Azir, el perro que fue incluido en el aviso fúnebre de su dueño
Francisco "Pancho" Gallegos falleció y el nombre de su perro se agregó en la participación que salió publicada en LA VOZ DE SAN JUSTO. El caniche ocupaba un lugar importante en la vida de su amo y los familiares decidieron incluirlo en su despedida.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Para muchos, los perros no son más que eso, un animal o una mascota. Sin embargo, para otros, ocupan un lugar muy especial en su vida y se convierten en verdaderos miembros de la familia por su afecto y compañía.
El caso de la familia Gallegos de Frontera es de esas historias que vale la pena contar y tiene todos los condimentos de esos "amores perrunos" que transcienden la vida y la muerte.
El pasado viernes 12 de agosto, el padre de familia, Francisco "Pancho" (74) falleció a causa de un ACV hemorrágico y fue su perrito Azir el que alertó a la esposa Mónica de su descompensación tres días antes. Pero eso no es todo. En el último adiós a Pancho en el aviso fúnebre, decidieron que el caniche también lo despidiera como lo hicieron los humanos.
Azir, protagonista de una historia de "amor perruno". (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)
"Azir era de él, solo de él. Así fue desde el momento que llegó", contó Alicia Gallegos, una de las hijas de Francisco.
La decisión de incluirlo en el aviso necrológico de la familia fue de Soledad, la otra hija y una amante de los animales. "Mis perros son todo para mí. Cuando estábamos preparando el aviso para publicar en LA VOZ DE SAN JUSTO e íbamos nombrando a todos los miembros de la familia, le dije a mi hermana Alicia que Azir tenía que estar porque él era su gran compañero".
En lo de los Gallegos se siente la tristeza y aunque Azir se entretiene con las otras mascotas de la casa que son sus "sobrinos perrunos" Fionna, Polo y Rocco, por momentos descansa sobre los pies de la actual jefa del hogar, Mónica, como esperando que aparezca su querido "Pancho".
"Hoy yo duermo del lado que lo hacía mi Pancho y él (por Azir) huele el lugar. Antes, a mí no me gustaba que subiera a la cama porque encontraba yuyitos, pero hoy lo dejo subirse una horita para que salte y juegue como lo hacía con él", dijo la esposa de Francisco.
Azir busca a su dueño todo el tiempo. "El domingo estábamos almorzando todos juntos y él iba y venía al taller de papá a buscarlo", agregó Alicia.
El aviso necrológico que emocionó a los lectores.
Amor por los animales
El caniche llegó a la vida de los Gallegos hace más de un año y desde entonces se convirtió en el amigo inseparable de "Pancho". "Una amiga de Villa Josefina me ofreció el cachorro. Apenas llegó era un pompón blanco y lo llevamos al veterinario de inmediato porque desde el primer momento mi esposo me convenció para que su perro estuviera dentro de casa todo el tiempo".
Azir tiene todas sus vacunas colocadas como corresponde, pero además tiene su propio documento de identidad que Mónica resguarda con mucho cuidado.
Pero el amor por este perrito se replica en el gesto de toda la familia porque para ellos, las mascotas ocupan un lugar preferencial. En la casa donde vive Azir está además el gran Rocco y los continuos visitantes, los "sobrinos" del caniche como le gusta decir a la familia que son Polo y Fiona, la parejita de salchichas de Alejandra. Todos ellos se llevan de maravilla y los humanos le dan el lugar que merecen, algo que aprendieron del recordado "Pancho". "Mi papá siempre nos crió con animales de todo tipo. Tuvimos de mascotas desde nutrias hasta conejos", recordó Alicia.
Del álbum familiar. Juntos y felices, celebrando
el cumpleaños de "Pancho".
Siempre juntos
Pancho era jubilado y se encargaba de hacer los mandados de la casa. "Fue una bendición que llegue a nuestras vidas porque yo trabajo toda la mañana y hasta la una de la tarde no vuelvo a casa. Mi marido estaba solo y con Azir se hacían compañía", expresó la mujer.
Otra costumbre era que los dos esperaran en la vereda a que Mónica saliera del trabajo, que se encuentra al frente de la casa de los Gallegos.
El día que "Pancho" se descompensó, Mónica no los vio sentados afuera como siempre. Al ingresar a la casa, Azir le alcanzó la gorra de Pancho como dando una señal o un mensaje que algo no estaba bien. "Mi mamá lo buscó por todos lados y fue Azir el que la acompañó hasta el taller de herramientas donde estaba descompuesto", relató Soledad.
Tres días después del episodio de ACV, el hombre falleció. El día de su
despedida final, el cortejo fúnebre pasó frente a la casa de los Gallegos y
Azir salió a despedirse de su amo, su querido amigo Pancho.
"A veces no entendemos que los animales también sufren cuando pierden a su dueño. Papá no está con nosotros pero sabemos que parte de él vive en Azir", aseguró una de sus hijas.