Cultura
Así se vivió la feria que reunió a miles en el Superdomo

Con más de 200 expositores de todo el país y una fuerte presencia local, la Feria Nacional de Diseñadores y Emprendedores cerró su cuarta edición con récord de visitantes. La propuesta reafirma el valor del emprendedurismo como motor cultural y económico.
Con un marco imponente de público y más de 200 expositores de distintos puntos del país, la cuarta edición de la Feria Nacional de Diseñadores y Emprendedores concluyó este fin de semana en el Superdomo de San Francisco, reafirmando el papel clave del emprendedurismo en el desarrollo cultural y económico local.
Durante tres días, miles de visitantes recorrieron los stands instalados en el predio y en el Jardín Botánico, donde se ofrecieron productos de diseño, arte, indumentaria, tecnología, decoración, gastronomía y objetos de autor. Con una destacada participación de emprendimientos de San Francisco —que representaron el 80% de la muestra—, la feria se convirtió no solo en un espacio de comercialización, sino en una plataforma de visibilidad para pequeños productores y diseñadores.

“Estamos muy contentos con la cantidad de personas que vinieron, sobre todo el último día. Muchos aprovecharon para comprar regalos para el Día del Padre”, expresó a LA VOZ DE SAN JUSTO Gabriel Quaranta, director de Cultura, quien estimó que entre 4000 y 5000 personas asistieron durante el fin de semana. “El Jardín Botánico también estuvo repleto de gente disfrutando del día, tomando mates y merendando. Fue una linda jornada para toda la familia”, añadió.

El cierre musical del domingo incluyó presentaciones de Entre Amigos, Roma y Darío Franco, que ofrecieron un repertorio variado para todas las edades en el escenario al aire libre, completando una jornada donde el diseño se combinó con la música y la gastronomía.

El evento —de entrada libre y gratuita— volvió a poner en escena el valor del emprendedor como protagonista del circuito productivo. “Este tipo de actividades tienen un valor cultural enorme, pero también económico. Le dan impulso a personas que apuestan a lo que hacen, muchas veces desde sus casas o en espacios autogestionados”, destacó Quaranta. Además, subrayó que “la feria de diseñadores y la de artesanos son dos de los eventos más importantes del calendario cultural. La gente los espera, participa y eso nos confirma que vale la pena el esfuerzo”.
Desde la organización se decidió priorizar en esta edición la participación de emprendedores locales. “Queríamos darle más lugar a la producción local, fortalecer el ecosistema emprendedor de San Francisco”, explicó el funcionario. No obstante, también se sumaron expositores de otras provincias, lo que permitió un intercambio enriquecedor entre distintas regiones.

La feria no solo ofreció oportunidades comerciales, sino que se constituyó como un espacio de inspiración, encuentro y aprendizaje. Muchos de los emprendedores presentes iniciaron sus proyectos en contextos adversos, y eventos como este les permiten posicionar sus productos, generar redes de contacto y, sobre todo, validar sus iniciativas frente al público.
“La gente valora cuando un producto tiene diseño, identidad y está hecho con dedicación. Eso se nota en el recorrido, en los comentarios, en las compras”, remarcó uno de los expositores sanfrancisqueños.

Con un balance altamente positivo y la proyección de una nueva edición para el próximo año, la Feria Nacional de Diseñadores y Emprendedores sigue creciendo y confirma que el emprendedurismo es mucho más que una salida laboral: es una herramienta para construir comunidad, fomentar el talento local y dinamizar la economía desde la creatividad y la innovación.