Betania, el hogar que acogió a los abuelos hasta que pase el efecto de la pandemia
La irrupción del coronavirus obligó a cambiar muchas prioridades. Por imperio de la solidaridad, la Iglesia ofreció a las autoridades sanitarias el predio de Casa Betania, ubicado en Quebracho Herrado, para ser utilizado en lo que se considere conveniente en el marco de la lucha contra esta pandemia. Las autoridades sanitarias resolvieron trasladar a los abuelos del Hogar de Ancianos "Enrique J. Carrá" hasta allí para resguardarlos hasta que pase el riesgo sanitario.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
Al ingresar a Quebracho Herrado hay que recorrer unos 500 metros hacia el este para encontrarse con el portal de ingreso de Casa Betania, un predio maravilloso que desde hace unos días es el nuevo hogar de los abuelos que residen en el Hogar de Ancianos "Enrique J. Carrá".
El nombre del lugar hace referencia a un pueblo ubicado a las afueras de Jerusalén, donde estaba ubicado la casa de Marta, María y Lázaro, tres hermanos que eran amigos de Jesús a quien en repetidas ocasiones le ofrecieron su hogar como refugio.
Concebida en los años '80 como Casa de la Diócesis ideal para hacer retiros espirituales por parte de sacerdotes y laicos, luego de haber sido remodelada también fue el destino para albergar a delegaciones de visitantes que asistían a distintos eventos en la ciudad.
Si bien el predio pertenece a la Diócesis de San Francisco, el lugar está abierto a otras religiones evangélicas que, igualmente, encuentran allí un espacio propicio para realizar actividades espirituales.
Precisamente, el hogar, que cuenta con unas 25 habitaciones, es hoy el refugio de los 19 abuelos que, fruto de esta pandemia, debieron mudar su lugar de residencia habitual para descubrir este nuevo destino.
El predio cuenta además con una amplia capilla, dos salones, cocina y un amplio parque cubierto por frondosos árboles que permiten disfrutar de una reparadora sombra mientras se escucha el canto de las aves que tienen sus nidos en las cercanías.
La pandemia que azota a todo el mundo obligó a modificar la tranquila rutina de este grupo compuesto por 10 varones y 9 mujeres que residen en el Hogar de Ancianos ubicado en barrio Hospital. Es que las previsiones que se están tomando para prestar una adecuada atención sanitaria a las posibles víctimas del temido virus en la ciudad llevaron a desalojar las instalaciones del Hogar de Ancianos "Enrique J. Carrá" para que puedan ser utilizadas -en caso de ser necesario- para alojar allí a personas afectadas por el coronavirus.
Desde el lunes 6 de abril los abuelos del Hogar de Ancianos encontraron en Betania un lugar de ensueño, donde todos se sienten muy a gusto en este entorno rural donde se respira paz y tranquilidad.
El traslado de los abuelos se llevó a cabo bajo estrictas normas de seguridad e higiene. Para ello intervinieron ambulancias de traslado del Hospital Iturraspe y de las empresas Cruz Verde y Ucemed junto a un amplio equipo de profesionales de salud y personal del Hospital y el Hogar de Ancianos.
Marisa Lucero es una de las enfermeras del Hogar quien explicó que una vez que se tomó la decisión de trasladar a los abuelos "les empezamos a hablar sobre esto porque es un cambio muy grande. Estamos muy contentos porque les gustó mucho el lugar".
A diario, para recorrer los 20 kilómetros que separan a San Francisco del hogar en Betania el equipo de enfermeros es trasladado en un transporte que provee la municipalidad de San Francisco.
Mariano Maisa, enfermero del Hogar, recordó que "todos los días venimos el grupo de personal de enfermería y limpieza. Al llegar cumplimos todo un protocolo que bioseguridad que implica que dejemos a un lado toda la ropa que teníamos cuando llegamos y nos colocamos otra para usar mientras permanecemos aquí dentro".
Sin visitas y con mucha creatividad
El aislamiento que impone el virus llevó a que los abuelos no puedan recibir visitas en este nuevo destino que habitan. Sin embargo, las comunicaciones por celular y las videollamadas están a la orden del día ya que ese es el mecanismo por el cual sus familiares y seres queridos tienen para hablar con ellos a diario.
La falta de familiares y seres queridos se reemplaza con el ingenio y la creatividad del personal que a diario los contiene. "Acá no falta la música y el baile, tratamos que ellos se sientan cómodos y no piensen en la falta de sus familiares por todo esto que estamos pasando. El predio es grande y eso permite que en estos días donde todavía hay una temperatura agradable puedan recorrer el jardín o bien puedan disfrutar de los distintos ambientes que ofrece este edificio. Aquellos que están en cama también reciben nuestra compañía y una charla que siempre les viene muy bien".
La alegría de "Monse"
María Monserrat Alvarez, más conocida como "Monse", es de aquellas mujeres que cautiva con su presencia. A sus 82 años, recibió "con una gran alegría" la noticia del traslado al hogar de Betania, en Quebracho Herrado.
Es una de las más antiguas en el Hogar Enrique J. Carrá. Luego de 27 años viviendo allí confesó que se sintió "sorprendida" al recibir la noticia del traslado.
"Cuando me avisaron estaba sorprendida. Me preguntaba dónde nos iban a llevar y cuando me dijeron que era aquí me quedé tranquila porque conocía el lugar por haber hecho un retiro espiritual con el grupo de la Virgen Niña. Estoy contenta por estar aquí, lo disfruto mucho".
María muestra a cada paso una gran religiosidad. Dentro de la semana más importante para la Iglesia Católica y en víspera de las Pascuas, recordó que el viernes santo realizó el vía crucis en la capilla que tiene el predio. "Yo solita hice todo el vía crucis, recorriendo todas las estaciones. Luego de merendar junto al resto de mis compañeros pudimos ver por televisión el vía crucis del Papa en Roma".
Un enamorado del lugar
Osvaldo Anselmi, quien en los próximos días cumplirá 70 años, llegó al Hogar de Ancianos hace siete meses. Cuenta que se adaptó "enseguida" a su nueva realidad y que además le gustó "mucho" trasladarse hasta Betania.
"El lugar es hermoso, me gusta mucho la atención de la gente", explicó para luego recordar que una vez que se levanta y se baña "venimos a desayunar al comedor para luego disfrutar de todo esto en el resto del día".
Osvaldo conocía Casa Betania mucho tiempo antes de llegar al Hogar de Ancianos. En una oportunidad "hace como tres o cuatro años" visitó Quebracho Herrado para disfrutar de una carrera de caballos. "Allí fue cuando conocí este lugar y me pareció maravilloso".
Delia estrena "casa nueva"
A sus 83 años, Delia Quiroga se acercó para dar su testimonio y explicar la alegría que siente por estar en Casa Betania. "Estamos estrenando casa nueva" dijo con mucha satisfacción tras recordar que habita en el Hogar de Ancianos desde hace 17 años.
Delia es madre de tres hijos que viven en San Francisco. En este momento de aislamiento no los puede ver ni mucho menos abrazar. Pese a todos los esfuerzos que haga para acercarse a la tecnología terminó reconociendo que "soy muy mala" para dominar los dispositivos móviles que le permiten entablar una conversación con sus hijos.
"Con el teléfono celular no me llevo muy bien, en seguida corto la comunicación porque no me sale nada qué decirles", confesó.
Monseñor Buenanueva: "Es un lugar muy querido"
El obispo diocesano, Sergio Buenanueva, rescató el aporte que brinda casa Betania para la Iglesia diocesana señalando que "es un lugar muy querido para nosotros".
"Es muy importante poder contar con una casa muy bien dispuesta" destacó para luego recordar que hace un tiempo se invirtió mucho dinero para restaurar sus instalaciones.
"La casa estaba muy venida a menos y hubo que arreglar las habitaciones, sanitarios, dotarla de internet y en definitiva mejorar la calidad edilicia del lugar", explicó.
Ante la aparición de los primeros síntomas de esta pandemia explicó que desde la Iglesia "tuvimos claro" que debían ofrecer este lugar a las autoridades sanitarias para que lo utilicen en lo que crean conveniente.
"De inmediato me puse en contacto con los doctores Valentín Vicente (director del Hospital Iturraspe) y Fernando Giacomino (secretario de Salud). En un principio pensamos esto como una alternativa sanitaria al Hospital y luego nos hicieron la propuesta de trasladar a los abuelos hasta allí y usar el Hogar de Ancianos, que está próximo al Hospital para ese objetivo y nos pareció muy acertado".
Vicente: "Pensamos en proteger a los abuelos"
Para el director del Hospital Iturraspe, Valentín Vicente, el traslado de los adultos mayores del Hogar de Ancianos "Enrique J. Carrá" fue una "medida excepcional" que se dio en el marco de esta pandemia por el coronavirus.
"Desde un primer momento se pensó en resguardar el Hogar de Ancianos ya que sus integrantes integran el grupo más vulnerable de esta enfermedad. Estamos adaptando todos los servicios sanitarios a esta situación y por eso, al recibir el ofrecimiento del obispo para utilizar el complejo Betania, se nos ocurrió que era el lugar ideal para mudar a los adultos mayores del Hogar hasta allí".
"Desde un primer momento pensamos en proteger a los abuelos", explicó para luego agregar que las instalaciones del Hogar de Ancianos "puedan albergar algunas funciones del Hospital Polivalente o directamente poner pacientes Covid que necesiten internación para control en ese lugar".