Brinkmann: monumento histórico y hogar de tres generaciones

La gran casona de campo en la que residió la familia Brinkmann es hoy ocupada por los Capellino. Declarada Monumento Histórico Provincial, se convirtió en el hogar de tres generaciones de la familia Capellino.
Julio Brinkmann hizo construir una gran casona de campo, de estilo ecléctico italianizante, con hermosa galería de arcos rebajados en el frente y habitaciones corridas a su alrededor, que servía como lugar de descanso, donde pasaban sus veranos justo en la época de la cosecha de trigo y lino.
Este inmueble- que fue declarado Monumento Histórico Provincial en 1992- es hoy uno de los pocos de la provincia que se encuentra habitado y fue el hogar donde se criaron tres generaciones de la familia Capellino.
Allí residen actualmente María Elena Pavese de Capellino y su madre Palmira, Cristian Capellino- hijo de María Elena- y su esposa Mabel.
El frente de la casona que conserva su estilo original
"Mi abuelo Enrique adquirió esta
propiedad en 1919 junto a sus hermanos. Él falleció en 1946 y quedó mi abuela
junto a sus cinco nietos, entre los que estaban mi papá", comentó Cristian a LA
VOZ DE SAN JUSTO.
"Luego, mi padre se casó y tuvo a mi hermano mayor y a mí. Siempre vivimos con mis padres, pero como la casa era tan grande, en otra parte de la misma residía mi abuela y es allí donde hoy vivo yo junto a mi esposa y del otro lado, mi madre junto a mi abuela de 98 años", continuó.
El inmueble está ubicado al norte de Brinkmann, ya casi donde termina la ciudad, y linda con el campo familiar de los Capellino en el cual funciona un tambo explotado por el mismo Cristian.
El inmueble, declarado Monumento Histórico Provincial, en el marco del Centenario de Brinkmann
"Creo que mi abuelo y sus hermanos la
compraron más que nada para explotar los campos, pero nunca imaginaron que se
iba a transformar con el paso de los años en monumento histórico, ni tampoco el
crecimiento de la ciudad que hoy hace que forme parte de la zona urbana", destacó.
La casa tiene 300 metros cuadrados y seis habitaciones que dan hacia una inmensa galería, conservando así su estilo original. "No podemos hacer grandes cambios ya que fue nombrada patrimonio histórico provincial, decreto que establece se pueden hacer arreglos pero no modificar la fachada", aclaró.
"Esto hace que hoy sea también un lugar de referencia para quienes visitan la ciudad así como también en el ámbito educativo, ya que recibe visitas de alumnos todos los años", concluyó Capellino.