Boca y un empate con sabor a poco
El "Xeneize" no pudo con Newell's en la "Bombonera", empató 0 a 0, y sigue fuera de la Copa Libertadores 2022.
Boca Juniors no pasó de un empate sin goles en la "Bombonera", luego de caer en la fecha anterior frente a Independiente en Avellaneda, y al cabo de la 23ª fecha del campeonato de la Liga Profesional sigue afuera de los puestos de clasificación a la Libertadores 2022 por tabla anual, por lo que cada vez se le presenta como más trascendente para ese objetivo la final de Copa Argentina del próximo 8 de diciembre en Santiago del Estero.
El primer tiempo del partido estuvo enmarcado por el "misterioso" accionar previo del técnico local, Sebastián Battaglia, que decidió cuatro variantes respecto del equipo anunciado para jugar este mismo partido el pasado domingo, cuando fue suspendido por la lluvia que anegó el piso de la "Bombonera", y con el que practicó inclusive este lunes.
La salida de Eros Mancuso para dejarle su lugar a Luis Advíncula no despertó las mismas sospechas que las de Edwin Cardona (entró Eduardo Salvio), Sebastián Villa (Exequiel Zeballos) y Carlos Zambrano (Lisandro López).
Los rumores no tardaron en correr a raudales por los pasillos y los palcos de prensa de la "Bombonera", pero sin confirmación alguna de los protagonistas ni del propio entrenador respecto de si sucedió algo en el entrenamiento matutino mencionado.
Esa "comidilla" previa terminó siendo lo más atractivo del primer tiempo, ya que Boca, ni tampoco este tibio Newell's que ni entrenador titular tiene (Adrián Taffarel es interino), abrieron ningún ítem que llamaran la atención de la numerosa concurrencia que asistió nuevamente al estadio boquense.
Sin llegadas ni fútbol fluido desde ambas partes, la presencia como titular de Zeballos, de reciente convocatoria a la selección mayor argentina, fue la más celebrada por los hinchas "xeneizes", aunque el "Changuito" en su afán por demostrar y corresponder a tanto cariño, terminó insinuando más de lo que concretó.
Claro que lo mismo ocurrió con sus compañeros, que solamente terminaron siendo espectadores de un exjugador del club como Pablo Pérez, que manejó los hilos de la media cancha ñulista y fue el gestor de las mejores acciones ofensivas de su equipo, sobre todo hasta los primeros 20 minutos del complemento, ya que en ese lapso de la segunda parte sobre todo se vio lo mejor del conjunto rosarino.
La visita tenía la pelota y entonces a Battaglia no le quedó más remedio que mandar a la cancha a los colombianos Villa y Cardona por los extremos Zeballos y Salvio, también de improductiva producción.
La mejoría del conjunto auriazul fue inmediata, generando Boca las mejores opciones de la noche, una inclusive con un gol anulado a Luis Vázquez por tener apenas la rodilla derecha adelantada.
Después volvió a caer en otro bache, justo cuando en la visita se produjo el ingreso de Maxi Rodríguez, quien tendría en sus pies la posibilidad más clara del visitante.
Sobre el final, otra vez llegó la presión "xeneize" que tuvo el gol al alcance de la cabeza de Rojo, cuyo frentazo se estrelló contra el palo izquierdo del arco defendido por Macagno, y en los pies de Cardona, cuyo tiro libre tuvo el mismo destino que el del exdefensor del seleccionado argentino.
Pero la chance que malogró
Vázquez después de un rebote de Macagno, cuando en el área chica y a poco más
de un metro de la línea de gol, remató contra el palo derecho, hicieron que la
frustración generalizada fuera aun mayor, sobre todo porque con esa chance y
otra más dilapidada por el mismo delantero, los boquenses siguen fuera de puestos
de Copa Libertadores en la tabla anual.
Por eso los hinchas despidieron al equipo exigiéndole que el 8 de diciembre, en la final de la Copa Argentina ante Talleres o Godoy Cruz, "en Santiago del Estero, cueste lo que cueste, hay que ganar".