Captador de talentos
Fabricio Franceschi cumple por estos días, un año trabajando en la institución "verde", en la difícil tarea de acarrear talentos a la institución, la captación de los chicos que salen de Baby o aquellas promesas de la región, que aún no fueron descubiertas. Un mano a mano imperdible, con el ex "patrón" del medio campo.
¿Qué ven captadores en un pibe para determinar su llegada a un club?... La ruta del éxito de un profesional tiene un tramo inicial que es clave. Pero, en esa ruta del éxito, hay un tramo del que se conoce poco y nada. Se trata de saber quiénes y cómo determinaron la llegada de un jugador al club, ellos son llamados detectores de talentos, que hoy ocupan un puesto clave en el proceso de jerarquizar el trabajo de divisiones inferiores de cada institución y los objetivos fijados en sus políticas deportivas.
Allí, en esta maravillosa función, está Fabricio Franceschi, un hombre de la casa, el ex "patrón" del medio campo "verde", que hoy, debe demostrar desde afuera, un talento distinto al que mostraba cuando jugaba, hoy, es un ojeador, una operación que se basa en la correcta predicción a largo plazo, de las capacidades y los atributos de los jóvenes futbolistas, para llegar al nivel más alto de competición.
Tras un verano sumamente exitoso, sumando muchos 2005 que terminaron el Baby Fútbol, Franceschi aceptó un mano a mano con LA VOZ DE SAN JUSTO y habló de todo. Que se busca, que se mira, porque se los elige y varios detalles más, pero al mismo tiempo, mientras disfruta su función, también anhela dirigir en un futuro.
- Ya un año en esta difícil tarea de la captación de
talentos...
La verdad es que ha sido un año muy interesante,
sinceramente siempre Sportivo Belgrano me invita a trabajar en el club, pero
por mis compromisos familiares y de trabajo no puedo estar dirigiendo, pero si
puedo estar en la captación, tarea que al principio dudaba de hacer, pero me
fue gustando y me fui adaptando, estoy muy cómodo ahora.
-¿Por qué dudabas sobre el ejercicio de esta tarea?
Dudaba si era lo que quería o no, porque yo prefiero estar
siempre en el campo de juego con los chicos, enseñar lo que uno aprendió, haber
jugado no me acredita a enseñar, pero si capacitándose, de todos modos este año
pude hacer algunos trabajos con los 2005, me fui acostumbrando a la función,
estuve junto a ellos todo el año, siguiéndolos, viajando, trabajando, con el
correr del tiempo me fui adaptando.
¿Qué se busca en la captación de jugadores?
Nunca sabemos como se va a adaptar el jugador en cancha de 11, eso es un misterio hasta que lentamente lo veamos jugar, por eso por ahora buscamos el jugador técnico, si bien el distinto lo vemos todos y lo queremos todo, lo que apuntamos es a buscar ese que está tapado, el potencial jugador, que por ahí en el baby no jugó mucho, pero que con trabajo puede explotar, ser jugador, a mí me gusta descubrir al que te oculta cosas.
-Y...¿Cómo logras llegar a esas conclusiones?
-Los miro mucho, miro mucho al jugador, trato de seguirlos
en muchos partidos, son medio pesado con la cara interna, miro como recibe y
como da el pase, con que parte del pie toca, el futbol es un juego asociado y
se complementa a través de los pases, si no son bien dados, no se puede jugar,
esas son cosas fundamentales, después viene la parte de trabajar con ellos,
buscarle la comodidad y mostrarles nuestro trabajo, para que ellos elijan,
hablamos mucho con ellos y sobre sus preferencias, eso nos ayuda a saber que
quieren.
-Es complicada la función, suele haber poco tiempo, para
analizar muchas cuestiones, que por ahí, pueden dar margen al error...
-Sin dudas, es muy injusto a veces elegir y por ahí se puede
no elegir bien, hay chicos que se desarrollan a los 15, a los 12 cuando salen
del baby no tenían la mentalidad ni la capacidad, pero luego la explotan, es
difícil dar en la tecla, en eso tenemos que trabajar, hay muchos chicos que se
pierden, porque por ahí parecen que en el baby no son distintos, nada termina
cuando terminan el baby, todo comienza en ese momento.
-¿Les fue bien en la captación de 2005?
-Superamos las expectativas, Sportivo Belgrano es un club
que se vende solo, hay que motivarlos a que vengan, a ellos y a los padres,
pero todo cambió ahora, los padres van a la cancha, saben que ahora el
entrenador promueve jugadores y que todos tienen chances, años atrás esto no
sucedía, antes no jugaban nuestros jugadores, hoy sí y eso ayuda a que se
acerquen los chicos con la ilusión de jugar en la primera.
-¿Cómo se viene este 2018?
-Ya terminé de trabaja con la 2005 y ahora empecé con la
2006, me he tomado el atrevimiento además de pedirles a los dirigentes de
captar y sumar chicos de la región, voy a buscar chicos más grandes también,
hay muchos chicos de la zona que no se animan a venir porque nadie los invita,
por eso tenemos que dar ese paso, sumar esos chicos y hacer cada día más grande
la captación de nuestros pibes.
-¿Vas a dirigir en algún momento?
-Es la idea, es algo que tengo muy pendiente, un desafío,
necesito hacerlo, necesito primero saber si soy capaz de hacerlo, de estar frente
a un grupo, pero voy a intentar, a ver como me siento y que puedo entregar, si
todo me sale bien, quiero dirigir, cuando los tiempos me lo permitan, sino me
sale bien, volveré a esta función.