Capadocia, ciudad imperdible de Turquía

Luego de Estambul esta localidad turca es una de las más elegidas por su variedad de atracciones.
Ubicada en la Anatolia Central, los viajes a Capadocia, Turquía, son los más elegidos por los viajeros que llegan a ese país, luego de visitar su capital, Estambul.
Y es que a sólo una hora de avión, se puede llegar a este electrizante lugar característico por sus paisajes lunares, sus ciudades subterráneas y todo un mundo tallado en la roca.
Pero no es sólo eso lo que atrae a los turistas, sino toda una gama de oportunidades para conocer este milenario lugar, que el sitio web PulsoTurístico se encargó de enumerar.
Los valles Rojo y Blanco, son una de las maravillas más preciadas de Capadocia, y recorrerlas a lomo de caballo, hará de la experiencia una de las mejores anécdotas del viaje.
En el camino, se podrán ver las llamadas "chimeneas de hadas", débiles columnas de roca en cuya cima se encuentra una roca mucho más dura. En el Valle del Amor, es muy común también ver estos fenómenos.
Otro de los lugares que no pueden dejar de visitarse es el Valle de Devrent, o llamado Valle de la Imaginación, donde las peculiares formaciones rocosas provocadas por la erosión, dan lugar a un asombroso escenario lunar. Es posible encontrar entre las rocas, formas de animales y de objetos, como el famoso "Sombrero de Napoleón".
Con respecto a la gastronomía, las especialidades turcas dejarán con la boca abierta a los turistas que visiten Capadocia. El Testi Kebab a base de carne de cordero, cocinado en una vasija de barro a los brasas, es un clásico de toda Turquía, que vale la pena degustar.
El castillo de Kale, en Uchisar, se encuentra en uno de los puntos más altos de Capadocia y uno de los más conocidos de la zona ya que está tallado en una enorme roca. Esta casa "troglodita", donde todas las habitaciones se conectan entre sí, se pueden encontrar por toda la región. Algunas zonas, fueron cerradas al público por peligro de derrumbe.
Otro de los lugares fabulosos para conocer en Capadocia es la ciudad subterránea de Derinkuyu, un poco alejada de Göreme (unos 40 kilómetros). La ciudad troglodita, tiene unos 85 metros de profundidad y en su interior se pueden encontrar estancias, iglesias, habitaciones y hasta bodegas. Uno de las cosas más asombrosas son las puertas circulares, que servían como medida de seguridad ya que solo se cerraban por dentro.
Por último, es imprescindible visitar el Museo al Aire libre de Göreme, donde se encuentran una decena de Capillas e iglesias también excavadas en roca que datan de la época de las conquistas romanas. El lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad, conserva una Iglesia Oscura (Karanlık Kilise), llamadaasí porque prácticamente no tiene luz en su interior.