Sociedad
Brinkmann celebró 100 años de vida municipal: un siglo de identidad, memoria y futuro
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En una emotiva ceremonia encabezada por el intendente Mauricio Actis, la ciudad conmemoró el centenario de su primer gobierno local. Del primer edificio "prestado" a la planificación del 2050, un recorrido por la historia de una comunidad forjada en la igualdad y el esfuerzo compartido.
La comunidad de Brinkmann se reunió el pasado jueves para conmemorar un hecho verdaderamente histórico: los 100 años de la creación del primer gobierno municipal. Un siglo ha pasado desde aquel momento fundacional que marcó el inicio de la vida institucional de la ciudad tal como se la conoce hoy.
La ceremonia, cargada de emotividad, contó con la presencia de autoridades encabezadas por el Intendente Mauricio Actis y el legislador provincial Gustavo Tevez, además de exintendentes, familiar y representantes de instituciones. Fue el escenario propicio para que el actual mandatario reflexionara, en una entrevista exclusiva con LA VOZ DE SAN JUSTO, sobre el pasado, el presente y los desafíos de liderar la ciudad justo en su centenario.
Recordar los inicios de la municipalidad es viajar a una Brinkmann muy distinta, una "casi aldea" que, sin embargo, ya latía con el deseo de organizarse. Según relató Actis, la Ley de Municipalidades de hace 100 años le otorgó el carácter formal al municipio, pero la realidad edilicia era mucho más precaria.
"Entonces empezó a funcionar el municipio en una casa de familia, prestada, hasta que unos años después, se logra mediante un vecino que dona el lote, otros vecinos los ladrillos Y se logra la construcción del edificio municipal".
En ese contexto de construcción colectiva surge la figura fundamental de Agustín Zampol, quien asumió como el primer intendente el 3 de diciembre de 1925 y gobernó hasta 1928. Para Actis, Zampol fue quien "encendió la llama".
"Zampol cuando asume ahí no pudo haber hecho pavimentos, no pudo haber hecho grandes obras, pero hizo lo mejor que pudo, que fue organizar un municipio durante 2 años", destacó el actual intendente, valorando que aquella gestión inicial sentó las bases institucionales que permitieron a Brinkmann pasar de pueblo a ciudad.
Desafíos y progreso
Durante su discurso oficial, Actis utilizó una potente metáfora para describir la función del estado municipal a lo largo de este siglo: "El municipio es una especie de tutor. De esos que ponemos cuando plantamos un árbol. No es el árbol, lo acompaña. No lo sustituye, no lo obliga, pero está ahí para sostenerlo mientras crece".
Ese crecimiento ha estado marcado por una fuerte identidad industrial y de clase media. Brinkmann no es producto de la casualidad, sino de una sociedad con base en el trabajo, donde las diferencias sociales se acortan en las instituciones.
"Yo siempre digo, aquí en Brnkmann el hijo del empleado va a la escuela con el hijo del patrón, y eso es muchísimo", enfatizó Actis, subrayando que la educación y la justicia social son banderas que la ciudad "no tiene que nunca arriar". Hoy, la localidad se erige como una ciudad educativa por excelencia, cubriendo todos los niveles desde el jardín de infantes hasta el superior y la educación para adultos.
La continuidad en las políticas públicas, más allá de los colores políticos, ha permitido hitos como el pavimento, el agua potable y las cloacas, obras logradas en conjunto con cooperativas y mutuales. "Uno peca de injusto en esto", admitió Actis al intentar nombrar a todos los actores, pero reconoció que el rumbo se ha marcado "poniendo cada uno su ladrillito".
Visión de futuro
Con la mirada puesta en el porvenir, la gestión actual no se detiene en los festejos. El desafío es garantizar un crecimiento sostenible para las futuras generaciones. En este sentido, Actis confirmó una noticia trascendental para el desarrollo urbano: "Vamos a dejarle seguramente a la ciudad 62 hectáreas que este municipio compró en estos últimos meses para aportar lotes por los próximos 10 años para los brinkmanenses".
Esta adquisición no solo contempla lotes residenciales, sino también espacios para pequeños talleres y emprendimientos, enmarcados en el plan participativo y estratégico "Brinkmann 2050". La idea es clara: trascender la coyuntura y trabajar pensando en una ciudad que crece y avanza.
Para cerrar, el intendente envió un mensaje directo a aquellos hijos de Brinkmann que, por diversas razones, hoy no viven en la ciudad. Lejos de olvidarlos, la comunidad los espera con los brazos abiertos.
"Esta ciudad no expulsa a su gente, todo lo contrario, le tiende la mano, esta ciudad está siempre esperando a que regresen, y que vengan a colaborar", expresó con emoción.
Así, entre la memoria de Zampol y la proyección hacia el 2050, Brinkmann inicia su segundo siglo de vida municipal. Con la premisa, como concluyó Actis, de ser una sociedad que "trabaja codo con codo" y que se levanta todos los días para hacer una ciudad mejor.
