Baja participación en una elección polarizada
Más del 30% del electorado no fue a las urnas en unos comicios con lectura nacional.
La baja participación ha sido uno de los datos negativos de la jornada en la provincia. Votó el 68,34% del padrón. La cifra más baja en Córdoba desde la reinstauración de la democracia. Vale recordar que, en 1983, el porcentaje de votantes fue del 88,3% y paulatinamente fue retrocediendo hasta el 72,7% de 2019.
Córdoba registró una cantidad de sufragantes menor incluso que Río Negro y Salta, las dos provincias que, en las elecciones de este año, no llegaron al 70%.
La polarización, adjudicada a que el proceso excedió el marco de las problemáticas estrictamente provinciales, fue el sello de los comicios cordobeses. No cabe duda que la elección se nacionalizó debido a la polémica en torno al posicionamiento nacional del gobernador Schiaretti, que dieron origen a aquellos traumáticos días en los que Córdoba estuvo en la primera plana de los medios nacionales.
Redujo a porcentajes menores a las otras 11 agrupaciones políticas que participaron. Y estableció una situación inédita en la historia reciente de las instituciones de la provincia: hasta el cierre de esta edición no se podía establecer con claridad la correlación de fuerzas que habitará en la Legislatura durante el próximo período. No obstante, se estima que la paridad será la norma. Por ello, a la luz de los números que brindó la Justicia Electoral hasta las 24, la factible gestión de Llaryora al frente del Ejecutivo cordobés deberá estar jalonada por una tarea permanente de búsquedas de consensos con la oposición.