a la corriente del camping donde se aloje".
Para los que se animen a la aventura, Bono recomendó: "Es conveniente que se alojen en campings seguros y reconocidos, no hacerlo a la orilla de la ruta; cerrar bien todas las aberturas en caso de alejarse de la casa rodante y es importante que el auto tenga el gancho necesario para transportarlo".
Sobre la regulación para salir de viaje, Bono destacó que es necesario hacer un seguro contra terceros al momento de salir a la ruta y la velocidad máxima permitida es de 80 km/h.
Aunque la covid disparó la inquietud por esta nueva forma de vacacionar, "quien conoce esta forma de viajar, no deja de hacerlo", concluyó Bono.