Cáncer de mama: la lucha de las hermanas Benítez
Perdieron a su hermana menor por el cáncer de mama, otra logro superarlo. Las Benítez fueron atravesadas por el dolor, pero lo convirtieron en concientización y hoy llevan bien alto la bandera de la lucha contra la enfermedad. Una historia de vida que tiene mucho de enseñanza.
Isabel Fernández|LVSJ
Las hermanas Benítez fueron golpeadas por el cáncer de mama. Son cuatro mujeres, Marcela, Soledad, Paola y Silvana, dos de ellas, Marcela y Silvana sufrieron la enfermedad pero con resultados diferentes: Marcela logró superarla, mientras que Silvana, la más chica, no pudo contra el avance del cáncer y falleció a los 34 años en noviembre de 2020, en plena pandemia. Su mamá Ana González también sufrió la extirpación de un nódulo hace varios años.
El riesgo de una mujer de tener cáncer de mama es mayor si su madre, una hermana o una hija (parientes de primer grado) o varios integrantes de la familia por el lado paterno o materno han tenido la enfermedad. Tener un pariente de primer grado de sexo masculino con cáncer de mama también aumenta el riesgo para la mujer.
Por eso es fundamental que las mujeres que tengan antecedentes de esta enfermedad en su familia, consulten cada seis meses al médico y se hagan la mamografía una vez al año ya que el cáncer de mama detectado a tiempo, tiene hasta un 95% de probabilidad de cura.
Con la foto de Silvana acompañando la charla y con el lazo rosa en sus pechos, Marcela y Paola contaron su historia de vida a LA VOZ DE SAN JUSTO, con el objetivo de convertir ese inmenso dolor en ayuda y concientización para todas las mujeres en el "mes rosa" de prevención del cáncer de mama.
Ellas difunden todo el tiempo sobre la prevención, en sus hogares, a sus hijas y a todos los que se cruzan por sus vidas. "El tiempo es oro en el caso del cáncer de mama por eso es importante hacer una consulta, hacerse la mamografía, el papanicolau y los estudios necesarios. Además es fundamental el autoexamen mamario, así lo descubrimos en nuestro caso", recordaron.
Las cuatro
juntas. Silvana, Marcela, Soledad y Paola en una fiesta familiar
Silvana era maestra jardinera, trabajaba en la Guardería Municipal Manuel Belgrano y en su jardincito "Gajito de Luna" en el club San Isidro. Con emoción, sus hermanas la recordaron como "una maestra con vocación, amante de los niños", que también hizo mucho para concientizar sobre el cáncer de mama cuando estaba en su lucha para superarlo.
Contaron cuando ayudó a su ahijado y sobrino Lolo -hijo de Paola- a realizar un video para la escuela en el que concientizaban sobre esta enfermedad. "En medio de su tratamiento Silvana dio charlas en distintos espacios, hizo reuniones en su jardín, llevando siempre la bandera del cáncer de mama para que las mujeres tomen conciencia. Vamos a seguir concientizando cada una desde su lugar y su trabajo, porque es lo que Silvana hubiera querido", remarcaron.
Con sus compañeras y amigas de la Guardería Manuel Belgrano
Transitar el cáncer en pandemia
Silvana no tuvo hijos, estaba en pareja con Luciano Vivas -quien la acompañó al igual que su mamá Ana y sus hermanas- durante todo el proceso de la enfermedad, en tiempos difíciles como lo fue la pandemia de covid.
Marcela y Paola contaron cómo fue el diagnóstico de su hermana menor y el desenlace. "Silvana estaba de vacaciones y se palpó un bulto en uno de las mamas cuando se estaba bañando, al regresar el bulto había crecido el doble y enseguida consultó al médico que diagnóstico cáncer de mama".
"Era muy joven, el cáncer avanzaba más rápido -aseguraron-. Comenzó el tratamiento de quimioterapia y cuando el tumor se redujo la operaron, después siguió con rayos. El tratamiento fue exitoso porque primero logró superar el cáncer, pero después llegó la pandemia y al haber confinamiento no podía viajar a Córdoba y tuvo que seguir sus controles en la ciudad".
Marcela y Paola con el lazo rosa, decididas a concientizar
Las hermanas
agregaron que en septiembre de 2020, falleció su papá Carlos y en ese momento
Silvana "comenzó a tener tos, resfrío que no se iba. Primero se asoció a lo
emocional por la pérdida que sufrió y también la pandemia, pero después le
diagnosticaron una neumonía y detectaron que tenía líquido en los pulmones".
"Le hicieron estudios más profundos y descubrieron que el cáncer había vuelto, además tenía metástasis, lamentablemente no había mucho más que hacer y falleció dos meses después. Fue un golpe muy duro para toda la familia, perdimos a mi papá y después a nuestra hermana", contaron.
El caso de Marcela fue diferente
Marcela pasó por el cáncer en 2010, a los 43 años, también lo detectó gracias al autoexamen mamario. "Mi caso fue diferente al de mi hermana, a mí me operaron primero para sacarme el nódulo y no era tan agresivo, estaba encapsulado, hice quimioterapia y rayos. Gracias a Dios pude superarlo", contó.
Después de pasar por esas experiencias, las hermanas Benítez se realizan controles cada seis meses con el médico y la mamografía una vez al año. "Los médicos ya conocen nuestros antecedentes y nos hacemos todos los estudios necesarios. Además nunca dejamos de hacernos el autoexamen mamario que es fundamental para poder prevenir", remarcaron.