Calefacción: prevención imprescindible
Pueden producirse situaciones inesperadas e inexplicables que también arrojan saldos fatales. En la prevención está la llave para minimizar la posibilidad de que ocurran las tragedias que nos sacuden cada invierno.
Llega el invierno y se suceden las noticias acerca de sucesos hogareños con trágicos saldos producidos por la inhalación de monóxido de carbono o por desperfectos en aparatos de calefacción. La muerte de una familia entera en Mendoza fue el hecho más relevante de estas últimas semanas. Pero la tragedia también se asentó en nuestra ciudad con el fallecimiento por quemaduras de una mujer que tuvo un accidente con un dispositivo a gas.
Por cierto, encada temporada invernal resulta muy doloroso para la prensa informar acerca de sucesos tan duros y tristes. Luctuosos hechos que sobrevienen debido, en buena parte, a sistemas de calefacción precarios e inseguros, propios de situaciones sociales y económicas muy adversas. Pero también por la falta de control y mantenimiento de los aparatos que funcionan a gas, así como por desgracias que suceden, a veces, sin explicación atribuible a las personas o a los dispositivos.
La revisión permanente del funcionamiento de cada uno de los elementos que permiten la calefacción dentro de un hogar es una responsabilidad central. También, la necesidad de evitar braseros o las hornallas de la cocina para llevar adelante esta tarea. Y, además, establecer con claridad la ubicación de las estufas portátiles a gas y su correcta conexión, especialmente se trata de garrafas. Si estos pasos se cumplen, se habrá atenuado en gran medida la posibilidad de que un accidente grave se produzca. Ello no quiere decir que no existan situaciones imprevistas, pero la anticipación es fundamental.
Porque, por ejemplo, los especialistas advierten queel monóxido de carbono es acumulativo, por lo cual a medida que pasa el tiempo la intoxicación se va incrementando. Por más que uno salga al exterior y respire aire fresco, al volver al ambiente contaminado la intoxicación continúa y se incrementa el riesgo de perder la vida, ya que el monóxido no es percibido por nuestros sentidos. Y está claro que un posible accidente de este tipo aumenta en forma exponencial con la llegada de las bajas temperaturas, debido a la utilización de calefacción sin una adecuada ventilación.
Todas estas recomendaciones no son una novedad. Cada temporada de invierno se repiten en los medios de comunicación y también en numerosas plataformas digitales y redes sociales. Sin embargo, continúan presentándose hechos lamentables que determinan la muerte de muchas personas. Por ello, sería interesante que, ante los fríos intensos, se lancen en todo el país campañas de destinadas a promover un uso seguro de los artefactos de calefacción en los hogares y también en sitios como escuelas, comedores, centros de jubilados o geriátricos.
Calefaccionar los ambientes implica una serie de acciones en las que la educación ciudadana, la concienciación y el efectivo control son pasos necesarios. Es verdad que pueden producirse situaciones inesperadas e inexplicables que también arrojan saldos fatales. Pero en la prevención está la llave para minimizar la posibilidad de que ocurran las tragedias que nos sacuden cada invierno.