Política
Benedetti movería fichas en su gabinete de cara a 2026
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El intendente de Arroyito le aseguró a su equipo de trabajo que nadie tiene el puesto asegurado. El jefe municipal busca reforzar el alcance de su gestión en los dos últimos años de mandato.
Según pudo conocer LA VOZ DE SAN JUSTO, el intendente de Arroyito, Gustavo Benedetti, analiza la posibilidad de realizar movimientos internos en su esquema de gestión. Fuentes cercanas al ejecutivo arroyitense, indicaron este medio, que en la última reunión de gabinete el jefe municipal expresó que evalúa cubrir áreas que actualmente están vacantes como industria, salud y gobierno, con el objetivo de un relanzamiento de su gestión que busca fortalecerse pensando en el período 2026/2027.
De concretarse, no se trataría de un aumento de la planta política, sino de la decisión de ocupar cargos que hoy están sin designación titular. El planteo habría sido claro: alinear roles y nombres con prioridades de gestión, pero sin sumar más estructura ni generar crecimiento administrativo porque Benedetti busca y necesita potencia política, presencia territorial y conductores visibles en áreas claves en sus dos últimos años de mandato, que espera y desea marquen un antes y después para una de las ciudades más importantes del Departamento San Justo.
Además, las fuentes consultadas sostuvieron que el objetivo sería culminar la gestión con obras de alto impacto estructural y social, y cumplir el 100% de los compromisos de campaña asumidos en 2019 y 2023, buscando dejar “una marca política inédita en la ciudad”, apuntaron.
Benedetti, al menos públicamente, ha mostrado un clima interno sin fracturas visibles dentro del gabinete. Durante estos años al frente del municipio, no hubo quiebres sensibles en la convivencia política —dato relevante siendo una gestión de coalición—. La lógica siempre fue: las áreas que funcionaron se sostuvieron, los equipos que respondieron continuaron, y los programas con impacto social no se discontinuaron, un sello que desde el oficialismo atribuyen a la firmeza en la conducción. Sin embargo, trascendidos indican que la próxima etapa demandaría funcionarios con mayor presencia territorial y contacto directo con el vecino: vocación de servicio, calle, cotidianeidad y gestión en movimiento.
En este contexto y según las voces consultadas, Benedetti habría sido contundente con su gabinete y según pudo reconstruir LA VOZ DE SAN JUSTO, el mensaje habría sido más que claro y sin doble lecturas: en su gestión nadie tiene el lugar comprado, ningún funcionario es indispensable y quien no cumpla los objetivos del 2026 podrá ser reemplazado, siempre apuntando a levantar la vara y las exigencias a sus funcionarios directos. La frase habría impactado dentro del esquema político que ahora sabe que no habrá margen para la comodidad en la última etapa de gestión.
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Posibles cambios, con respaldo
La decisión que puede llegar a tomar Bendetti con respeto a los nombres propios que lo acompañaran hasta que termine su gobierno tienen un respaldo en números y hechos. Desde lo económico, en los dos últimos balances municipales se registró superávit, algo que no todos los municipios de la región pueden mostrar como antecedente y que Bendetti considera un distintivo de su gobierno: equilibrio fiscal, cuentas ordenadas y administración transparente sin frenar inversión pública ni planificación a largo plazo.
Además, en un análisis más macro, Arroyito es una de las ciudades del interior de la provincia que más ha crecido en términos demográficos y económicos, según datos oficiales. Una muestra de ello es el sostenimiento continuo de la obra pública. Según lo informado oficialmente por el municipio, esto fue posible por dos factores convergentes: la vinculación política directa del intendente con el gobierno provincial, que permitió sostener acuerdos y avanzar en convenios estratégicos —como la llegada de más de 5 mil millones de pesos para la construcción de la sede regional de la universidad provincial- y el buen manejo de los recursos públicos, que permitió mantener estable la ejecución de infraestructura incluso en contextos económicos adversos.
Si bien es cierto que la gestión de Benedetti atravesó cuestionamientos en algunos tramos, especialmente vinculados al plan de viviendas y a la finalización de la escuela Proa, apoyado en su espalda política y trayectoria ejecutiva el jefe municipal logró destrabar ambos frentes definitivamente logrando que el plan habitacional ya tenga a sus preadjudicatarios y que la escuela Proa está terminada al 100% y a la espera de que la provincia formalice su inauguración.
Con ese colchón de gestión, además de los posibles cambios, Bendetti proyecta que la industria, sea el sector que motorice la gestión hacia 2027 con generación de empleo, diversificación productiva, atracción de inversión y desarrollo económico real. Se espera, de hecho, que no sea solo un área más, sino un vector de política pública que enmarcaría el ciclo final de gestión, complementando infraestructura, obra pública y planificación estructural ya en marcha.
De esta manera, el escenario de Arroyito para inicios de 2026 se completa con obras activas o próximas a anunciarse: cloacas en ejecución, costanera con avances significativos en adoquinado, cordón cuneta y ordenamiento vial, la construcción de la universidad provincial y el desarrollo de la futura autopista —ambas con horizonte 2026/2027—. a esto se suma un dato que circula con fuerza y será anunciado en el corto plazo: Benedetti finalizaría en 2026 una entrega histórica de aproximadamente cien viviendas municipales, uno de los puntos más sensibles de su ciclo político.
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El futuro
En consultas realizadas por este medio con distintos referentes sociales y actores políticos de Arroyito, se pudo saber que, si bien existen sectores con intención de competir en 2027, las decisiones que tome Benedetti en los próximos meses serán determinantes para ordenar el mapa interno del oficialismo. Señalan que el intendente podría abrir el juego e incorporar nuevos cuadros sin condicionamientos heredados. Desde la mesa chica del benedettismo sostienen que el 2027 no es preocupación prioritaria, pero que sí es momento de afinar la administración, sin ampliación de planta política ni personal, haciendo más con lo mismo. Y remarcaron que el diálogo transversal con diversas fuerzas continuará como herramienta estratégica.
Por ahora no existe confirmación oficial sobre cambios en el gabinete pero todo indica que el inicio de 2026 podría definir una reconfiguración política profunda. Benedetti, como muchos dirigentes provinciales, apuntaría a ordenar la etapa final del mandato expandiendo su agenda pública para sostener el progreso de la ciudad dulce del país y si bien Benedetti no ha asegurado nada sobre su proyección política al finalizar su mandato, las especulaciones indican que su vínculo directo con Martín Llaryora y Myrian Prunotto podría incidir en su destino político inmediato.
