Aumentan las consultas por alumnos con patologías que pueden exceptuarlos de asistir al aula
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría filial San Francisco comentaron que muchos padres se acercan al médico de cabecera para consultar si sus hijos padecen condiciones que pueden exceptuarlos de la presencialidad. Siempre es el profesional quien define al respecto.
Con el regreso de las clases bajo una metodología que combina la presencialidad y la virtualidad, aumentaron en los últimos días las consultas de padres a pediatras sobre la situación de sus hijos con alguna patología que puede exceptuarlos de concurrir al aula. Destacan que en todo caso siempre es el profesional de cabecera quien define esta posible exención.
Como se sabe, el Ministerio de Educación de la Nación elaboró un protocolo para el regreso de las clases presenciales luego de que en 2020 los alumnos no asistieran a las aulas prácticamente en todo el año por la pandemia del coronavirus.
Este protocolo, acordado con los diferentes COE provinciales, establece que tanto docentes, auxiliares como alumnos que sean pacientes de riesgo están exentos de asistir a la escuela. Sin embargo, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) -que desde un principio apoyó el regreso de la presencialidad- se reunió con el Ministerio de Salud para que esos niños y adolescentes también puedan volver a las aulas con los cuidados correspondientes.
Algunas de las comorbilidades que exceptúan a los alumnos de concurrir a la escuela son: fibrosis quística, diabetes, asma moderada o severa, inmunodeficiencias o enfermedades hepáticas.
Pero el solo diagnóstico no es determinante. Cada pediatra, con conocimiento de la situación clínica del paciente es el que debe decidir al respecto.
En San Francisco, desde la filial local de la SAP confirmaron a LA VOZ DE SAN JUSTO que en los últimos días hubo un aumento de las consultas en este sentido. Por un lado, padres preocupados porque la condición de su hijo lo ponga en un lugar de riesgo al volver a clases y por otro aquellos que consideran que sus cuadros están controlados y que desean que el menor se reencuentre con sus compañeros.
"Existe un documento conjunto de posicionamiento para la vuelta a la escuela según la SAP. Se enumera una serie de comorbilidades -o sea situaciones de enfermedad- que pueden producir un cuadro más grave y de peor pronóstico en caso de que el niño se enferme de covid. Entonces es ahí donde el médico de cabecera, que conoce la evolución clínica del paciente podrá determinar la asistencia o no a clases", explicó Inés König, presidenta de la filial local de la SAP.
Esta determinación a cargo del pediatra de cabecera, que evaluará cada situación particular, representa el abordaje más individual del regreso a las aulas. En lo colectivo, el protocolo que incluye diversas medidas de higiene, distanciamiento y el sistema de burbujas, son los que irán determinando si hay alguna marcha atrás en cada escuela.
"Este regreso será a modo de prueba. Todas las instituciones estarán en modo observación, advirtiendo lo que suceda en cada grado o curso y cada escuela en particular. Además, se tendrá en cuenta también la situación epidemiológica de cada ciudad. Cada cambio importante puede significar una marcha atrás, pero ello se verá con el tiempo", aseguraron.
Las autoridades educativas nacionales y provinciales confirmaron que tal como sucedía antes de la pandemia, la asistencia a clases es obligatoria. Sin embargo, dejaron abierta la posibilidad de analizar casos donde los niños o los docentes puedan ser pacientes de riesgo o presenten comorbilidades asociadas al Covid-19. En estos casos serán eximidos de asistir de manera presencial y se buscará una alternativa a distancia. Además, cada institución analizará los casos de aquellos niños que convivan con familiares considerandos dentro de los grupos de riesgo. En todas estas situaciones, la familia deberá presentar la documentación necesaria que acredite el contexto social y familiar del alumno.Qué dice el protocolo: ¿la
presencialidad es obligatoria?