Brinkmann abre su pulmón verde: el Sendero del Bosque Spirandelli impulsa el turismo en la región

La ciudad de Brinkmann ha dado un paso significativo en su desarrollo turístico con la apertura del Sendero del Bosque Spirandelli. Este nuevo atractivo, que se extiende por 20 hectáreas de bosque con plantaciones de eucaliptus y otras especies, no solo enriquece la oferta turística local sino que posiciona estratégicamente al pueblo como "puerta de entrada" al futuro Parque Nacional Ansenuza. El sendero, que cuenta con dos recorridos de 1200 y 1800 metros, ambos culminando en un mirador con vistas panorámicas a la laguna de Ansenuza, representa un hito en la conexión entre conservación ambiental y desarrollo comunitario.

La iniciativa, que se materializó gracias a la disposición de Don Mario Spirandelli para permitir que el bosque sea incorporado a la red de sitios de interés turístico, busca ofrecer experiencias educativas y recreativas que conecten a residentes y visitantes con la biodiversidad local. Brenda Rosina, referente de la Dirección de Turismo y Desarrollo Regional de Brinkmann, destacó que "el sendero busca ofrecer experiencias educativas y recreativas que conecte residentes y visitantes con la biodiversidad local, promoviendo de esta manera un turismo responsable con el medio ambiente". Este enfoque refuerza la identidad de Brinkmann como ciudad que valora, protege y pone en valor su patrimonio natural.

Un espacio que honra la historia y la naturaleza

El Bosque Spirandelli, ubicado en el noreste de la localidad en lo que se denomina "el Bajo Ansenuza", es un claro ejemplo de lo que representa Brinkmann: unión, comunidad y amor por el pueblo. El nombre del bosque honra la historia de una familia local cuyo legado ahora se comparte con toda la comunidad. Analía Ledesma, secretaria de Obras Públicas de Brinkmann, explicó que "esta obra se comenzó a proyectar hace años gracias a que Don Mario Spirandelli, luego de una visita a la Ciudad, se puso a disposición del municipio para permitir que el bosque sea incorporado como parte de una red de sitios de interés".

El sendero, que incluye bancos y mesitas para merendar o tomar mates al atardecer, se integra perfectamente con la oferta local. A pocos metros del bosque, el emprendimiento turístico "Don Silvino" ya ofrece meriendas campestres y recientemente ha sumado alojamiento a su propuesta, demostrando cómo el turismo puede generar sinergias positivas dentro de la comunidad.

El diseño del sendero priorizó la "poca intervención" para preservar el ecosistema. "Se trabajó principalmente con madera, (conseguida de la limpieza y trazado de senderos) para generar límites y cercos, con madera tratada en la construcción del mirador; y por otro lado con chapas y vinilos impresos para la cartelería indicativa que acompaña al senderista", detalló Ledesma. La obra incluye un ingreso con estacionamiento vehicular y dos recorridos: uno corto de 1200 metros y otro más extenso de 1800 metros.

"La apertura de este sendero refleja el compromiso ambiental dado que ha sido una intervención mínima, que respeta por sobre todas las cosas la biósfera del sitio, apostando a la conservación de especies y al disfrute respetuoso de la naturaleza", señaló Ledesma. El proyecto se desarrolló siguiendo los lineamientos de Parques Nacionales y varias ONGs, asegurando su compatibilidad con la futura área protegida.

El funcionamiento del sendero está bien estructurado para garantizar la seguridad y preservación del bosque. El ingreso está permitido hasta las 18 (salvo con un guía habilitado), con formulario de registro para los visitantes y cámaras de vigilancia en el inicio y final del sendero. Los guías locales están preparados para ofrecer recorridos enriquecidos, permitiendo una experiencia de calidad.

La Dirección de Turismo ya trabaja en un ambicioso proyecto para el futuro: la creación de una Oficina de Turismo en uno de los viejos galpones de la Estación de Ferrocarril, que servirá como punto de referencia para los visitantes para obtener  todo tipo de información.