Bomberos apelan a la responsabilidad ciudadana para ahorrar recursos cada vez más escasos
Con un gasto fijo mensual que asciende a los $870.000, desde el cuartel de nuestra ciudad reconocieron preocupación por la coyuntura ambiental, la pandemia y el recorte de fondos que llega al 40 %. La imposibilidad de alquilar el salón para fiestas y de realizar bailes los dejó si el 35 % de los ingresos con los que antes contaban para el pago de gastos corrientes o insumos básicos como el combustible.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
El timbre del teléfono pone en alerta al cuartelero que de inmediato toma la llamada donde del otro lado de la línea una persona pide la inmediata intervención de los bomberos porque en ese lugar de la ciudad donde está, se produjo un incendio. Sin perder tiempo se pone en marcha el protocolo, convocando a los efectivos que, de inmediato, salen en las unidades que están preparadas para intervenir.
Esta situación forma parte de la rutina diaria del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de San Francisco y es el inicio de una tarea desarrollada por los 74 efectivos, cada uno de ellos con una función específica pero con el mismo objetivo: atender la emergencia y evitar, en algunos casos, una tragedia.
"Temporada alta" para los servidores públicos
Tal como ocurre cada año, el período comprendido entre los meses de abril y agosto se caracteriza por ser de profunda sequía y por ende, para los bomberos voluntarios de nuestra ciudad representa la "temporada alta" por el extremo riesgo de incendio de pastizales.
En este momento San Francisco sufre una larga sequía que ya lleva más de 60 días, que puede crear condiciones ideales para los incendios en campos lo que a su vez incrementa el uso de insumos como equipos de oxígeno, indumentaria, combustible, desgaste de vehículos y muchos otros.
La negligencia de la gente "duele más" en pandemia, aseguró Muratore.
El costo de la negligencia ciudadana
En otra época del año se contabilizan dos salidas diarias lo que implica un gasto fijo mensual de 870.000 pesos, aunque en período de sequía como éste, con un promedio de 6 salidas diarias, la demanda de fondos para cubrir el funcionamiento del cuartel trepa hasta superar la cantidad de 1.200.000 pesos mensuales.
Dentro de esta suma se estima que cada salida para atender incendio de pastizales tiene un costo de 21.000 pesos por día para el cuartel.
Uno de los incendios recientes fue el que se registró el domingo 12 de julio en un lote ubicado en el norte de la ciudad. Allí dos dotaciones de bomberos debieron trabajar durante cuatro horas para extinguir el fuego provocado por el imprudente accionar de un vecino no identificado que arrojó cenizas producto de un asado realizado en la noche anterior.
El gasto de combustible para cubrir ese siniestro ascendió a los 8.900 pesos a lo que hay que agregarle el mantenimiento general de las unidades utilizadas y el equipamiento de cada efectivo que intervino. Junto a ese dinero hay que tener en cuenta que se destinó el trabajo de 12 horas por parte de 7 efectivos aunque luego la extinción total de las llamas demandó tres días de tareas adicionales. A esto hay que agregarle la pérdida total de gran cantidad de árboles y de un tramo del tendido de la red eléctrica del sector.
Las salidas suelen ser más frecuentes en esta época, por los incendios de pastizales derivados de la sequía.
El presidente de la Sociedad Bomberos Voluntarios, Darío Muratore, reconoció que "siempre duele" el gasto económico que se genera a la institución por este tipo de situaciones que pueden ser evitables, "pero en tiempos de pandemia duele más".
"La prevención siempre es la mejor manera de ahorrar recursos" para la institución, aseguró Muratore a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Cuidar a los que nos cuidan
Ante la generación de hechos de estas características, desde Bomberos Voluntarios renovaron un férreo pedido de toma de conciencia dirigido hacia la comunidad. "Nosotros queremos pedirle a la gente que entienda que este tipo de situaciones puede causar daños que pueden volverse irreparables para la flora y fauna de la ciudad", dijo Muratore.
En un contexto de crisis como el actual, derivado del coronavirus, "nos cuesta mucho obtener los recursos económicos" para hacer funcionar la institución.
Para tener una idea de lo que representa económicamente una salida como la realizada para la extinción del incendio en ese campo en particular, el entrevistado ilustró: "Si alguien tuviera que contratar los servicios de Bomberos para apagar el foco inicial, en los cuales se incluye el combustible utilizado, desgaste de vehículos y materiales, horas hombre y amortización de máquinas, le hubiese costado 30.000 pesos. A eso hay que agregarle los otros cuatro viajes al lugar para hacer la clásica guardia de cenizas".
Durante la pandemia, los bomberos voluntarios son una de las organizaciones más abocadas al cuidado de la comunidad y más que nunca necesitan de la responsabilidad ciudadana para evitar siniestros.
Para un incendio de pastizales considerado estándar, hay que contabilizar un mínimo de 3.000 pesos de combustible, es decir que por día los incendios de pastizales le representan a la entidad un promedio de 21.000 pesos.
Si trasladamos ese gasto a un mes, el promedio de fondos necesarios trepa a los 600.000 pesos.
"Un incendio de pastizales no es solo el momento en que se va a combatir las llamas. Luego de apagado el fuego, volvemos a salir tantas veces como sea necesario para controlar hasta que llega el momento en que se apagó por completo", agregó.
El recorte de fondos también llegó a los bomberos
En un contexto de emergencia sanitaria y crisis la preocupación porque los recursos del Plan de Manejo del Fuego en Córdoba se reparten a todos los cuarteles por igual, sin importar su tamaño ni actividad o la demanda, se hace más fuerte. Lo mismo pasa con los fondos nacionales.
La ley 25.054 establece que el 0,5 por mil de todas las pólizas de seguros que se contratan en el país tienen como destino los más de 800 cuarteles de bomberos que existen.
Antes de la pandemia del covid -19, para cubrir los 870.000 pesos de gastos fijos mensuales Bomberos Voluntarios disponía de cuatro vías de ingreso bien diferenciadas: cuotas societarias, División Seguridad, bailes o alquiler de salón de fiestas y subsidios de la Nación, provincia y municipalidad.
Con la pandemia esas posibilidades se redujeron drásticamente. De hecho, los bailes se suspendieron desde el momento mismo en que se declaró el aislamiento social, preventivo y obligatorio el 20 de marzo y se estima que continuará de la misma manera por mucho tiempo, lo mismo que el alquiler del salón de fiestas mientras que la División Seguridad redujo notoriamente su demanda.
Los fondos surgidos del alquiler del salón y realización de eventos representan el 35 % de los fondos que mensualmente recauda la institución.
La División Seguridad, que funciona en Las Malvinas 1103, aporta un 15 % de los fondos.
El ingreso por cuota societaria representa un 35 % conformado por el aporte de una masa societaria compuesta por alrededor de 6.000 adherentes que realizan aportes mensuales que oscilan entre los 120 y los 250 pesos.
El 15 % restante está comprendido por subsidios que aportan los gobiernos nacional, provincial y municipal. En este caso, el subsidio nacional correspondiente a 2020 fue de 1.200.000 pesos, lo que implica un promedio mensual de 100.000 pesos. Hay que tener en cuenta que en 2019 el subsidio fue superior ya que llegó a los 2.200.000 pesos aunque por efectos de la crisis económica sumada al efecto de la pandemia se dispuso poner en un mismo estado a todos los cuerpos de bomberos del país. De esta manera, se tuvo que repartir la misma cantidad de fondos entre 450 cuarteles cuando el año anterior el reparto fue entre 300.
El aporte del gobierno provincial a través de los subsidios se ubica en el orden de los 600.000 pesos mientras que a nivel municipal el aporte mensual es de 22.000 pesos.
Teniendo en cuenta la necesidad de reunir mensualmente 870 mil pesos para cubrir los gastos fijos mensuales, la institución enfrenta un déficit del 40 % por la imposibilidad de recibir fondos por el alquiler del salón y realización de eventos mientras que División Seguridad en este momento hace un aporte menor al habitual.
Una camioneta Ford Ranger 4×4, la última inversión.
Renunciar a las inversiones
Para hacer frente a la abrupta caída de ingresos, Muratore señaló que desde Bomberos "nos tuvimos que olvidar de cualquier inversión y el mantenimiento edilicio está totalmente paralizado".
Además, indicó que "se dejó de invertir en tecnología, salvo la camioneta que presentamos días pasados" en alusión a la unidad número 50. Se trata de una camioneta Ford Ranger Doble Cabina 2.2 XL 4×4. Adquirida como unidad de logística, este nuevo vehículo acompañará a los bomberos en su trabajo diario. Cabe destacar que el vehículo fue comprado gracias al subsidio nacional del año 2019 y el aporte mensual de los socios de la entidad.
Igualmente, Muratore comentó que "cada unidad se utiliza ante situaciones totalmente imprescindibles. El combustible se destina sólo a las emergencias. Esto nos ayudó a ponernos a tiro con los ingresos y a esto se le sumó una campaña telefónica en la cual unos 60 amigos que colaboraron con aportes que oscilaron entre 1.000 y 10.000 pesos lo que nos posibilitó volver a funcionar, esperando que se vuelva a fortalecer División Seguridad para que aumenten los ingresos por esa vía".