Buscarán atravesar el infierno
Es sabido que el triatlón implica una exigencia física, técnica y mental máxima, una disciplina de resistencia que adquiere espectacularidad preferentemente en la especialidad de media y larga distancia, inclusive donde cobra singular importancia el escenario que tendrá que transitar el atleta.
Es por eso que para ellos esta prueba en España se traducirá en el máximo desafío de sus carreras. Gustavo Rosso (44) y Ariel Milajer (29) a horas de emprender el viaje para intervenir en el Ironman de Lanzarote el próximo sábado 20 del corriente, dialogaron con LA VOZ DE SAN JUSTO, mostrando su lógico entusiasmo y el deseo de cumplir con el nuevo reto, luego de seis meses de rigurosa preparación.
-¿Van a afrontar el desafío más grande de
sus carreras?
Cuando corrí mi primer Ironman tuve que entrenar durante tres años y ya van siete que entreno para animarme a correr Lanzarote, y digo animarme porque en el circuito mundial, donde hay aproximadamente 45 pruebas, Lanzarote está catalogada como una de las tres más duras.
Un alpinista para subir el Everest se prepara subiendo a otros picos más pequeños, con Lanzarote ocurrió lo mismo, nos preparamos en carreras de la misma distancia pero con la menor calidad de obstáculos.
Por ejemplo ahora vamos a tener vientos que superan los 40-50 kilómetros por hora, altitudes que van de 0 a 2550 metros sobre el nivel del mar, y con un clima caluroso por la cercanía con Africa.
Si bien ya estuve en los Ironman de Punta del Este, Fortaleza, Cozumel (México), Florianópolis, este será sin lugar a dudas mi desafío más grande. (Rosso)
Coincido con Gustavo. Prepararse para un Ironman ya es un desafío bastante importante. Uno para llegar a esta carrera tiene que estar preparado y para eso se lleva un largo tiempo de entrenamiento.
Hace de 2005 que practico triatlón, y tras siete años de practicarlo, haciendo distancia cortas, tanto sprint como olímpico, hice mi primer Ironman en Punta del Este en 2012.
Y después de doce años mi animo a correr Lanzarote, una competencia a nivel europea como la más dura y a nivel mundial se ubica después de Hawai. Obviamente es mi mayor desafío, el desafío de mi vida. (Milajer)
-¿Para esta ocasión la preparación fue diferente?
A medida que van pasando los años se van aumentando volúmenes e intensidades, igualmente para esta prueba trabajamos durante seis meses con más exigencias. Trabajamos la fuerza en piernas, en el gimnasio y también lo hicimos en las sierras de Córdoba en distintos circuitos que tienen una altitud parecida a la de Lanzarote, como para que la mente y el cuerpo sepan de lo que se va a tratar esa carrera.
Nadamos un promedio de 9 y 12 kilómetros semanales, hicimos 300 y 450km. de ciclismo y 40 a 60 kilómetros corriendo. Fueron seis días de carga por uno de descanso en la semana durante seis meses, no paramos nunca. (Rosso)
Por una cuestión de que somos atletas amateur entrenamos en los momentos libres de nuestros actividades laborales, haciéndolo en doble turno.
El recorrido que tendremos que cumplir son 3,800km. en nado, 180km. en bici y 42,195 km. corriendo, pero debemos aclarar que en el entrenamiento nunca completamos esa distancia porque al cuerpo se lo castiga bastante, ya de por sí en la carrera se sufre un montón, entonces tampoco se lo puede ir desgastando.
Respecto al trabajo realizado en las sierras se hizo con la intención de encontrar sensaciones parecidas a las que podamos vivir allá. (Milajer)
-El objetivo será llegar a la meta...
El 99 por ciento de los atletas que corremos este tipo de distancias somos amateur, solo el 1 por ciento son profesionales. Lo que uno busca en este tipo de desafíos, es tratar de ir mejorando carrera a carrera, superandote a vos mismo. El objetivo es cruzar ese arco, en ese momento se te cruza todo por la mente. Es que trabajas durante seis meses para ese instante de llegar a la meta.
No se considera frustrante hacer un tiempo mayor o menor. El tema es llegar. (Milajer)
Cada disciplina tiene un tiempo límite que si no se cumple quedas afuera de la carrera. En el agua tenés que salir como máximo dentro de las 2.20 horas, en ciclismo incluido el agua, tenés que bajarte de la bici a las 10.30 horas del comienzo de la carrera y hasta el final tenes 17 horas para terminar.
En un Ironman plano esos tiempos no son un problema, pero en este caso es una incógnita, así que lo principal es tratar de llegar. (Rosso)
La nota completa en la edición de papel de este domingo 14 de LA VOZ DE SAN JUSTO