Biblioteca Popular: refugio de la cultura que lucha por sobrevivir a la pandemia
Con la reapertura en agosto, el Centro Cultural y Biblioteca Popular dispuso de un protocolo sanitario para asegurar la correcta adopción de medidas que permitan el normal desarrollo de la actividad de la institución.
Por Mauricio
Argenti | LVSJ
Como afirma el
título, las bibliotecas son, en este tiempo distópico y quizás en todos los tiempos,
el principal refugio de la cultura. En
San Francisco, son varias las que resguardan miles de textos literarios. Entre
ellas, el Centro Cultural y Biblioteca Popular -más conocido como 'la
Biblioteca Popular'-, ubicado en Av. del Libertador (N) 157, es el recinto que
sintetiza este tipo de instituciones a los que la pandemia amenazó seriamente.
Sin embargo, pudo sobrellevar este momento aciago y ahora asoma con fuerza de
cara a un futuro que ve con renovada esperanza e ilusión.
Hasta el momento en que la pandemia de Covid 19 comenzó a arrasar con todo lo conocido y modificar la realidad mundial hasta el punto de tener que pensar en la presencialidad como un elemento de riesgo sanitario, las bibliotecas populares se mostraban como el sitio adecuado en donde se conservaban manifestaciones de la cultura expresadas a través de creaciones literarias.
Con las limitaciones claras puestas en práctica y reforzadas a medida que el virus avanzaba y generaba una nueva realidad, al igual que muchas instituciones, las bibliotecas populares fueron quedando como especies de instituciones fantasma, donde por varios meses no pudieron recibir la visita de los socios ávidos por la lectura en formato de libro tradicional.
De esta manera, las creaciones literarias tuvieron que aguardar mucho más de lo adecuado para que alguna mano salvadora las volviera a sacar de las frías estanterías y que, de esa manera, luego de la esperada apertura de la tapa del libro, sus páginas retomen la colorida danza que se genera cuando el lector da vuelta cada una de ellas, a medida que avanza la lectura.
En el caso de la Biblioteca Popular, luego de haber transitado por la pesadilla que significó la posibilidad de caer en el cierre definitivo de la institución como consecuencia dos juicios laborales -que finalmente pudieron solucionarse con el aporte de 600.000 pesos por parte del gobierno provincial y otro aporte similar por parte de la municipalidad de San Francisco-, todo parecía ir mejor en 2019 hasta que meses más tarde sobrevino la inesperada pandemia y con ella los objetivos iniciales trazados para el resurgimiento de la institución se detuvieron en el tiempo.
La presidenta de la comisión directiva de la entidad, Mirta Fornero explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que a partir del surgimiento del nuevo escenario internacional que impuso la pandemia "cambió absolutamente todo a partir del miedo al contagio. Aunque, en realidad, lo único que puede contagiar un libro son ideas".
Con la reapertura en agosto, el Centro Cultural y Biblioteca Popular dispuso de un protocolo sanitario para asegurar la correcta adopción de medidas que permitan el normal desarrollo de la actividad de la institución.
"Nosotros hemos tomado como parámetro el funcionamiento de diferentes comercios que trabajan con cierta limitación en la capacidad en el interior del salón. En nuestro caso permitimos la permanencia de un grupo reducido de personas y en el caso de que lleguen más, tendrán que esperar afuera por un momento hasta que se vaya desocupando".
Desde la reapertura se mostró muy aliviada al señalar que "no hemos tenido ningún tipo de inconvenientes" con la generación de contagios de Covid en el interior de la institución.
El desafío de la virtualidad
La irrupción de la virtualidad en la vida cotidiana no afectó en la demanda de libros en el Centro Cultural y Biblioteca Popular. Esto ocurrió porque, según explicó su presidenta, "la gran mayoría de los asociados tienen una edad determinada en la cual la virtualidad no es algo a lo que estén tan habituados en su vida cotidiana, sino más bien fue un elemento que han tenido que abordar con la pandemia".
De esta manera indicó que "nuestros socios siguen buscando el libro de texto y piensan que no es lo mismo leer un texto en una pantalla que hacerlo en un soporte de papel como tradicionalmente están acostumbrados".
Pese a los condicionamientos que impuso la pandemia, dijo que "hemos logrado mantenernos vigentes y trabajando que para nosotros es muy importantes porque con eso pudimos atender la demanda de nuestros asociados" que según explicó "se ha sostenido en cantidad" luego de la reapertura.
Entre los principales cambios a los que se vieron forzados a realizar se contó la prohibición en el uso de las computadoras que habitualmente son utilizadas por los socios como elemento de consulta y servicio de internet "porque eso suponía la permanencia de personas sentadas en un mismo lugar durante mucho tiempo", explicó.
Para facilitar la atención al público y hacerla más ágil como se pide en estos tiempos, el Centro Cultural y Biblioteca Popular solicita a sus asociados que antes de concurrir a la sede realicen una consulta telefónica al 425205 donde podrán preguntar sobre la existencia de determinado texto.
Problemas con los subsidios limitaron la compra de libros
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) es un organismo que entre otras funciones se encarga de asignar y distribuir ayudas económicas y subsidios a las distintas bibliotecas dentro del país. Históricamente, la Conabip se encarga de asignar recursos que son destinados a la compra de material literario.
En este caso, el Centro Cultural y Biblioteca Popular de nuestra ciudad era uno de los beneficiados con esta ayuda.
No obstante, con la pandemia, Mirta Fornero reconoció que "algunos subsidios llegan, pero otros no lo hacen como llegaban antes" generando de esta manera inconvenientes en la compra de nuevos libros con los cuales se renueva periódicamente el stock literario de la institución.
Sobre esto último recordó que "siempre estamos comprando material literario para renovar anualmente nuestros libros" aunque por efecto de la suspensión de la Feria del Libro "no hubo oferta literaria" por lo cual "las compras han sido muy limitadas en todo este tiempo".
A todo esto se agrega el hecho de que, durante este período, se produjo "una disminución" en el número de socios que termina afectando en cierta medida algunos objetivos de la institución porque "siempre pretendemos ir renovando los volúmenes que corresponden a los distintos géneros literarios".
La pandemia arrasó también con el dictado de distintos talleres que tenían como objetivo brindar diferentes servicios a los socios. Precisamente, señaló que desde marzo de 2020 en adelante "todo eso se cortó" ya que "lamentablemente no hemos podido retomar con el dictado de los talleres que solíamos tener activos" como el caso de los de oratoria, talleres de ilustración analógica y digital, comics, etc.
Una vez más, los integrantes de la comisión directiva no bajan los brazos, decididos a trabajar para seguir acrecentando el legado de una institución, marcado a lo largo de casi 95 años que cumplirá el próximo 5 de agosto.
Por ello, desde el Centro Cultural y Biblioteca Popular expresaron que uno de los objetivos trazados por la institución pasa por "lograr la renovación" de colaboradores y dirigentes mediante la necesaria motivación para contagiar "el entusiasmo y la motivación" que permitan la participación dentro de la entidad.
De esta forma, este grupo de amantes de la literatura cumple el objetivo trazado por sus antecesores entusiastas defensores del arte, la ciencia y la cultura que trabajaron denodadamente para lograr la creación de un centro cultural y de esa manera poder difundir la cultura en todas sus fases, aún a costa de todas las consecuencias derivadas de la pandemia de Covid-19.
Datos de la biblioteca hoy
Asociados: 450
Cuota societaria mensual: 250 pesos.
Horario de funcionamiento: lunes a viernes de 9 a 12 y de 15 a 19.
Libros: 35.000
Géneros literarios predominantes: novela policial, novela romántica, ensayos, cuentos, poesías, etc.
Género preferido por los socios: novela romántica y novela policial.
Autores más solicitados: Wilbur Smith y Nora Roberts.